Trump despliega a la Guardia Nacional en Chicago y vuelve a amenazar con invocar la ley de insurrección
- La decisión del republicano ocurre en medio de crecientes protestas contra las redadas migratorias
- Las autoridades locales han denunciado el despliegue como una "invasión anticonstitucional"
Bajo las órdenes de Trump, cerca de 200 soldados de la Guardia Nacional enviados por Texas se encuentran instalados en Chicago, listos para ser desplegados. A ellos se sumarán otros 300 miembros de Illinois que se preparan para movilizarse en los próximos días.
De acuerdo con el Comando Norte del Ejército de Estados Unidos, la Guardia Nacional desplazada permanecerá en el lugar por un plazo inicial de 60 días y tendrá como tarea "proteger a los agentes de la Patrulla Fronteriza y a otras fuerzas federales" que se encuentran en la ciudad.
Los soldados de Texas que arribaron este martes se encuentran en el campamento militar de Elwood, a una hora de la zona metropolitana de Chicago, según una fuente militar anónima citada por el New York Times. Han sido ubicados en remolques donde pasarán la noche y podrían comenzar sus operativos en la ciudad el miércoles por la mañana.
A los 200 miembros de la Guardia Nacional de Texas, enviados por el gobernador republicano Greg Abbott, podrían unirse unos 300 miembros de Illinois, quienes están haciendo preparativos para poder iniciar operaciones en unos días.
Además, en su testimonio ante el Comité Judicial del Senado, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, ha declarado que el director del FBI, Kash Patel, y el fiscal general adjunto Todd Blanche se dirigen a Chicago junto con las tropas de la Guardia Nacional. "Ojalá amaran a Chicago tanto como odian al presidente Trump; actualmente la Guardia Nacional está de camino a Chicago porque no protegen a sus ciudadanos", ha contestado Bondi a la pregunta de Dick Durbin, senador demócrata por Illinois, en el mencionado comité sobre la movilización de las tropas en su estado.
Por el momento, el juzgado federal del sur de la ciudad de Chicago y el centro de detención Broadview, donde se han reunido manifestantes en las últimas semanas y hubo algunos enfrentamientos con las autoridades, permanecen en calma.
Crecientes protestas contra las redadas migratorias
El despliegue ordenado por Trump ocurre en medio de crecientes protestas contra las redadas migratorias en Chicago. La ciudad está envuelta desde hace casi un mes en la operación Midway Blitz, liderada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE), que, amparados en 'garantizar la seguridad', han intensificado las detenciones de personas de origen latino, principalmente con el objetivo de deportarlas.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza incluso llegaron a abrir fuego este pasado sábado en el área de South Side, hiriendo a una ciudadana estadounidense.
Por su parte, el propio Trump ha intervenido este martes desde el Despacho Oval junto al primer ministro canadiense, Mark Carney, para volver a cargar contra el gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, y el alcalde de Chicago, Brandon Johnson —ambos del Partido Demócrata—, resaltando su "incapacidad" en la gestión de "asuntos de delincuencia".
No obstante, estadísticas oficiales sobre criminalidad del Departamento de Policía de Chicago muestran descensos interanuales, con una reducción de los homicidios del 28% respecto al mismo período del año pasado y de casi el 50% respecto a hace cuatro años.
El alcalde de Chicago pide imputar a los agentes que violen las "zonas libres" de ICE
Tras conocer la decisión, el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, ha instado en una conferencia de prensa a imputar a los agentes federales que hayan violado su orden ejecutiva que establece “zonas libres” de operativos migratorios. Johnson ha advertido que cualquier infracción constituiría un delito penal y ha asegurado que está explorando las herramientas legales locales para hacer cumplir la normativa, que prohíbe a ICE y CBP usar terrenos y estacionamientos controlados por la ciudad.
El alcalde ha criticado duramente al Gobierno de Trump e ICE, transmitiendo un mensaje de calma y civismo a la comunidad inmigrante. Ha señalado que espera que unos 3.000 corredores mexicanos participen en la Maratón de Chicago este domingo y ha destacado que los ciudadanos deben reconocer que los agentes federales enmascarados "no son policías locales".
Johnson ha calificado las acciones del Ejecutivo como un intento de escalar la violencia en la ciudad y ha asegurado que sus medidas buscan proteger a las familias y los espacios públicos.
Trump no descarta invocar la ley de insurrección por la violencia en Chicago
El propio Trump ha insinuado este martes que podría invocar la ley de insurrección para controlar protestas y enfrentar lo que ha descrito como una "ola de crimen rampante" en Chicago, tras haber amenazado con aplicarla también en Portland, Oregón. El presidente estadounidense ha vuelto a insistir en que "muchas personas han sido tiroteadas" en Chicago. Durante su reunión con el primer ministro canadiense, el republicano ha advertido que si el gobernador de Illinois, JB Pritzker, no podía manejar la situación, el Gobierno federal intervendría directamente.
Las autoridades locales y el demócrata Pritzker han denunciado esta decisión como un nuevo abuso de poder del presidente, que ya hizo lo mismo en Los Ángeles y Washington D. C., en esta última dentro de una campaña contra el crimen, a pesar del rechazo del Gobierno capitalino. Después de que una jueza federal fallara en contra de una demanda estatal para bloquear el despliegue, Pritzker ha calificado la situación como "una invasión anticonstitucional de Illinois por parte del Gobierno federal".
La ley de insurrección de 1807 permite al presidente desplegar fuerzas militares en situaciones que superen la capacidad de las autoridades civiles, aunque su uso no está claramente definido ni limitado. La última aplicación fue en 1992, bajo George H.W. Bush, durante los disturbios en Los Ángeles, tras la absolución de cuatro policías acusados de agredir a un conductor afroamericano.