Portugal promulga la reforma migratoria que dificulta la reagrupación familiar
- El presidente Rebelo de Sousa aprueba la ley después de que el Constitucional paralizara la primera versión
- El texto está pactado entre el Gobierno del conservador Luis Montenegro y el partido ultraderechista Chega
La polémica reforma migratoria de Portugal entrará en vigor en su segunda versión. El presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, ha promulgado la ley que limita la reagrupación familiar de los migrantes tras los cambios introducidos por el Parlamento hace unas semanas. En agosto, el Tribunal Constitucional paralizó este texto impulsado por el Gobierno que preside el conservador Luis Montenegro y acordado con el partido de ultraderecha Chega, y posteriormente el jefe del estado la vetó.
Rebelo de Sousa envió la ley al Tribunal Constitucional por las dudas legales que le ocasionaban algunos puntos. El 8 de agosto, esta corte declaró por mayoría que la reforma era inconstitucional porque puede suponer "la desintegración de la familia nuclear del ciudadano extranjero titular de un permiso de residencia", en palabras del presidente de este tribunal, José Joao Abrantes.
Por ello, a finales de septiembre el Parlamento de Portugal aprobó una nueva versión, pactada por las dos fuerzas mayoritarias: Alianza Democrática, a la que pertenece el primer ministro Luis Montenegro, y la ultraderecha de Chega, liderada por André Ventura. Este jueves, la Presidencia de la República sí ha promulgado la Ley de Extranjeros, según el comunicado publicado en su web, porque el texto revisado "y aprobado por el 70% de los diputados responde mínimamente a las dudas de inconstitucionalidad suscitadas por el presidente de la República y confirmadas por el Tribunal Constitucional".
Dos años para la reagrupación familiar salvo excepciones
Esta nueva legislación establece un plazo mínimo de dos años de residencia en Portugal para que los inmigrantes puedan solicitar la reagrupación con sus familiares que vivan en el extranjero. Este plazo no existía hasta ahora y es el asunto que más revuelo ha generado. El propio Tribunal Constitucional, cuando paralizó la ley, manifestó que este punto es "incompatible con la protección constitucionalmente debida a la familia".
En esta segunda versión el plazo se mantiene pero hay más excepciones. No tendrán que esperar dos años quienes tengan familiares discapacitados o dependientes. En la propuesta inicial ya se contemplaba que los migrantes con hijos menores de edad o con parientes "altamente cualificados" pudieran acceder a la reagrupación familiar sin esperar ese período. Las parejas con un hijo en común también pueden pedir la reagrupación inmediata con el cónyuge que está fuera de Portugal. Para las parejas sin hijos, hay una vía intermedia: el plazo se reduce a un año siempre que se trate de un matrimonio o de una unión efectiva de acuerdo a ley lusa, lo que excluiría casamientos de menores de edad, polígamos o forzados.
En todos estos casos de reagrupación familiar es necesario que el solicitante cumpla con una serie de medidas de integración, como formación en lengua portuguesa y en la cultura y los valores constitucionales del país. Si esas condiciones no se cumplen, puede suponer que no se renueve la autorización de residencia del inmigrante que solicita la reagrupación.
Visados de trabajo para "actividades altamente cualificadas"
Por otra parte, la reforma pretende que los visados de trabajo se expidan a personas que se dediquen a "actividades altamente cualificadas". También cambian los requisitos de residencia para quienes procedan de países de lengua portuguesa, como es el caso Brasil, Angola, Mozambique, Cabo Verde o Guinea Bisáu. A partir de ahora tendrán que conseguir la residencia temporal antes de llegar a territorio portugués, cuando hasta ahora podían entrar con un visado de corta duración o tener una entrada legal y pedirla en Portugal.
Esta reforma se promulga apenas cuatro días después de que el partido de ultraderecha Chega llegue al poder en tres ayuntamientos de Portugal. En las elecciones de mayo, este partido liderado por André Ventura se convirtió en la segunda fuerza parlamentaria, superando a los socialistas, y solo por detrás de la Alianza Democrática de Luis Montenegro, que revalidó el cargo de primer ministro. En junio, Montenegro anunció la expulsión de casi 34.000 migrantes solicitantes de la residencia a los que se les había denegado la petición.