¿Por qué se usa el color rojo en los funerales de los papas?
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"La tradición, en el entierro de los papas, siempre usa la casulla roja como signo del martirio, de dar la vida por Cristo", explica a RTVE.es el responsable de liturgia de la Conferencia Episcopal Española, Ramón Navarro. "Es como recordamos a Juan Pablo II y a Benedicto XVI", puntualiza el experto liturgo murciano.
El cuerpo del papa Francisco, revestido con casulla y estola roja en el interior del féretro, reposa en el suelo de la basílica de San Pedro. EFE / SIMONE RISOLUTI
El color rojo viene estipulado en el número 346 de la Instrucción General del Misal Romano donde se indica que los ornamentos rojos se usan “el domingo de Pasión y el Viernes Santo, el domingo de Pentecostés, en las celebraciones de la Pasión del Señor, en las fiestas natalicias de apóstoles y evangelistas y en las celebraciones de los santos mártires".
Además, cuando el papa preside los ritos exequiales de un cardenal, o cuando celebra la misa por el eterno descanso de los cardenales, usa ornamentos rojos. Esto es por una tradición que deriva de la Antigua Roma, en donde se usaban vestidos con franjas rojas si el difunto había sido cónsul o general, vestidos rojos si el muerto había sido censor como narra Polibio. A los pontífices difuntos se les reviste con ornamentos rojos. Y tras el Concilio Vaticano II, en las exequias papales los cardenales visten de rojo, según consta en el portal especializado en liturgia papal.
El criterio para elegir la tonalidad de la vestimenta no sigue cánones estéticos, sino que va mucho más allá y tiene un significado litúrgico. Los colores utilizados por los celebrantes durante la liturgia son el verde, el rojo, el morado y el blanco. En menor medida, y para momentos muy concretos, también se utilizan el azul —fiesta de la Inmaculada— y el rosa —tercer domingo de adviento—.
Los colores durante el año litúrgico
El año litúrgico es el calendario de la Iglesia y no coincide con los doce meses del año. Se guía más por los ciclos de la luna y del sol. En él, se recuerdan y se reviven los momentos más importantes de Jesucristo y de la Iglesia.
Los ornamentos litúrgicos morados se utilizan en adviento, cuaresma y difuntos (a excepción de los papas y cardenales, que se usa el rojo de los mártires y el Espíritu Santo). Esto se debe a que es un color discreto y serio. El adviento ayuda a prepararse a celebrar la Navidad y la cuaresma a vivir bien la Pascua. El morado simboliza la penitencia y la austeridad.
Traslado del féretro del papa Francisco, revestido con casulla roja, a la Basílica de San Pedro para su velatorio y funeral. EFE
El blanco es el símbolo de la santidad de Dios y se utiliza en Pascua y Navidad así como en las celebraciones de la Virgen maría, los ángeles y los santos que no son mártires. Simboliza la paz, la serenidad, la pureza y lo divino.
El verde es el color del tiempo ordinario que no celebra un misterio particular sino la totalidad de la vida de Jesús: su predicación y misión, por eso es el más habitual en las celebraciones católicas de los domingos. Este tiempo ordinario es el que va después de Navidad hasta Cuaresma y después de Pascua hasta Adviento. El verde es símbolo de naturaleza y vegetación, de fecundidad, abundancia, vigor y reflorecimiento.
