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Varios países muestran su preocupación por la interceptación de la flotilla y piden a Israel respetar el derecho internacional

Un barco de la marina israelí llega al puerto de Asdod
Un barco de la marina israelí llega al puerto de Asdod REUTERS/Ammar Awad TPX IMAGES OF THE DAY

Israel ha dado por concluida la interceptación de la Global Sumud Flotilla, que había partido rumbo a Gaza para abrir un corredor humanitario. El Gobierno israelí, que ha relacionado la misión humanitaria con Hamás, ha informado del traslado de los tripulantes "sanos y salvos" al Estado hebreo, donde comenzarán sus trámites de deportación "a Europa". La operación, llevada a cabo en aguas internacionales, ha despertado el rechazo y la preocupación de distintos países en todo el mundo.

La Comisión Europea (CE) ha asegurado que respeta el compromiso humanitario de la flotilla y ha defendido que "debe respetarse" tanto el derecho internacional humanitario, como el "derecho de navegación en aguas internacionales". Además, la portavoz de la CE Eva Hrncirova ha subrayado que condenan "cualquier ataque" contra la misión, ya sea con drones o a través de incautaciones.

El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha "rechazado tajantemente" la "retención" llevada a cabo por el Ejército israelí y ha subrayado que los miembros de la flotilla son ciudadanos "pacíficos y solidarios" cuyo objetivo era exclusivamente "humanitario". "No representaban ni representan una amenaza ni para Israel, ni para nadie", ha recordado Albares, que ha insistido en que estaban ejerciendo su derecho de paso inocente en aguas internacionales.

En la misma línea se ha pronunciado el primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, que ha pedido un "tratamiento humanitario" por parte de Israel para los tripulantes de la flotilla, entre los que hay irlandeses, y ha defendido que "no suponen una amenaza para nadie".

Alemania ha instado a Israel a garantizar la seguridad de todos los miembros de la flotilla y ha adelantado que está en contacto con las autoridades del Estado hebreo para establecer contacto con los alemanes implicados. "Le hemos pedido (al Gobierno israelí) que cumpla con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y que actúe con proporcionalidad. También hemos pedido que se garantice la protección de todas las personas a bordo y, según nuestra información, así se ha hecho", ha dicho un portavoz del Ministerio de Exteriores.

Según Israel, ninguna embarcación ha cumplido con su objetivo de llegar a Gaza. Su Ejército ha interceptado a todos los navíos de la flotilla menos a uno, que "permanece a distancia" y que será abordado "si se acerca". Los activistas a bordo, que ya habían denunciado ataques e intimidaciones previos, esperaban que esto sucediera a medida que se acercaban al enclave palestino y habían adelantado que, al tratarse de una misión humanitaria y pacífica, no mostrarían ningún tipo de resistencia.

Pese a que las autoridades israelíes asegura que todos los tripulantes interceptados se encuentran "sanos y salvos", la organización de la Flotilla ha denunciado "la falta de información" sobre el paradero de 443 participantes de la misión humanitaria.

Reclaman que la ayuda llegue a la Franja de Gaza

El Ministerio de Exteriores de Reino Unido ha asegurado estar "muy preocupado" por la situación y ha indicado que está en contacto con las familias de varios ciudadanos británicos implicados. "La ayuda transportada por la flotilla debería entregarse a organizaciones humanitarias sobre el terreno para que la distribuyan de forma segura en Gaza", afirma un comunicado.

El primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Støre, ha instado a Israel a "respetar el derecho internacional" y a gestionar la situación "de forma cautelosa". La flotilla, ha añadido, ha demostrado la necesidad de "hacer llegar urgentemente la ayuda tan necesaria a Gaza", pero ha dicho que "lo principal" es que llegue "a través de los canales establecidos y dejar que la ONU y las organizaciones bien capacitadas distribuyan esa ayuda".

