A partir de ahora, todas las empresas están obligadas a adoptar medidas específicas ante las olas de calor para los trabajadores que estén al aire libre. Con avisos de alerta roja o naranja de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), algunas actividades no se podrán desarrollar y, en otros casos, tendrán que modificar o reducir jornadas laborales. Los sindicatos consideran importante proteger también a algunos trabajadores que desarrollan su actividad en interiores y lamentan que el Gobierno no haya contado con ellos ni los empresarios para desarrollar el real decreto.
Foto: Fernando Sánchez / EP