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Los seminaristas del siglo XXI: menos candidatos y más mujeres en formación

  • En España hay 956 aspirantes al sacerdocio en 55 seminarios: un 45% menos que en 2001
  • El papa Francisco insiste en el papel decisivo de la mujer en la formación de los pastores

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Una mujer sonríe por la calle rodeada de gente desenfocada
Montserrat Escribano, presidenta de la Asociación de Teólogas de España, es una de las mujeres que forma a los sacerdotes del siglo XXI. ARCHIVO PARTICULAR M.E.

En 2016 la Congregación para el Clero promulgaba que “la presencia de la mujer en el proceso formativo del seminario (…) tiene por sí misma un valor formativo, también en orden al reconocimiento de la complementariedad entre varón y mujer”. Esta frase se recoge en la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis, un documento avalado por el papa Francisco en el que se recogen los detalles para la formación de los sacerdotes en todo el mundo.

“Es el tiempo de las mujeres”, asegura a RTVE.es Montserrat Escribano, profesora en la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia en la que se forman los futuros sacerdotes de diferentes diócesis como las de Ibiza, Menorca, Castellón o Valencia. 

En la actualidad hay en España 956 seminaristas mayores pertenecientes a las 70 diócesis. Según los datos ofrecidos por la Oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal Española, en el curso 2022-23 había seis diócesis sin seminaristas (Barbastro-Monzón, Ciudad Rodrigo, Jaca, Santander, Tarazona y la Castrense) y otras nueve diócesis con un único seminarista.

Durante los meses de enero y febrero de 2023 el papa envió a dos obispos uruguayos a visitar los 55 seminarios en los que se preparan los candidatos a presbíteros de las 70 diócesis españolas. Con la particularidad de que 15 de estos centros pertenecen al Camino Neocatecumenal. Estaba en juego el cierre de algunas casas formativas y la imposición de cambios en el modelo de preparación de los curas del futuro.

"Siguen teniendo como modelo el varón-católico-sacerdote"

“En España, por lo general, los sacerdotes no han tenido una formación que les permita relacionarse con normalidad con mujeres”, apunta Montserrat Escribano, profesora de las asignaturas Filosofía de la Ciencia y Mariología en el quinquenio filosófico-teológico. Escribano es también la presidenta de la Asociación de Teólogas Españolas, un grupo de unas 60 mujeres dedicadas a la investigación y la reflexión sobre esta materia asociada históricamente a los hombres.

No saben cómo situarse con nosotras y cómo relacionarse con las mujeres por ser mujeres

“Cuando te presentan no saben cómo referirse a ti, no saben cómo situarse con nosotras y cómo relacionarse con las mujeres por ser mujeres. Les cuesta todavía bastante”, comenta preocupada. 

Montserrat Escribano

Montserrat Escribano, presidenta de la Asociación de Teólogas Españolas y formadora de sacerdotes en Valencia. ARCHIVO PARTICULAR M.E.

Para esta teóloga, el problema de la formación en los seminarios está en el contraste existente entre los modelos de los seminaristas y los de otros jóvenes. “No encajan, es mucho contraste, siguen teniendo como modelo el varón-católico-sacerdote-español y esto genera una visión conservadora de su ser religioso”. Para la teóloga la solución pasa por “reflexionar sobre sus masculinidades y sobre lo que supone para ellos ser sacerdotes”.

Montserrat Escribano participa activamente en el Sínodo -asambleas deliberativas que aconsejan al papa- y muestra gran cariño por los compañeros y alumnos con los que se relaciona desde hace diez años. “Ellos me conocen y saben que siempre se puede dialogar el feminismo desde una perspectiva cristiana con espacios más seguros y mejores para todos”.

"Como mujeres tenemos una sensibilidad especial"

“Yo transmito experiencias y conocimientos a los chicos como mujer, porque como mujer lo vivo; mi corazón es femenino”, explica Carolina Blázquez, profesora de las asignaturas de Ecumenismo, Liturgia y Vida Consagrada en la madrileña Facultad de Teología San Dámaso.

Blázquez es religiosa contemplativa. Vive con otras 39 mujeres consagradas en el Monasterio de la Conversión, en Sotillo de la Adrada, una pequeña localidad de Ávila. Imparte clases de Teología pero, sobre todo, da charlas, talleres, retiros y cursos a los seminaristas de muy diferentes diócesis a lo largo y ancho del país. Y no es la única de su monasterio, otras Agustinas de la Conversión también se dedican a estos menesteres. “No somos sólo una ayuda, somos compañeras de camino”, explica. 

Carolina Blázquez, doctora en Teología Dogmática y religiosa contemplativa

Carolina Blázquez, doctora en Teología Dogmática y religiosa contemplativa. ARCHIVO PARTICULAR C.B.

