El Programa Mundial de Alimentos se queda sin comida en la Franja de Gaza
- El PMA se queda sin reservas debido al cierre de los pasos fronterizos que conectan Gaza con Israel
- 45.439 personas han perdido la vida en el enclave y otras 117.416 han resultado heridas


El Programa Mundial de Alimentos de la ONU se ha quedado sin reservas de alimentos en Gaza debido al cierre continuado de los pasos fronterizos que permiten la entrada en enclave palestino. Israel impidió a principios de marzo el acceso de ayuda humanitaria, después de que su propio Gobierno rompiese la primera fase del acuerdo de alto el fuego, en lo que supone el cierre más prolongado al que se ha enfrentado nunca la frontera.
"No han entrado suministros humanitarios ni comerciales en Gaza desde hace más de siete semanas, ya que todos los principales pasos fronterizos permanecen cerrados. Se trata del cierre más prolongado al que se ha enfrentado nunca la Franja de Gaza, lo que ha exacerbado unos mercados y sistemas alimentarios ya de por sí frágiles", ha declarado el organismo en un comunicado a los periodistas. Este viernes se han entregado las últimas reservas de alimentos a las cocinas que sirven comidas calientes en la Franja de Gaza. "Se espera que estas cocinas se queden sin alimentos en los próximos días", ha añadido el programa.
El jueves, la ONU ya había informado de que los gazatíes no tenían acceso a los lácteos, los huevos, la fruta y la carne, precisamente por este aislamiento implantado por el Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu. "El bloqueo total de la ayuda y de cualquier otro suministro, que se acerca ya a los dos meses, ha hecho que se agoten productos esenciales como alimentos frescos y tiendas de campaña, y casi ha agotado otros productos clave para la población civil palestina", indicó el portavoz de la Secretaría, Stéphane Dujarric.
Según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos UNRWA, más de un millón de personas están experimentando "altos niveles" de inseguridad alimentaria aguda, con una desnutrición aguda varias veces mayor que antes de la guerra. Desde el inicio de la guerra, expertos de la ONU han denunciado que Israel está deliberadamente matando de hambre a los palestinos, lo que constituiría un crimen de guerra.
Tras más de 18 meses de combates devastadores, la ONU ha advertido de una situación humanitaria catastrófica para los 2,4 millones de habitantes del territorio. "Durante semanas, las cocinas que sirven comidas calientes han sido la única fuente constante de ayuda alimentaria para la población de Gaza. Aunque solo cubren a la mitad de la población y solo el 25% de las necesidades alimentarias diarias, han sido un salvavidas esencial", ha subrayado este programa de la ONU sin mencionar en ningún momento a Israel o Hamás en su comunicado.
Las 25 panaderías que el Programa Mundial de Alimentos apoyaba en Gaza se vieron obligadas a cerrar el 31 de marzo debido a la escasez de harina de trigo y aceite de cocina. Más de 116.000 toneladas de ayuda alimentaria "suficiente para alimentar a un millón de personas durante un máximo de cuatro meses" están almacenadas cerca de los corredores humanitarios, a la espera de que se les permita entrar en el territorio. Tel Aviv justifica el cierre acusando a Hamás de desviar la ayuda humanitaria, lo que el grupo terrorista niega, y defiende que debe mantener fuera todos los suministros para impedir que los combatientes se hagan con ellos.
El hambre ya es una realidad
La oficina de medios de comunicación del Gobierno de Gaza, dirigido por Hamás, ha declarado que la hambruna ya no es una amenaza inminente, sino que está convirtiendo en una realidad. "Miles de familias palestinas se enfrentan ahora a la inanición tras ser incapaces de proporcionar siquiera una comida a sus hijos", ha afirmado en un comunicado. Según sus datos, 52 personas han muerto a causa del hambre y la desnutrición, entre ellas 50 niños, mientras que más de un millón de menores pasan hambre a diario.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí declaró que 25.000 camiones de ayuda habían entrado en Gaza en los 42 días del alto el fuego —antes de cerrar la frontera a principios de marzo— y que Hamás había utilizado la ayuda para reconstruir su maquinaria bélica. Los precios de los alimentos han subido un 1.400% en comparación con la época del alto el fuego, dijo el PMA, añadiendo que más de 116.000 toneladas métricas de ayuda alimentaria que podrían alimentar a un millón de personas durante un máximo de cuatro meses están actualmente atascadas en el paso fronterizo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que ha presionado a Netanyahu para que permita la entrada de alimentos y medicinas en el enclave. "Surgió el tema de Gaza y he dicho: 'Tenemos que ser buenos con Gaza... Esa gente está sufriendo'", ha afirmado el mandatario.
