Putin anuncia que Rusia ha probado con éxito el misil de crucero con propulsión nuclear Burevestnik
- El misil ha recorrido una distancia de 14.000 kilómetros, que no es su límite, durante casi 15 horas de vuelo
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El presidente ruso Vladímir Putin ha declarado este domingo que Rusia ha probado con éxito su misil de crucero de propulsión nuclear Burevestnik (petrel de tormenta, en castellano, que hace referencia a un ave marina), con el que podrían superar el escudo antimisiles de Estados Unidos.
El Burevestnik recorrió una distancia de 14.000 kilómetros, que no es su límite, durante casi 15 horas de vuelo el pasado 21 de octubre. Es un misil de crucero de vuelo bajo, lanzado desde tierra, que no solo es capaz de transportar una ojiva nuclear, sino que también funciona con propulsión nuclear. Durante su vuelo, el misil completó todas las maniobras verticales y horizontales y, de esa forma, demostró sus grandes posibilidades a la hora de eludir los sistemas antiaéreos y antimisiles, ha explicado este domingo el jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Valeri Guerásimov.
Putin ha destacado que se trata de "una pieza de armamento única que nadie más tiene en el mundo" y ha recordado que especialistas del máximo nivel pronosticaron en su momento que dicho proyecto era "irrealizable". Ahora tienen que construir la infraestructura necesaria para su emplazamiento y ponerlo al servicio de las Fuerzas Armadas, para lo que aún queda "mucho trabajo por delante", ha indicado el dirigente ruso.
La OTAN lo denomina SSC-X-9 Skyfall y algunos expertos occidentales han cuestionado su valor estratégico, afirmando que no añadirá capacidades que Moscú no posea ya y que podría emitir radiación a lo largo de su trayectoria de vuelo.
Las amenazas del Burevestnik para Occidente
La propulsión nuclear del Burevestnik está diseñada para permitirle volar mucho más lejos y durante más tiempo que los motores turborreactores o turbofán tradicionales, cuya capacidad de combustible está limitada. Esta característica le permitiría permanecer en el aire durante un período prolongado antes de alcanzar un objetivo.
La Iniciativa contra la Amenaza Nuclear, una organización de seguridad sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, llega a afirmar que el Burevestnik podría permanecer en el aire durante días: "En funcionamiento, el Burevestnik llevaría una ojiva nuclear (o varias), daría la vuelta al mundo a baja altitud, evitaría las defensas antimisiles y sortearía el terreno; y lanzaría la o las ojivas en un lugar (o lugares) difícil de predecir", declaró en un informe de 2019, recogido por Reuters.
Pruebas del misil de crucero de propulsión nuclear Burevestnik, captura tomada de un vídeo del Ministerio de Defensa ruso publicado en 2018 Ministerio de Defensa ruso
Algunos expertos occidentales afirman que la velocidad subsónica del Burevestnik lo haría detectable y que se volvería más vulnerable cuanto más tiempo permaneciera en vuelo. Sin embargo, el experto militar ruso Alexei Leonkov escribió en 2019 que la función de los Burevestniks sería eliminar los "restos" de los puestos de mando, bases militares, fábricas y centrales eléctricas del enemigo después de que Rusia ya hubiera disparado misiles balísticos intercontinentales, momento en el cual los sistemas de defensa aérea del oponente serían incapaces de detenerlos.
La altitud teórica del misil es de tan solo 50 a 100 metros, mucho menor que la de un misil de crucero de propulsión convencional, lo que dificultaría su detección por radar de defensa aérea.
Un historial de ensayos fracasados
El Burevestnik tiene un historial de pruebas deficiente, con numerosos fallos en el pasado, según expertos occidentales. En 2019, al menos cinco especialistas nucleares rusos murieron en una explosión y liberación de radiación durante un experimento en el Mar Blanco, y fuentes de inteligencia estadounidenses afirmaron sospechar que formaba parte de una prueba del Burevestnik.
Putin entregó a sus viudas importantes premios estatales, afirmando que el arma que estaban desarrollando no tenía parangón en el mundo, aunque no la nombró.
El presidente ruso ya anunció una prueba exitosa del misil en octubre de 2023 y dos investigadores estadounidenses declararon en 2024 haber identificado el probable lugar de despliegue del misil, junto a un almacén de ojivas nucleares llamado Vologda-20 o Chebsara, que se encuentra a 475 kilómetros al norte de Moscú.