“Lo que los seminarios piden de nosotras es doble. Por una parte la dimensión espiritual y contemplativa, y por otra parte la eclesiología (modo de entender la Iglesia) de la comunión de los chicos para que conozcan la vida religiosa”, explica Blázquez. “Nosotras, como mujeres, tenemos una sensibilidad más especial. He visto cómo algunos seminaristas se emocionaban durante alguna charla que he dado en los retiros”, cuenta con voz queda y mucha paz la hermana Carolina. 

Este último año ha dado retiros en el Teologado de Ávila y el seminario de Alcalá de Henares, cursos de liturgia en el seminario de Getafe y charlas sobre vida consagrada a los seminaristas de Ciudad Real.

Atención en el Camino de Santiago

Estas religiosas también atienden a los peregrinos del Camino de Santiago en un pequeño convento que hace las veces de albergue en Carrión de los Condes, en Palencia. Desde marzo a octubre se turnan cuatro de las hermanas cada mes para ofrecer a todo aquel que llegue a su casa la posibilidad de participar en sus actividades y en su vida de oración.

Cada vez son más las diócesis que solicitan a las hermanas permiso para que tres o cuatro de sus seminaristas pasen una semana con ellas viviendo su vida y atendiendo a los peregrinos. 

Hombres y mujeres sentados al aire libre con una casa de pueblo detrás

Seminaristas, religiosas y peregrinos en Carrión de los Condes. AGUSTINAS DE LA CONVERSÓN

En noviembre de 2023, después de recibir el informe de los obispos uruguayos, el papa convocaba a todos los obispos españoles en Roma para hablarles sobre la formación del clero en España cuando todos los medios apuntábamos a los abusos sexuales como tema principal. En esta reunión extraordinaria nombró a Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid y antiguo rector del seminario de la capital, como “referente apostólico” para reformar, antes de los dos próximos años, los seminarios donde se van a preparar los curas del siglo XXI y el proceso educativo que tendrán que seguir antes de atender y servir a la comunidad católica.

Vidal confirmaba a RTVE.es que pasarán de los cinco años obligatorios de la Facultad de Teología donde se estudia el bienio filosófico y el trienio teológico, a una formación más completa de siete años en los que se incluye un año previo denominado "propedéutico" y otro posterior a modo de "post-propedéutico" que sería previo a la ordenación sacerdotal. Los cursos o años propedéuticos son preparatorios, sin valor académico y con valor de formación humana y personal orientada a un fin. En el primer año propedéutico se pretende que el candidato haga un alto en su vida para desconectar de los estudios reglados con el fin de que se conozca mejor a sí mismo y tome conciencia del camino que va a comenzar. En el "post-propedéutico" la idea es que tenga una experiencia más directa con el trabajo que va a realizar pero aún bajo la tutela de los formadores.

Un grupo de personas con pañuelos verdes al cuello caminando por la carretera

Jesús Vidal, hombre elegido por Francisco para reformar los seminarios, en el Camino de Santiago con peregrinos madrileños. MCS ARCHIMADRID

“La presencia de las mujeres en la formación va creciendo”, asegura Jesús Vidal. “Tanto en los seminarios donde hay presencia de vida consagrada —y están viviendo una vida cotidiana con ellas— como en la Teología. Ya hay muchas mujeres teólogas que están siendo profesoras en los centros de estudio. Y en tercer lugar, en el ámbito de la psicología”, enumera el prelado.

No distingo entre hombre y mujer, busco la capacidad académica y esto se integra con total normalidad

Juan Carlos Fernández Nemes es el Secretario General del ISTAL, el Instituto Superior de Teología de Astorga y León, uno de los centros teológicos de más reciente creación. Comenzaron su andadura el curso 2022-23 con 70 alumnos y 28 profesores, de los que tres son mujeres. “No distingo entre hombre y mujer, busco la capacidad académica y esto se integra con total normalidad”, explica Fernández cuando se le pregunta por la presencia de profesoras en los cinco años de formación filosófica y teológica de los seminaristas.

Una monja con velo y un micrófono en las manos.

Carolina Blázquez da cursos, retiros, charlas y cursos a seminaristas de toda España. ARCHIVO PARTICULAR C.B.

“De las 19 sesiones que organizamos el año pasado para la formación del clero en la diócesis de León, seis estuvieron a cargo de mujeres”, añade para contextualizar el dato anterior. Y recuerda que en España “aún no ha muerto la primera mujer teóloga, andará por los 70 años”. 

Que haya mujeres en la formación y en el discernimiento es una riqueza para los seminaristas

En la Universidad Pontificia de Salamanca, de los 25 profesores que dan clase en la formación filosófica y teológica, cinco son mujeres “y todas las profesoras son seglares”, apunta Gaspar Hernández, rector del Teologado de Ávila en el que se forman seminaristas de ocho diócesis. “Que haya mujeres en la formación y en el discernimiento es una riqueza para los seminaristas”, asegura Hernández.

Jesús Vidal, hombre del papa Francisco en España para la reforma de los seminarios.

