Más de 380 trabajadores humanitarios murieron en 2024, la mitad de ellos en Gaza
- La ONU denuncia que esta tendencia persiste este año, con 265 trabajadores muertos en lo que va de año
- Estos han sido asesinados, heridos, secuestrados o detenidos cada día desde el año 2000
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Los conflictos armados registrados en todo el mundo han dejado 383 trabajadores humanitarios muertos a lo largo de 2024, y la mitad de ellos se encuentran en la Franja de Gaza, con alrededor de 180 fallecidos, según informa Naciones Unidas este martes.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios condena que esta "tendencia nefasta" continúe este 2025, con 265 trabajadores muertos en lo que va de año. Asimismo, ha reclamado que se tomen medidas para poner fin a la "impunidad" y evitar que la cifra de fallecidos siga aumentando.
Por ello, con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, ha difundido un comunicado en el que alerta de que, el año pasado, unos 308 de estos trabajadores resultaron heridos, mientras que 125 fueron secuestrados y 45 detenidos.
Y es que esta cifra aumenta cada año, como se refleja en los datos que, desde 2023, han crecido un 31%. La gran mayoría de estos trabajadores "fueron atacados en acto de servicio o en sus hogares", recoge el comunicado citado anteriormente.
Un ataque diario desde el año 2000
La ONG Save the Children ha sacado a la luz un dato en el que se muestra que un trabajador humanitario ha sido asesinado, herido, secuestrado o detenido cada día desde el año 2000.
Según los últimos datos de la Base de Datos de Seguridad de los Trabajadores Humanitarios, desde el año 2000 se han registrado más de 8.500 ataques graves contra trabajadores humanitarios. Es por ello que, en un comunicado, se ha señalado que "ser cooperante es cada vez más peligroso, y los riesgos aumentan año tras año a pesar de que el Derecho Internacional prohíbe estos ataques".
Con base en estos datos tan preocupantes, Tom Fletcher, secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, ha declarado que "los ataques de esta magnitud, sin ninguna rendición de cuentas, son una vergonzosa muestra de la inacción y la apatía internacionales. Un solo ataque contra un trabajador humanitario es un ataque contra todos nosotros y contra las personas a las que servimos".
Fletcher pide que todas aquellas personas que tengan poder e influencia actúen para defender a la humanidad, protegiendo de esta manera a los civiles y al personal humanitario, y que rindan cuentas los responsables.
