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Jóvenes creyentes, críticos con el arcaico papel de la mujer en sus religiones: "Hay que despertar miradas"

Retratos en blanco y negro de cuatro personas con diferentes expresiones y vestimentas, sobre fondo lila y con bordes rosas.

"Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús". Esta cita del libro de Gálatas, del Nuevo Testamento, subraya que no existen diferencias entre individuos en el mundo, sino que, para Dios, todos somos iguales. ¿Pero es realmente así? ¿Cómo se practica el feminismo desde el cristianismo, el evangelismo, el judaísmo o el islam?

A la vista está que todavía se sigue luchando por la igualdad entre hombres y mujeres. De hecho, este pasado domingo, el movimiento Revuelta de Mujeres en la Iglesia convocó a múltiples feministas católicas en varias localidades españolas para reivindicar la igualdad efectiva en la institución religiosa. No todo son concentraciones, sino que también hay gestos que invitan a la acción. Por ejemplo, tras el asesinato de la joven iraní Mahsa Amini por parte de la policía al considerar que llevaba mal puesto el hiyab, feministas del país decidieron no ponérselo como protesta.

Aunque puedan parecer a simple vista religiones no tan afines, el feminismo trasciende los límites y tiene retos parecidos en iglesias, sinagogas e incluso mezquitas. RTVE.es ha hablado con varios jóvenes de distintas religiones para conocer cómo se vive el feminismo desde el cristianismo, el evangelismo, el judaísmo y el islam.

"El patriarcado ha secuestrado al Señor"

María Azargui es militante en la Juventud Obrera Cristiana (JOC), un movimiento juvenil que busca concienciar y evangelizar a la juventud de clase trabajadora. Este 8 de marzo, desde la organización elaboran una formación sobre el género para trabajar sobre su construcción social y cómo esta afecta a nuestras vidas en el día a día.

Desde que era bien pequeña, María asiste a las manifestaciones del Día de la Mujer, pero la de 2018 marcó un punto de inflexión en su vida. "Tenía 13 años. Recuerdo cómo estudiantes y profesoras vaciamos las aulas", expresa. "Por primera vez sentí la fuerza de las mujeres en la lucha".

María Azargui asiste todos los años a la manifestación del 8M en Madrid.

María Azargui asiste todos los años a la manifestación del 8M en Madrid. MARÍA AZARGUI

La joven, que estudia Ciencias Políticas y Sociología, se declara feminista, pero sostiene que serlo "no es ponerse una camiseta morada". "Ser feminista es una forma de vida que te hace ser consciente de la discriminación que sufrimos por el simple hecho de ser mujer", indica.

Pero no todo ha sido sencillo para ella, ya que incluso en la Iglesia se ha encontrado trabas. "Desde ciertos sectores se me ha tratado con condescendencia por ser mujer, como si mi papel estuviera predeterminado o mis ideas y aspiraciones fuesen secundarias", sostiene. Lo achaca a que la cuestión feminista "no siempre ha sido bien entendida en el seno de la Iglesia" al ser heredera de una tradición patriarcal. Pese a ello, cree que la incomprensión es mutua: "Por una parte, la Iglesia no siempre ha entendido al feminismo y, por otra, creo que el feminismo no siempre ha entendido a la Iglesia".

Para María, la presencia femenina en la Iglesia es "aplastante", ya sea en celebraciones religiosas, catequesis o voluntariado. Sin embargo, afirma que "se nos niega la palabra, la toma de decisiones y el liderazgo". Por ello, la joven considera que es hora de liberar al Señor, porque, a su juicio, el patriarcado lo ha masculinizado y secuestrado. "La Biblia enseña que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza. Esto significa que ambos tienen la misma dignidad y valor ante él", expresa.

"Lo que Jesús te quiere transmitir es que seas feminista"

Martín Centeno participa de manera activa en la JOC desde hace ocho años, pero la militancia viene de familia. Es consciente de que todavía hay mucho por avanzar, porque "solamente hace falta fijarse un poco para saber que todavía no se ha logrado esa igualdad que busca el feminismo". Martín hace autocrítica consigo mismo, al declarar que en algún momento ha podido tener algún comportamiento machista y lo atribuye a que vivimos en una cultura que normaliza el machismo.