Jesús Vidal, hombre del papa Francisco en España para la reforma de los seminarios. MCS ARCHIMADRID

Hasta este año, los seminaristas de las diócesis de Ávila, Salamanca, Ciudad Rodrigo, Plasencia, Palencia, Segovia, Mérida-Badajoz y Zamora contaban con la ayuda de una psicóloga, pero por motivos personales dejó el trabajo y la ha sustituido un hombre. “Este ámbito de la Psicología es otro en el que la mujer tiene una presencia muy fuerte en la formación de los seminaristas”, explica Vidal. Y aclara que la presencia de profesionales de este campo “no se debe entender solamente como algo para encontrar algún tipo de dificultad que impida a la persona participar en la vida sacerdotal, sino más bien como algo que permite al seminarista conocerse mejor a sí mismo”.

La Pontificia Comisión para América Latina ha ido más allá de la recomendación dada por la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis sobre la presencia de la mujer en la formación de los sacerdotes. En una de las sesiones plenarias de este órgano vaticano abordaron la cuestión de la mujer en la Iglesia: “Para lograr esto, es preciso favorecer la participación de mujeres de vida matrimonial o de vida consagrada en los procesos de formación; más aún, en los equipos formadores, dándoles autoridad para enseñar y acompañar a los seminaristas, así como la oportunidad para intervenir sobre el discernimiento vocacional y el desarrollo equilibrado de los candidatos al sacerdocio ministerial. Tal apertura no es una concesión a la presión cultural y mediática, sino el resultado de una toma de conciencia de que la ausencia de las mujeres de las instancias de decisión es un defecto, una laguna eclesiológica, el efecto negativo de una concepción clerical y machista”.

Comedor y cocina industrial

Seminaristas del Teologado de Ávila en Salamanca entre la cocina y el comedor un día cualquiera. TEOLOGADO DE ÁVILA

El seminario de Madrid ha tomado nota y ha creado el primer grupo asesor para la formación de sus futuros curas. El equipo lo componen siete personas, tres hombres y cuatro mujeres. Los tres varones son sacerdotes de la diócesis presidida por el cardenal José Cobo y de las cuatro mujeres una es religiosa y las otras tres, laicas. Durante los tres próximos años supervisarán y acompañarán la educación de sus pastores.

El 19 de marzo, festividad de San José, la Conferencia Episcopal Española celebra el Día del Seminario. La mayoría de sus 22.933 parroquias lo ha adelantado al domingo 17. El lema elegido para este año es: "Padre, envíanos pastores".

Seminarista único: "Me dicen que soy la joya de la corona"

Nacho Peré es el único seminarista de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño. Estudia en la Facultad de Teología de Burgos y convive, de lunes a viernes, con otros 17 seminaristas de cuatro diócesis diferentes (Burgos, Osma-Soria, Gitega -Burundi- y Monterrey -México-). Los viernes por la tarde se sube al autobús y en dos horas está en el Seminario de Logroño. Un camino que desanda cada domingo mientras dure el curso.

Tres hombres sentados, vestidos con ropa deportiva y sonriendo a la cámara

Foto Nacho (derecha) con su amigo Diego (izquierda) y el sacerdote que le animó a plantearse su vocación. MCS CALAHORRA Y LA CALZADA-LOGROÑO

Nacho está en el quinto y último año de su formación académica del quinquenio filosófico y teológico obligatorio para todo aspirante al sacerdocio. Durante estos cinco años ha tenido dos profesoras que le han impartido las asignaturas de Psicología (en el bienio filosófico) y de Ecumenismo (en el trienio teológico). 

Los sacerdotes de mi diócesis me dicen que soy la joya de la corona

“Los sacerdotes de mi diócesis me dicen que soy la joya de la corona”, sonríe Peré al otro lado del teléfono cuando le preguntamos si se siente un niño mimado. Luego se pone más serio para asegurar que “la falta de vocaciones es un reflejo de la sociedad actual en la que hay mucha falta de compromiso. Sucede también con el matrimonio”. 

Este hijo de barcelonés y guayaquileña se licenció en Derecho en la Universidad de Navarra, donde conoció a un cura de Logroño que le invitó a plantearse su vocación. Dejó su trabajo como administrativo y se fue a la capital riojana a reflexionar y conocer mejor en qué consistía la vida del sacerdote. Y le gustó.

Ser el único no es tan duro, me siento muy acompañado

“Ser el único no es tan duro, me siento muy acompañado”, asegura Nacho con convicción y mucha naturalidad. “En las comunidades pequeñas nos conocemos mejor, hay más cercanía y sientes que el rector te cuida porque es para ti solo”, explica sobre su relación con el responsable de la formación de seminaristas -el seminarista- en Logroño.

Nacho está conociendo a fondo las parroquias rurales de Cameros a las que dedica sus fines de semana. También colabora con los encuentros que organizan en su diócesis con adolescentes y jóvenes que pudieran estar interesados en la vida sacerdotal. 

El obispo Jesús Vidal concluye que "la Iglesia sólo quiere el bien de la gente, y por eso hay que formar sacerdotes que den testimonio de la alegría del Evangelio". Como Nacho Peré.