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Los riesgos de trabajar con elevadas temperaturas: "Nuestro principal problema es la deshidratación y la insolación"

  • El Ministerio de Trabajo ha presentado un plan especial para reforzar la vigilancia de Inspección en verano
  • Los sindicatos advierten que no todas las empresas cumplen con la normativa de prevención de riesgos laborales
Las altas temperaturas afectan especialmente a los que trabajan en la calle
RUTH DRAKE

Diego trabaja conduciendo una hormigonera y, cada día, se encarga de preparar el material, lavar el camión y descargar el hormigón en la obra. Ahora, con la llegada del calor, su jornada se complica. "Nuestro principal problema es la deshidratación y la insolación; yo estoy constantemente mojándome la cabeza y bebiendo mucha agua y, aun así, hay veces que es insoportable", cuenta a RTVE.es.

Con la llegada del verano, su empresa aplicará una jornada intensiva siguiendo el protocolo aprobado dentro de su sector. En su caso, abarca desde mediados de julio hasta mediados de agosto, pero Diego se queja de que no siempre se cumple. "Muchas veces acabamos trabajando más horas... Creo que debería haber más control y que la jornada continuada debería empezar antes, en el mes de junio", remarca.

El Ministerio de Trabajo y Economía Social ha presentado este miércoles un plan especial de cara al verano con actuaciones de Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) para velar por la protección de las personas trabajadoras frente a los riesgos derivados de su exposición a elevadas temperaturas. Pone el foco en sectores como la construcción, agricultura, comercio, hostelería y los servicios de limpieza, jardinería y reparto. También en quienes trabajan en sitios cerrados donde se pueda acumular más calor, como tintorerías o invernaderos. "Lo que queremos es prevenir y no tener que reparar", ha señalado este miércoles la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.

Además de las actuaciones de vigilancia, el ministerio ha publicado una guía de actuación inspectora para fenómenos adversos, con el fin de facilitar la gestión de prevención de riesgos laborales.

Aplicación de la normativa de protección frente al calor

A medida que el termómetro sube y se acerca el verano, la jornada de algunos profesionales se hace más complicada. Entonces, la gorra, hidratación y la crema solar se convierten en elementos indispensables. "Se sobrevive con muchísima agua y mis jefes tienen aspersores y aire acondicionado puesto", cuenta a TVE una camarera de un restaurante, mientras que un guía turístico reconoce que "según va aumentando el calor, no puedes hacer una visita por las calles de la ciudad porque te puede dar un golpe de calor".

El Gobierno aprobó en 2023 un real decreto con medidas preventivas para proteger a los empleados frente a olas de calor. En una disposición adicional, se incluye la prohibición de desempeñar determinadas tareas "durante las horas del día en las que haya fenómenos meteorológicos adversos", todo ello cuando no se pueda garantizar de otro modo la protección de la persona trabajadora. Esto afectará a quienes desempeñen tareas al aire libre o en espacios que no puedan cerrarse y donde deban tomarse medidas de prevención adicionales.

Además, si la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emite una alerta naranja o roja por altas temperaturas, la empresa estará obligada a adaptar las condiciones de trabajo, incluida la reducción o modificación de las horas de la jornada. De hecho, también se aplicará el artículo 23 del real decreto 1561/1995, que especifica que esta reducción de horas de trabajo por calor extremo no procederá a una reducción de salario de los empleados afectados por esta medida.

Por un lado, hay profesionales que ya han notado los efectos de esta normativa. "Ha mejorado porque ahora llegan las 12.00 horas y, si llega a los 35 grados, viene el encargado y nos dice que hagamos otros trabajos dentro", explica a TVE un trabajador de la construcción. No obstante, los sindicatos advierten que no todas las empresas aplican la normativa y "a las que lo incumplan, se las denunciará a la Inspección de Trabajo", como indica a TVE Esperanza Sánchez, de Comisiones Obreras.

Según datos del Ministerio de Trabajo, en 2021 se hicieron 704 actuaciones inspectoras y en 2024, más de 11.500. Además, en 2021 se impusieron multas por 175.000 euros, mientras que en 2024 la cifra ascendió a casi 1,4 millones de euros. Este año, el objetivo es reforzar los controles en los sectores con mayor riesgo por estrés térmico. "Nadie tiene que correr riesgos por golpes de calor ni por nada, hay permisos climáticos", ha señalado este miércoles la ministra de Trabajo.

De este modo, en caso de detectar incumplimientos por parte de una empresa, se puede presentar una denuncia ante Inspección de Trabajo de forma anónima o acudir a las organizaciones sindicales.