Europa prepara un plan para atraer a los mejores investigadores ante una posible fuga de cerebros
- Se destinarán 500 millones de euros para atraer a las mejores mentes estadounidenses
- La política de congelación de fondos federales, clave para la huida de los académicos
El enfrentamiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con las universidades ha encendido la bombilla a Europa. La Unión Europea (UE) y Francia han anunciado este lunes 500 millones de euros en incentivos para atraer a científicos estadounidenses al continente ante la ola de recortes de fondos federales para la investigación.
En el encuentro celebrado en París entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el mandatario francés, Emmanuel Macron, la líder europea ha señalado que el presupuesto irá destinado a la financiación de proyectos de investigación y a ayudar a las universidades a hacer frente a los costes de traer a científicos extranjeros para que desarrollen proyectos en Europa. Además, la presidenta de la Comisión Europea ha manifestado el deseo de que todos los Estados miembros de la UE inviertan el 3% del Producto Interior Bruto en investigación y desarrollo para 2030.
Por su parte, el líder galo ha subrayado la llamada de Europa "a los investigadores de todo el mundo para que se unan y nos acompañen". Sobre la polémica de Trump con la libertad de expresión en las universidades estadounidenses, el líder galo ha declarado: "Si amas la libertad, ven y ayúdanos a seguir siendo libres".
En su intento por ejercer el control total, la Administración Trump, desde enero, ha congelado la financiación federal a algunas universidades como Harvard y ha iniciado investigaciones para revocar los visados de los estudiantes internacionales. Ante esas políticas, el líder del Ejecutivo estadounidense ha declarado en numerosas ocasiones que la "educación superior se ve amenazada por ideologías antisemitas, antiamericanas, marxistas y de izquierda radical".
Problemas con Harvard
La Universidad de Harvard, una de las más prestigiosas del país y que se caracteriza por la libertad de expresión, ha sido la primera enemiga del presidente estadounidense en el marco de la enseñanza superior. En el primer golpe, Trump exigió a la institución que finalizara sus programas de diversidad y monitorizara la orientación ideológica de sus estudiantes extranjeros, aludiendo a la falta de compromiso de Harvard por combatir el antisemitismo.
El centro educativo se negó y el presidente respondió con la congelación de 2.200 millones de dólares (1.940 millones de euros) en fondos federales para la institución. En un nuevo capítulo, la semana pasada Trump fue un paso más allá y anunció que la Administración revocará la exención fiscal de la Universidad de Harvard, algo que la propia institución ha catalogado de "abuso ilegal del código tributario estadounidense".
Europa, una vía de escape
Ante las presiones fiscales que propone Trump y su constante lucha con las universidades, varios científicos e investigadores se han pronunciado a favor de lo que denominan "fuga de cerebros" hacia Europa e incluso Canadá o Asia.
El historiador de la Universidad de Stanford, Robert N. Proctor señaló a Reuters que Trump estaba liderando "un asalto de la derecha libertaria a la empresa científica" que llevaba años gestándose. El afamado intelectual advirtió que "podríamos ver una fuga de cerebros inversa".
En el sector de la mensajería encriptada, Meredith Whittaker, presidenta de la aplicación Signal, no aludió a riñas geopolíticas, pero manifestó que "es inevitable que los mejores talentos graviten hacia jurisdicciones acogedoras". En ese sentido, señaló a Reuters que los investigadores, "personas movidas por cuestiones concretas", siempre se sentirán motivados por trabajar en lugares "fértiles donde no se vean amenazados".
Esta amenaza ha encendido la bombilla de los líderes europeos, quienes han visto factible un movimiento de seducción a los principales talentos estadounidenses ante la duda sobre el sustento de los académicos de Yale, Columbia o Johns Hopkins, entre otras universidades.
El problema que encara Europa es hacer frente a la financiación necesaria para atraer a las mejores mentes estadounidenses. El pasado abril, Macron ya dio luz verde a la plataforma Choose France for Science (Elige a Francia para la ciencia), que permite a instituciones educativas solicitar cofinanciación del Gobierno para atraer y acoger a investigadores.
Por parte de España, el Ejecutivo de Sánchez anunció que invertirá 135 millones de euros en los próximos tres años para incentivar la llegada al país de líderes internacionales en líneas de investigación de alto impacto social como el cambio climático, la IA o las tecnologías espaciales.