Los aranceles al automóvil afectarán de forma "limitada e indirecta" a España, segundo productor europeo
- España apenas exporta vehículos a Estados Unidos, aunque es una potencia en la fabricación de componentes
- Los expertos dudan de la eficacia de imponer un arancel del 25% a los vehículos fabricados fuera del país


La última víctima de la guerra comercial desatada tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha sido el sector del automóvil. El presidente de Estados Unidos anunció la semana pasada un arancel del 25% a los vehículos fabricados fuera del país, una medida que a su juicio reportará millones de dólares a las arcas públicas y atraerá a fabricantes extranjeros a levantar plantas en suelo estadounidense para evitar los gravámenes.
La nueva tasa se aplicará a partir del próximo 3 de abril, pero su impacto ya se ha hecho notar en las Bolsas de todo el mundo. Uno de los grandes perjudicados vuelve a ser la Unión Europea, que tiene a EE.UU. como principal destino de sus exportaciones de automóviles, según los datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA, por sus siglas en inglés). En 2023 (último dato disponible), se exportaron cerca de 800.000 vehículos con un valor aproximado de 40.000 millones de euros.
Se espera que la onda expansiva también llegue a la industria española, aunque el impacto será "limitado e indirecto", coinciden las principales asociaciones del sector. España apenas exporta vehículos terminados a Estados Unidos, aunque es una potencia en la fabricación de componentes, que se utilizan para elaborar productos que tienen como destino final la industria norteamericana.
"En las piezas sí puede haber más impacto porque el 60% de las que lleva un vehículo hecho en Estados Unidos se hacen fuera del país", ha señalado en Las Mañanas de RNE el portavoz de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones ANFAC, Félix García.
El sector ya ha expresado su preocupación y coincide en señalar que la medida llega “en el peor momento”, cuando “la automoción en Europa está buscando su sitio en el mundo, reaccionando a la llegada de las marcas chinas y viendo de qué forma recupera la competitividad que ha perdido en los últimos años”. “Estos aranceles lo que hacen es poner todavía más en peligro esa competitividad”, ha lamentado a RTVE.es el director de Comunicación de la patronal de las asociaciones de concesionarios oficiales FACONAUTO, Raúl Morales.
Un sector clave para el crecimiento económico y el empleo
La industria de la automoción es clave en el tejido productivo español. Representa en torno al 10% del Producto Interior Bruto (PIB) y es responsable del 18% del total de las exportaciones españolas. "En una perspectiva comparada, el turismo, con todo lo que supone para la economía española, representa entre el 14 y el 15% del PIB", explica a RTVE.es el director del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de España, Raúl Mínguez.
También destaca su aportación a la creación de empleo de calidad: "Es un sector muy importante, no solamente desde el punto de vista cuantitativo, pues aglutina cerca de 900.000 puestos de trabajo en España, sino también desde el punto de vista cualitativo”, explica Mínguez, por su "elevada capacidad de innovación" y como "vector de recepción de inversión extranjera". Sin ir más lejos, España fue el segundo destino europeo preferido por las multinacionales para nuevos proyectos de automoción en los últimos cinco años.
Y es que hablar de automoción en España es hacerlo de liderazgo. Nuestra industria se ha convertido en la más productiva del continente con un promedio de 15,5 vehículos manufacturados por empleado al año, frente a los 5,4 de la media europea. A la vez, en España, la productividad real por hora trabajada en este sector es un 19,5% superior a la del conjunto de la economía.
Decenas de fábricas repartidas por todo el país
En total, hasta 11 provincias albergan alguna factoría dedicada a la producción de automóviles en España, repartidas a lo largo y ancho del país. Detrás de ellas, están grandes grupos como Volkswagen, Ford, Stellantis, Mercedes-Benz, Renault o Iveco.
“Al final tenemos aquí grandes empresas con fábricas clave en algunos territorios, que también generan a su alrededor un ecosistema industrial muy potente que excede a la propia industria de la automoción”, añade el director del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio. Precisamente, de acuerdo a un estudio de Caixabank Research, por cada euro generado directamente por la automoción, se originan aproximadamente 0,8 euros adicionales en el conjunto de la economía.
Segundo productor de automóviles de Europa
Pero la industria española de la automoción no solo juega un papel fundamental en nuestro país, sino que también es una de las más potentes a nivel internacional. España es el segundo productor de automóviles de Europa, solo superada por Alemania, y el octavo del mundo.
En 2023, nuestro país produjo 2.451.221 vehículos a motor, acaparando más del 17% del total de la Unión Europea y el 2,6% a nivel mundial, según datos de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA, por sus siglas en inglés).
Nueve de cada diez vehículos fabricados en España se exportan
De los casi 2,5 millones de vehículos fabricados en nuestro país, un total de 2.201.802 se destinaron a mercados internacionales (un 89%). El grueso de las exportaciones se concentra en el continente europeo (siete de cada diez), pero hay una creciente presencia en otros mercados como el africano, con los países del Magreb a la cabeza.
En el caso de los componentes, no existen cifras oficiales de unidades fabricadas, aunque sí de la facturación del sector. Según datos de la Asociación Española de Proveedores de Automoción SERNAUTO, la industria de proveedores de automoción facturó 41.529 millones de euros en 2023, de los que un 60% procedía de las exportaciones (25.140 millones)
La Unión Europea es el principal destino de las ventas españolas de la industria de proveedores, con un volumen de 16.655 millones de euros, representando más del 65% del total. Los principales socios comerciales dentro la Unión Europea fueron Alemania y Francia.
