La Justicia belga condena a 30 años de prisión al asesino de la joven vallisoletana Teresa Rodríguez
- La víctima recibió de su expareja más de 150 puñaladas en su domicilio de Bruselas, en octubre de 2022
- El condenado podrá solicitar la libertad provisional transcurrida la mitad de la pena, es decir, 15 años
El Tribunal Penal de Bruselas ha condenado este viernes a 30 años de prisión al ex guardia civil César Arribas Calvo por el asesinato premeditado de su expareja, la enfermera vallisoletana Teresa Rodríguez Llamazares, a la que mató a los 23 años tras asestarle más de 150 puñaladas en el domicilio en el que ella residía en Bruselas, en octubre de 2022.
El fallo leído por la jueza que preside la Sala Solemne del Tribunal Penal de Bruselas ha sido acordado por el mismo jurado popular —de doce hombres y cuatro mujeres— que la víspera halló a Arribas Calvo culpable de asesinato voluntario y premeditado, así como del delito de posesión de objetos punzantes para su uso como arma, por los dos cuchillos de cocina con los que perpetró el crimen.
Las penas en Bélgica para el delito de asesinato premeditado oscilan entre los 3 años y la cadena perpetua. La sentencia solo puede combatirse aduciendo errores de Derecho o procedimiento ante la Corte de Casación en un plazo de 15 días.
30 años, la pena máxima si se contemplan atenuantes
El jurado ha considerado que sólo cabía la pena "más fuerte" por la "extrema gravedad" del crimen perpetrado, pero ha tenido en cuenta también como atenuantes la falta de antecedentes penales del condenado y su buen comportamiento en los tres años de prisión preventiva para establecer una condena de 30 años, que es el máximo castigo que se puede aplicar en una sentencia si se contemplan atenuantes. Transcurrida la mitad de la pena, es decir, 15 años en prisión, el condenado podría solicitar la libertad provisional.
La sentencia implica también que Arribas Calvo queda vetado a perpetuidad de la función pública, lo que implica que no podría optar a trabajos en la administración, concurrir en elecciones, ni solicitar ayudas; aunque este castigo sólo es de aplicación en Bélgica por lo que no tendría consecuencias si vuelve a España.
A primera hora de este viernes, el Ministerio Fiscal solicitó una pena de 30 años, mientras que la defensa del asesino confeso evocó una lista de 14 atenuantes —como la falta de antecedentes— y pidió rebajar la condena a 23 años, lo que permitiría a Arribas Calvo solicitar la libertad condicional al cabo de siete años (de los que ya ha cumplido tres en prisión provisional).
Un crimen premeditado
El entonces guardia civil en prácticas —expulsado ya del cuerpo— viajó días antes del crimen a Bruselas, en donde residía y trabajaba como enfermera Teresa Rodríguez, con la intención de "recuperar" la relación, según dijo el propio Arribas Calvo durante el proceso judicial.
Los primeros días se alojó en casa de la víctima, pese a haberle expresado ella su "incomodidad", pero la noche previa al asesinato se trasladó a un albergue cercano. Esa tarde, ya desde el albergue, Arribas Calvo escribió una carta de arrepentimiento "por lo que iba a hacer" —que nunca llegó a enviar— y realizó varias búsquedas en Internet sobre cómo matar a una persona.
Tras el crimen, el agresor se precipitó por la ventana del apartamento en un quinto piso de un edificio del centro de Bruselas, en un intento —según su testimonio— de quitarse la vida, aunque no ha aclarado durante el juicio por qué si la intención era el suicidio intentó subir por la fachada hacia la azotea.