El Gobierno de Italia ha recordado que los miembros de Global Flotilla Sumud tienen dos opciones. "La primera es aceptar la expulsión voluntaria inmediata, que se llevará a cabo lo antes posible. La segunda es rechazar la expulsión inmediata y aceptar la detención en prisión a la espera de su repatriación forzosa", afirma un comunicado de su Ministerio de Exteriores.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha condenado la operación israelí y ha afirmado que demuestra que "el Gobierno israelí no tiene intención de dejar que crezcan las esperanzas de paz".

Irán habla de violación de la ley internacional y "acto de terrorismo"

La Autoridad Nacional Palestina ha repudiado "el ataque y la agresión" de Israel y ha denunciado que el Estado Hebreo "no tiene autoridad ni soberanía" para intervenir "ni en aguas territoriales palestinas ni en las internacionales". Cabe recordar que el perímetro delimitado por Israel como "zona de peligro" —a la que, según había advertido, no podían entrar las embarcaciones— se encuentra en aguas internacionales. Sin embargo, el Estado hebreo aplica de forma unilateral y autónoma un bloqueo naval a la Franja de Gaza desde hace años.

Irán, que en los últimos meses ha intensificado su enemistad con Israel, ha condenado la acción y la ha calificado de "fragante violación de las leyes internacionales y un acto de terrorismo". Además, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Ismail Baghaei, ha llamado a la comunidad internacional a "tomar medidas urgentes" para detener el "genocidio" en Gaza.

Por su parte, Hamás ha asegurado que las acciones israelíes constituyen "un ataque traicionero y un acto de piratería y terrorismo marítimo contra civiles, que se suma al oscuro historial de crímenes de la ocupación" israelí. La organización ha pedido a la comunidad internacional y la ONU que "asuman sus responsabilidades legales y morales" y se sumen a la condena, además de instarles a tomar "medidas urgentes" para proteger a los activistas.

El Gobierno de Malasia ha exigido la "inmediata liberación" de los 23 ciudadanos de su país detenidos por Israel. El primer ministro, Anwar Ibrahim, ha insistido en que la flotilla lleva a cabo "una misión humanitaria con civiles desarmados que llevan ayuda vital para Gaza" en un mensaje en su cuenta de X.

El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, también ha instado al Gobierno hebreo a "liberar a los sudafricanos y otros ciudadanos secuestrados" durante la interceptación de la flotilla. La acción perpetrada por Israel, ha defendido el mandatario, "refuerza las continuas violaciones del derecho internacional por parte de Israel y el sufrimiento, incluyendo la hambruna, que causa al pueblo palestino".

Rechazo a la acción israelí desde América Latina

Las reacciones tampoco han tardado en llegar desde Latinoamérica. Colombia ha mostrado su rechazo al "secuestro" de dos ciudadanas del país que iban a bordo de la flotilla y ha instado a su liberación inmediata. El Ministerio de Exteriores rechaza "en los más drásticos términos, el secuestro en aguas internacionales, por parte de la fuerza armada israelí y en plena violación del derecho internacional y de los Acuerdos de Ginebra, de las ciudadanas colombianas Luna Barreto y Manuela Bedoya", afirma un comunicado.

Venezuela ha calificado la interceptación como un "cobarde acto de piratería" por parte de Israel. El Gobierno venezolano asegura que la acción "expone, una vez más, la naturaleza criminal del régimen sionista, que ataca una misión civil y pacífica" que intentaba llevar "ayuda humanitaria a un pueblo palestino sometido al hambre y al exterminio".

El Gobierno de Chile ha expresado su "respaldo" a la flotilla, en la que viajan dos ciudadanas chilenas y la portavoz del Gobierno, Camila Vallejo, ha indicado que están valorando "acciones" para resguardar a las compatriotas y apoyar el desarrollo de la misión.

Uruguay ha afirmado que sigue de cerca la situación de tres de sus ciudadanos, que viajan en la Flotilla "a efectos de garantizar la protección diplomática y consular correspondiente". En México, varias manifestaciones han pedido la liberación de tres connacionales y han exigido a su Gobierno pronunciarse por la detención.