La batalla por TikTok entre EE.UU. y China llega a su fin: claves de una de las cruzadas de Trump
- Estados Unidos y China han cerrado un pacto este lunes en Madrid para evitar el cierre de la aplicación en EE.UU.
- Pekín tiene la última palabra al contar con derecho a veto en ByteDance, empresa propietaria de la aplicación
El conflicto político sobre la popular red social china TikTok en Estados Unidos llega a su fin después de meses de incertidumbre. Este lunes el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, que se ha reunido con el viceprimer ministro de China, He Lifeng en Madrid, ha informado de que han llegado a un acuerdo sobre esta cuestión. El secretario ha explicado que, al ser "un asunto entre dos partes privadas" no van a hablar de los términos comerciales.
El presidente de EE.UU, Donald Trump, hablará por teléfono este viernes con su homólogo chino, Xi Jinping, con el texto de venta ya finalizado. En este sentido, el representante comercial de EE.UU, Jamieson Greer, ha negado que vaya a ver nuevas prórrogas del plazo límite que tiene la empresa china para desinvertir de TikTok. Greer ha afirmado que "no vamos a entrar en una dinámica de aplazamientos continuos, tenemos un acuerdo" y ha añadido que, "si se necesitase alguna prórroga", sería "solo para firmarlo".
Por otro lado, Bessent ha explicado que las conversaciones con China en Madrid se han centrado en TikTok. Debido a esto las negociaciones sobre un nuevo tratado comercial que redefina las relaciones entre ambas potencias se aplazarán para "dentro de un mes, aproximadamente".
La batalla por TikTok
La popular red social nació en 2016 con el nombre de Douyin, una aplicación de vídeos cortos lanzada en China por ByteDance. Su éxito local impulsó a la empresa a hacer una versión internacional llamada TikTok, que se expandió con rapidez tras la adquisición de la estadounidense de Musical.ly en 2017. Esta compra fue crucial, pues abrió las puertas al mercado estadounidense y le permitió como una de las redes sociales más populares entre los jóvenes.
La aplicación se convirtió en una de las más descargadas poco tiempo después, con la pandemia de la covid-19 reforzando aún más su popularidad al convertirse en una de las principales formas de ocio durante el confinamiento. A día de hoy supera los 1.500 millones de usuarios a nivel mundial, con 150 millones en Estados Unidos.
Desde los primeros éxitos de la aplicación, la Casa Blanca y el Congreso estadounidense han expresado sus temores de que los datos de los usuarios en EE.UU. puedan ser accesibles para las autoridades chinas. Estas sospechas llevaron a la restricción de su uso en dispositivos gubernamentales y militares y más adelante en proyectos de ley para forzar la desvinculación con la compañía china. También el Parlamento Europeo prohibió el uso de la aplicación a todos sus funcionarios en 2023.
Críticas en EE.UU. y la UE
En abril de 2024, el Congreso del país aprobó una ley que obligaba a ByteDance a desprenderse de la popular aplicación si quiere seguir operando en el país. Posteriormente, en enero de 2025, el Tribunal Supremo confirmó la constitucionalidad de esa norma. Entonces, el presidente saliente, el demócrata Joe Biden, dejó en manos de la Administración Trump la aplicación de la medida.
Desde que tomó posesión, Trump ha prorrogado en tres ocasiones el veto a TikTok, que debía hacerse efectivo si no había acuerdo con la empresa china.
Otro de los puntos bajo sospecha es el algoritmo de la aplicación que personaliza el contenido según el tiempo de visualización de cada usuario y que está considerado como una de las claves de su éxito global. Este sistema ha generado dudas sobre su opacidad o capacidad de influencia y la posibilidad de censura indirecta sobre contenidos críticos con el Gobierno comunista chino. Como consecuencia, Bruselas y Washington han pedido transparencia y han exigido que los datos de usuarios europeos y estadounidenses se almacenen fuera de China.
Pekín tiene la última palabra
Sin embargo, cualquier venta de las operaciones en EE.UU. tiene que contar con el visto bueno de Pekín, ya que el Gobierno chino tiene derecho a veto en ByteDance. Esto le otorga influencia sobre la estrategia y las operaciones de la empresa, algo que, según la compañía, no afecta a sus negocios en el extranjero.
Además, la normativa de control de exportaciones de Pekín prohíbe a las empresas chinas vender los algoritmos de su software, por lo que la venta de TikTok debe ser aprobada por las autoridades chinas.
Cabe recordar que, al igual que servicios como Google, Facebook o X, TikTok está bloqueado en China, donde ByteDance opera con Douyin, la aplicación original de TikTok y que es completamente independiente de su versión internacional.