La SEPI y el consorcio vasco consuman la entrada en Talgo y controlan más del 30% de su capital
- La CNMV publica la compra del 27% de las acciones por parte de Sidenor, el Gobierno vasco, BBK y Vital
- La sociedad estatal suscribió una ampliación de capital que le otorga el 7,8% del fabricante de trenes
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y el consorcio vasco formado por Sidenor, el Gobierno Vasco, BBK y la fundación bancaria Vital han culminado este miércoles la operación que les permite controlar más del 30% del capital de Talgo.
El consorcio liderado por la siderúrgica vasca (a través de la sociedad de inversión Clerbil S.L.) se ha hecho con el 27,4% de las acciones y, antes, la SEPI suscribió una ampliación del capital que le otorga el 7,8% de la empresa fabricante de trenes.
Según se ha comunicado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la alianza de empresas e instituciones ha comprado 36,86 millones de acciones a la compañía Pegaso (en manos del fondo Trilantic y parte de la familia Oriol, fundadora del constructor ferroviario) y otros accionistas minoritarios por 156,67 millones de euros, a 4,25 euros por acción.
El acuerdo se alcanzó el pasado 6 de noviembre, pero se consuma con esta compraventa tras casi dos años de negociaciones e incertidumbre para Talgo, que asegura que ha visto afectada de forma "muy negativa" su actividad en este tiempo.
La ampliación de capital y emisión de deuda de la SEPI
Por su parte, la SEPI llevó a cabo una ampliación de capital de 45 millones de euros y una emisión de 300 bonos convertibles por 30 millones de euros. Esto le da derecho a un asiento en el consejo de administración de Talgo, que ocupará Juan Antonio Sánchez Corchero, presidente de la patronal alavesa y miembro de la Comisión Ejecutiva de la patronal vasca Confebask.
Está pendiente una segunda emisión de deuda, por 75 millones, que firmará un consorcio de inversores vascos integrado por Clerbil, el fondo público vasco Ekarpen y las fundaciones bancarias BBK y Vital.
La operación permite a su vez la salida del fondo británico Trilantic, que lleva años buscando comprador para su participación en Talgo. La empresa húngara Magyar Vagon lanzó una opa (oferta pública de adquisición) para quedarse con el 100% de la compañía, pero el Gobierno la vetó por razones de "seguridad nacional".
Más tarde, se concretó el interés del Gobierno Vasco por sostener a una compañía históricamente importante en Álava y que emplea a cerca de 700 personas allí y 3.000 en todo el país, con otra gran fábrica en Madrid. El lehendakari Imanol Pradales, del PNV, convenció luego al Ejecutivo central para que el Estado se sumara al capital, dado su carácter estratégico.
Financiación y línea de avales para cumplir con los contratos
La firma de este miércoles tiene lugar después de que Talgo formalizara el martes un contrato de financiación sindicado con un grupo de entidades bancarias por 770 millones y una línea de avales por otros 500 millones.
Del total del importe, 650 millones irán destinados a financiar los contratos internacionales de Talgo, con vencimiento a seis años, mientras que los 120 restantes serán un tramo 'revolving' (a medida que se devuelven los fondos se pueden volver a usar, con los intereses correspondientes, y sirven para financiar gastos operativos) a cinco años.