Escasez de agua, combustible y medicina
Además, las acciones militares de Israel han acrecentado la escasez hídrica, entre otros problemas crónicos que ya asfixiaban a la población. En los últimos meses, el Estado hebreo ha utilizado el agua como un arma de guerra, ya que el 90% de la población sufre inseguridad hídrica intencionada y se espera que siga descendiendo si se agota el combustible. Algo que obliga a las familias a "usar agua contaminada e incrementando el riesgo de brotes de enfermedades, especialmente entre los niños", según informó UNICEF a principios de abril.
Son precisamente los menores, una de las mayores víctimas de este conflicto, quien más sufre esta escasez. Más de 15.000 niños palestinos han sido asesinados y casi dos millones están en situación de inseguridad alimentaria severa y 345.000 en una fase catastrófica, con 12.000 en malnutrición severa.
En la Franja tampoco entran medicinas ni combustible. Casi un tercio de los hospitales ya no funcionan y, los que sí lo hacen, intentan sobrevivir en medio de los constantes bombardeos. Israel ha cortado la poca electricidad que aún vendía y que servía para el funcionamiento de la planta de tratamiento de aguas residuales, por lo que no podrá continuar con su actividad.
Los precios de la comida, que se estabilizaron un poco durante los dos meses de alto el fuego, se han vuelto a disparar y ya no quedan productos básicos como carne o arroz en los mercados.
Desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre de 2023, 45.439 personas han perdido la vida en el enclave y otras 117.416 han resultado heridas por los bombardeos, pero en este recuento no entran los fallecidos por el hambre o enfermedad.
"Un gran número de muertos y heridos"
Al menos 78 personas han muerto el jueves en los ataques israelíes sobre Gaza, mientras que los equipos de rescate recuperaron seis cadáveres más entre los escombros repartidos por el enclave, según el último boletín del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás en la Franja. "Numerosas víctimas permanecen bajo los escombros o en las carreteras, sin poder ser alcanzadas por las ambulancias o los equipos de defensa civil", ha recordado Sanidad, que estima la cifra en unos 3.100, si bien aún analiza más de 4.000 denuncias de desaparición que pueden engrosar el número.
Uno de los últimos ataques en Gaza se ha producido este viernes en la residencia de una familia identificada como Shurab en la ciudad de Jan Yunis (sur), por el que hasta ahora han fallecido cuatro personas, según ha informado a EFE la morgue que recibió los cuerpos. "Aún hay personas desaparecidas bajo los escombros y es difícil llegar hasta ellas", denunció el servicio de emergencias de la Defensa Civil de Gaza, según la cual sus efectivos están recuperando "un gran número de muertos y heridos" en el lugar.
Otro ataque en la misma ciudad, contra la vivienda de la familia Al Amour en el barrio oriental de Al Fajari, ha causado seis muertos más este viernes, ha advertido el Hospital Nasser de Jan Yunis, que también ha confirmado las cuatro defunciones entre los Shurab. Esta mañana, otros dos ataques en la zona costera de Mawasi, próxima a Jan Yunis y donde se refugian miles de desplazados, han matado a 10 personas de las familias Al Zamli y Abu Taima, cinco de cada una, y en cada familia tres niños.
En el norte de Gaza, el Ejército ha matado este jueves a un hombre en el barrio de Shujaiya de la capital gazatí, mientras que un anciano de 70 años identificado como Majed al Harazin fue víctima de otro bombardeo en el barrio de Zeitún. En la localidad norteña de Yabalia, una mujer murió por los disparos de un dron cuadricóptero israelí, según la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.