"El de la automoción es un sector totalmente interconectado y, lo que ocurre a nivel mundial, puede llegar a afectar al consumidor en última instancia. De esta forma, si las plantas europeas empiezan a fabricar menos vehículos porque no tienen demanda en Estados Unidos, eso puede provocar que se reclamen menos componentes españoles y, a su vez, que las compañías realicen posibles ajustes en la disponibilidad de determinados modelos", explica el director de Comunicación de FACONAUTO.
El sector de los componentes, el más perjudicado
Precisamente la industria de los componentes de automoción es la principal afectada por la imposición de estos aranceles. Estados Unidos es el octavo socio comercial del sector, con una cifra de facturación de 1.021 millones de euros, un 4% del total de exportaciones. "Aunque no es un porcentaje alto, es un mercado estratégico, con alto valor añadido”, explican desde SERNAUTO.
Solo en piezas de recambio, el sector exportó a EE.UU. casi 250 millones de euros, cifra que se ha mantenido sin apenas cambios en la última década (sin contar el año 2020 en plena irrupción de la covid), revela la Estadística del Comercio Exterior del Ministerio de Economía.
“Además, la industria española de componentes cuenta con una importante implantación productiva en países como México, para cubrir el abastecimiento y necesidades de la industria local (...) que a su vez es una de las principales partidas, de mayor valor comercial, de las exportaciones de esta economía a EE.UU. En consecuencia, sería de las más afectadas por la aplicación de aranceles”, advierten desde la asociación.
En lo que respecta a los vehículos, las ventas de coches españoles a Estados Unidos se desplomaron en 2024. España ya contaba con una insignificante cuota a este mercado en los años anteriores (se exportaron 51.703 vehículos en 2023) y la decisión de dejar de exportar el modelo de furgoneta Mercedes Vito que se produce en Vitoria y del modelo Ford Tourneo Connect, de Ford Almussafes, terminaron con dar al traste esta situación.
“En este sentido, las medidas arancelarias anunciadas por EE.UU. tienen un impacto limitado, por el momento. Desde España no se exportó ningún vehículo a EE.UU. en 2024 y todo apunta a que en 2025 continuemos por esta línea. Por tanto, la afectación sería muy limitada en este sentido para las fábricas españolas de automoción”, explica ANFAC, quien en cualquier caso rechaza las medidas proteccionistas anunciadas, puesto que "ninguna batalla comercial beneficia al consumidor ni a la industria, de ninguna de las partes afectadas".
Europa responderá "en consecuencia"
Ante este contexto, desde la Comisión Europea ya han avanzado que analizarán la medida y que responderán "en consecuencia". "Necesitamos ver cómo están formulando con precisión lo que quieren hacer y asegurarnos de que responderemos en consecuencia", señalaba el pasado jueves la vicepresidenta y comisaria de Competencia, Teresa Ribera.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su parte, pidió el viernes a EE.UU. que "recapacite" y renuncie a los aranceles anunciados, si bien ha advertido de que si los impone la UE responderá "con rapidez, proporcionalidad y unidad". "Donde otros buscan la confrontación, nosotros vamos a seguir tendiendo la mano al diálogo. Donde otros generan incertidumbre con las amenazas y los anuncios que están haciendo, nosotros aportamos certezas. Y donde algunos levantan muros, nosotros forjamos nuevas alianzas", ha dicho Sánchez.
El Gobierno trasladó el jueves pasado al sector de la automoción un mensaje "de apoyo y confianza", y el compromiso de "seguir acompañándolos en los retos venideros" en un encuentro entre los ministros de Economía, Carlos Cuerpo, y de Industria, Jordi Hereu, y las principales asociaciones de fabricantes.
Los expertos dudan de la eficacia de la medida
El objetivo de estos aranceles, según Trump, es atraer a fabricantes extranjeros para que levanten plantas en suelo estadounidense, si bien los expertos consultados dudan de su eficacia. “La competencia para poner una fábrica en cualquier parte del mundo es feroz y seguramente haya países mucho más competitivos”, apunta el director de Comunicación de FACONAUTO.
El portavoz de ANFAC, por su parte, cree que los máximos perjudicados serán los clientes americanos, ya que si esas piezas importadas tienen un gravamen del 25% "ningún fabricante ni de componentes ni de vehículos puede asumir ese incremento y lo trasladará al precio final".
Mientras que el director del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de España destaca que, dentro del escenario adverso que supone la medida, Trump "no ha hecho ninguna distinción por país", lo que en su opinión implica que "no se modifican los precios relativos de los bienes en el mercado internacional" y que "todos van a verse incrementados en la misma línea". Por tanto, "la posibilidad de sustitución del vehículo español por uno italiano, turco o mexicano, va a ser menor", recalca.
En cualquier caso, todos llaman a la Unión Europea a "ponerse las pilas" en lo que a competitividad en la industria del automóvil se refiere y a acelerar la puesta en marcha del Plan de Acción para el Sector de la Automoción, anunciado el pasado 5 de marzo, que establece un marco de actuaciones para reforzar la autonomía de la industria europea, apoyar la transformación verde y digital y mantener su liderazgo global.