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El papa Francisco y la igualdad de las mujeres en la Iglesia: gestos significativos aunque muy insuficientes

Mujeres en la Iglesia: el papa Francisco inició el camino para romper el techo de cristal del Vaticano
SANTIAGO RIESCO

"Somos seres humanos encarnados, sexuados. Ser mujer no es una esencia", sentencia una reconocida teóloga que pide mantenerse en el anonimato. "Cualquier persona, hombre o mujer, tiene la misma dignidad", coincide el director de la revista Ecclesia, Fran Otero. El periodista y obispo de San Sebastián, Fernando Prado, asegura que su amigo el papa Francisco "no ha hecho una aportación teológica significativa" sobre el papel de la mujer en la Iglesia. "Es la asignatura pendiente", sentencia el director de Religión Digital, José Manuel Vidal. En el polo opuesto se encuentra el presidente de la Conferencia Española de Religiosos (Confer), el dominico Jesús Díaz Sariego, para quien Francisco "ha dado un salto importante, un salto de gigante" al otorgarle "confianza y responsabilidades" en la dirección de la Iglesia.

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En lo que todos coinciden es en que el papa argentino dio pasos significativos —notables para unos y muy insuficientes para otros— con el objeto de visibilizar a las mujeres en la institución y otorgarles responsabilidades que, hasta ahora, eran inimaginables. "Lo menos problemático es nombrar a varones probados y a mujeres probadas, o sea, consagradas. Todavía estamos en esta dinámica", trata de contextualizar la presidenta de la Asociación de Teólogas Españolas (ATE), Montserrat Escribano. Los últimos nombramientos fueron los de las monjas Raffaella Petrini y Simona Brambilla al frente del Estado Vaticano y el Dicasterio de Vida Consagrada, respectivamente. "Las que menos guerra den", resume en un titular la directora del semanario católico Alfa y Omega, Cristina Sánchez Aguilar.

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Pequeños cambios legales y litúrgicos

En 2022, tras la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, Francisco hizo posible que los laicos, y, por tanto, también las mujeres, pudieran dirigir un dicasterio y convertirse en prefectas (ministras del Vaticano), cargo que antes estaba reservado a cardenales y arzobispos. Por ahora sólo ha nombrado a religiosas. Y muy pocas. Un discurso que no acaba de encajar cuando desde la Iglesia oficial se insiste, una y otra vez, en que "la mujer sostiene buena parte de la misión de la Iglesia, del anuncio del Evangelio en las parroquias, de las misiones ad gentes, de la vida religiosa", como declara a RTVE.es el director del Secretariado de Medios de Comunicación de los obispos españoles, Josetxo Vera.

El papa Francisco y el papel de la mujer en la Iglesia.

El papa Francisco ha tenido pequeños gestos para visibilizar a las mujeres dentro de la Iglesia. GETTY IMAGES

La presidenta de la ATE, Montserrat Escribano, se remonta al principio del pontificado de Francisco para recordar que "incluye a las mujeres en el lavatorio de los pies en la liturgia del Jueves Santo". Un gesto mínimo que tuvo su confirmación en 2017, cuando "incluye una rúbrica en el Misal romano diciendo que las personas que participen en ese rito no tienen por qué ser hombres ni tampoco católicos". Escribano asegura que "es poco llamativo, pero muy significativo por su valor" debido a que para cambiar esta norma de la liturgia se precisa de la intervención directa de otro papa y "será difícil que se vuelva atrás".

Sin diálogo con el feminismo

Repasando la doctrina social de la Iglesia y la Historia de la institución, llama poderosamente la atención que el feminismo sea la única teoría de raíz ilustrada con el que la Iglesia católica no ha dialogado nunca. Ha dialogado con el socialismo, el liberalismo, el anarquismo, el ecologismo y con los movimientos sociales de las décadas de los 60 y los 70: sindicalismo, movimientos populares, liberacionistas… pero "jamás, nunca, ha dialogado con el feminismo", recalca la teóloga que nos pide preservar su identidad.

Francisco y el papel de las mujeres en la Iglesia

El feminismo es uno de los pocos movimientos sociales con los que la Iglesia católica aún no ha dialogado. GETTY / FRANCO ORIGLIA

"León XIII quiso abrir la Iglesia a las libertades modernas, pero no habló con las sufragistas. Dialogó con el anarquismo, el liberalismo y el socialismo… escribió sobre el concepto de libertad, sobre la accidentalidad de las formas políticas. Fue de una apertura total", repasa la experta. Y es que "la Iglesia no ha dialogado ni con la primera ola del feminismo que surgió con la revolución francesa, ni con la segunda abanderada por las sufragistas, ni con la tercera. Nunca, jamás", recalca la teóloga.

Por último, la teóloga aclara que "el feminismo es un movimiento de raíz humanista y universalista, muy poco posmoderno". Tiene muy claro que "en muchísimas cosas el diálogo sería muy sencillo. No sé por qué no han dialogado. La relevancia del movimiento feminista es indiscutible".