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Ruanda y la República Democrática del Congo firman en Washington el acuerdo de paz

  • Será formalizado en las próximas semanas por los presidentes de ambos países, pero ya entra en vigor
  • El conflicto en el este de la RD del Congo ha dejado miles de muertos tras la ofensiva liderada por el grupo armado M23
Ruanda y la RD del Congo firman en Washington el acuerdo de paz
RTVE.es / AGENCIAS

La República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda han firmado en Washington a nivel ministerial el acuerdo de paz, con el objetivo de poner fin al conflicto en el este de la RD del Congo, que ha dejado miles de muertos tras la ofensiva liderada por el grupo armado M23.

Según ha avanzado el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien ha presidido la firma, el acuerdo será formalizado en las próximas semanas por los presidentes de ambos países, pero entra en vigor desde este mismo viernes.

La ceremonia en el Departamento de Estado ha contado con los ministros de Exteriores de ambos países, el ruandés Olivier Nduhungirehe y la congoleña Thérèse Kayikwamba Wagner, que posteriormente se han reunido con el presidente de EE.UU., Donald Trump.

Trump ha celebrado la firma de este acuerdo, que abre "un nuevo capítulo de esperanza en la región". "Hoy, la violencia y la destrucción terminan, y toda la región comienza un nuevo capítulo de esperanza y oportunidades, armonía, prosperidad y paz", ha dicho en la Casa Blanca junto a los ministros de Exteriores de ambos países.

EE.UU. conseguirá "muchos de los derechos de los minerales del Congo"

"Estamos aquí hoy para celebrar un triunfo glorioso. Eso es lo que es para la causa de la paz. Ha habido una larga espera para la firma del histórico acuerdo de paz", ha dicho el presidente estadounidense, quien había avanzado en otra conferencia de prensa que con dicho pacto Estados Unidos conseguirá "muchos de los derechos de los minerales del Congo", algo necesario para su industria tecnológica.

El texto detalla que se establecerán o utilizarán auditorías económicas independientes y mecanismos anticorrupción para monitorear la cadena de suministro de minerales, los proyectos de infraestructuras y cualquier futuro pacto económico.

El 18 de junio se había sellado a nivel técnico este acuerdo de paz en base a los compromisos alcanzados el 25 de abril. En estas negociaciones, cuyo resultado ha sido bautizado como el Acuerdo de Washington, también ha mediado Catar.

El pacto contempla la creación en un plazo de 30 días de un "mecanismo conjunto de coordinación en seguridad" para promover la estabilidad y el desarrollo regionales.

El documento subraya el compromiso a promover el pleno respeto de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario y su determinación para fomentar activamente la paz duradera, la estabilidad y el desarrollo económico integrado en toda la zona y para prevenir la reanudación de las hostilidades que puedan perjudicar el proceso de paz.

Respeto a la integridad territorial y prohibición de hostilidades

Sus términos estipulan el respeto por la respectiva integridad territorial, una resolución pacífica de las disputas, la prohibición de actos hostiles y a un apoyo a ese tipo de actos o a grupos armados.

Ambas partes también se comprometen a proteger a los civiles y al personal humanitario facilitando su libertad de movimiento, y acuerdan que cualquier potencial reintegración de combatientes a las fuerzas armadas congoleñas y a la policía nacional de ese país se efectuará de forma "rigurosa, individualizada y condicional".

Asimismo, Ruanda y la República Democrática del Congo, con apoyo de agencias de las Naciones Unidas, de la comunidad internacional y de otros órganos humanitarios destacados, apuestan por facilitar la vuelta segura de los refugiados y de los desplazados internos, así como la entrega de ayuda humanitaria.

El texto manifiesta su determinación para apoyar la Misión de Estabilización de la ONU en territorio congoleño (Monusco), y en un plazo de tres meses coinciden en lanzar un marco de integración económica regional que se apoye en los esfuerzos existentes.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha destacado el sábado que el acuerdo "constituye un paso importante hacia la desescalada, la paz y la estabilidad" en la región.

En un comunicado, Guterres ha llamado a ambas partes a "cumplir plenamente con los compromisos que han asumido".

Se espera que dicho marco sea utilizado para expandir el comercio exterior y la inversión derivada de las cadenas regionales de suministro de minerales críticos e introducir una mayor transparencia, lo que garantizará el bloqueo de las vías económicas ilícitas. El objetivo es que las dos partes obtengan una mayor prosperidad, "especialmente para la población de la región", de los recursos naturales de la región mediante asociaciones mutuamente beneficiosas y oportunidades de inversión.

Las áreas en conflicto son ricas en minerales

"Este pacto es el punto de partida, no el objetivo final. Hoy hemos elegido la paz. Lo importante ahora es protegerla y demostrarle a nuestro pueblo y al mundo que, incluso en una región marcada por profundas cicatrices, la dignidad y la cooperación pueden prevalecer. Así pues, ahora comienza realmente nuestra labor", ha dicho la representante congoleña.

Según ha añadido el ministro ruandés, comienza una nueva etapa: "Con este acuerdo abrimos un nuevo capítulo que exige no solo compromiso, sino también la valentía para llevarlo a cabo". "Al firmarlo, reafirmamos una verdad simple: la paz es una elección, pero también la responsabilidad de respetar el derecho internacional, defender los derechos humanos y proteger la soberanía de los Estados", ha dicho.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la Monusco, pero se intensificó a finales del pasado enero.

En esa fecha el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que combate en el este congoleño y cuenta con el apoyo de Ruanda, tomó control de la estratégica ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, y después ocupó en febrero Bukavu, capital de la vecina Kivu del Sur, ambas zonas ricas en minerales.

El pacto alcanzado coincide en que cualquier disputa que surja de su implementación debe resolverse de forma amistosa mediante la mediación del Comité Conjunto de Vigilancia cuando cualquiera de las dos partes lo solicite.