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El Parlamento británico aprueba una ley de emergencia para evitar el cierre de la siderúrgica British Steel

  • El Gobierno asumirá el control de la planta de la acerera en Scunthorpe, en el noreste de Inglaterra
  • La compañía, propiedad de la china Jingye, acumulaba unas pérdidas diarias de 700.000 libras
El Parlamento británico aprueba en una sesión extraordinaria el rescate de British Steel
RTVE.es / EFE

El Parlamento británico ha aprobado este sábado, en una sesión extraordinaria, el proyecto de ley de emergencia para evitar el cierre de la siderúrgica British Steel y salvar 2.700 puestos de trabajo y muchos otros en la cadena de suministros.

Después de varias horas de debates, las dos cámaras del Parlamento —Comunes y Lores— han dado el visto bueno a la pieza legislativa denominada Proyecto de Ley (Medidas Especiales), que se convertirá en ley cuando reciba pronto la sanción del rey Carlos III.

Una vez sancionada, el Gobierno asumirá el control de la planta de British Steel en Scunthorpe, en el noreste de Inglaterra, después de que las negociaciones con la propietaria china, Jingye, no prosperaran por considerar ésta que la compañía acumulaba unas pérdidas diarias de 700.000 libras (unos 840.000 euros). Jingye argumentaba que los altos hornos de Scunthorpe no son sostenibles y atribuía la situación a las dificultades del mercado.

Funcionarios del Gobierno se encuentran en Scunthorpe para hacerse con el control de la planta en cuanto el texto legislativo sea sancionado por el jefe del Estado británico, según ha informado la BBC.

Esta ha sido la primera vez desde la guerra de las Malvinas de 1982 en que los diputados son convocados a una sesión de emergencia parlamentaria durante un receso de Semana Santa, lo que pone de manifiesto la urgencia del Ejecutivo por salvar British Steel.

El ministro de Empresa, Jonathan Reynolds, ha defendido la convocatoria del Parlamento, por considerar que se trata de "circunstancias excepcionales" que "requieren medidas excepcionales" ante "momentos excepcionales".

Reynolds ha explicado que el Gobierno ha negociado de buena fe con Jingye y "ha trabajado incansablemente para encontrar una solución, ofreciendo un generoso apoyo a British Steel que incluía condiciones razonables y sensatas para proteger a la fuerza laboral". Sin embargo, la empresa china, ha añadido, quería mucho más dinero del que se ofrecía, pero resultó una cantidad "excesiva".

El Gobierno tiene que decidir la fórmula del rescate

En los últimos días fue "evidente", ha dicho Raynolds, que la intención de Jingye era negarse a comprar suficiente materia prima para mantener los altos hornos en funcionamiento y que, además, la intención era cancelar y negarse a pagar los pedidos existentes.

El Gobierno avisó de que si los altos hornos de la planta de Scunthorpe se cierran de forma imprevista, nunca podrán reabrirse porque el acero se solidifica en ellos y no se puede hacer nada.

El Ejecutivo laborista tendrá que decidir ahora si busca un comprador privado para la planta, si opta por la opción combinada de fondos públicos y privados o si, en cambio, decide su nacionalización.

El portavoz conservador de Empresa, Andrew Griffith, ha acusado al Gobierno de implementar un "plan de nacionalización fallido". "Este es un fracaso bajo la dirección del Gobierno, seamos claros. Estamos entrando en un túnel con una sola salida. Este es un plan de nacionalización fallido que revela que el Gobierno no tiene ningún plan", ha afirmado Griffith.

De haberse cerrado British Steel, el Reino Unido hubiera sido el único país del G7 —naciones más industrializadas— sin capacidad para producir su propio acero, además de ser vital porque se depende de ella para trabajos de infraestructura y el sector ferroviario.