Martín Centeno es militante de la Juventud Obrera Cristiana desde hace ocho años y sus padres también militaron.

Martín Centeno es militante de la Juventud Obrera Cristiana desde hace ocho años y sus padres también militaron. MARTÍN CENTENO

Aun así, reconoce a RTVE.es que sí asiste cada año a las manifestaciones del 8-M y defiende que no es solo feminista ese día. "Esto es una lucha que tiene que ser diaria", sostiene. Martín, apasionado de la trompeta y del baloncesto, se posiciona a favor del feminismo porque considera que "no es una lucha que solo atañe a las mujeres". "Aquí o arrimamos todos los hombros y entramos en el barco de concienciarnos y de informarnos, o no se puede llegar a lograr todo lo que reivindica el feminismo sano", explica.

Pese a que muchos sacerdotes tengan una visión más arcaica con respecto al feminismo, para Martín, "lo que Jesús te quiere transmitir es que seas feminista". "El buen cristiano, al igual que tiene que estar concienciado del problema de inmigración o de vivienda, también tiene que estarlo de lo que todavía falta por recorrer en el ámbito del feminismo", asegura.

El militante considera que todavía queda mucho por transformar dentro de la Iglesia. "Hay que despertar miradas y todavía queda bastante por lograr", subraya, y añade que el papel de la mujer en la institución religiosa actualmente "es complicado dentro de lo que la Iglesia le deja".

Además, piensa que Dios ama a todos y no puede dejar afuera a nadie. "Ante las injusticias y las desigualdades, creo que Dios nos invita a actuar desde su espíritu". Del mismo modo, Martín expresa que no puede concebir el catolicismo sin la figura femenina porque "el papel de la mujer ha sido importante para el Evangelio".

"Tuvimos que llamar feminismo a lo que se debió llamar cristianismo"

Miriam Araujo es enfermera y doctora en Ciencias de la Salud por la Universidad de Huelva, pero no deja de lado la fe. Es cristiana evangélica y se considera feminista, aunque recalca que entiende el feminismo como "un movimiento social y político de personas que defienden la equidad, la dignidad, el derecho y la valía de las personas". Asegura, incluso, que siempre ha sido defensora de los derechos de la mujer, "a veces ni siquiera sin saber que defendía los principios del feminismo".

Para ella, el Día de la Mujer "es una oportunidad para visibilizar la realidad que defiende el feminismo". Asegura que solo ha ido una vez a la manifestación del 8M porque hay cuestiones que, en su opinión, no le representan. "Dentro del movimiento feminista hay muchísimas corrientes que defienden algunas cuestiones que, para mí, no son defendibles o no son parte ni del movimiento feminista ni de la defensa de las mujeres".

La joven evangélica reconoce haber sufrido mucha más exclusión por ser cristiana evangélica que por el simple hecho de ser mujer. "Desgraciadamente, las diferencias en nuestro contexto y en nuestra sociedad son un motivo de discriminación", expone. En vez de amedrentarse, Miriam lucha "por que las diferencias no sean un elemento discriminatorio ni una justificación para el quitar una valía a una persona", e indica que "la diferencia es un enriquecimiento".

Desde su punto de vista, "Dios vería el feminismo actual con mucha tristeza". Atribuye como razón a que este "ha tomado valores que deberían haber sido defendidos por las personas que somos cristianas", pero que ha sido recogido por otro movimiento externo, no por la Iglesia. Aunque, de manera antónima, añade que Dios vería el feminismo "con alegría" al ver que se defienden los valores "que él mismo creó y construyó".

Miriam Araujo reconoce haber sufrido mucha más exclusión por ser cristiana evangélica que por el simple hecho de ser mujer.

Miriam Araujo reconoce haber sufrido mucha más exclusión por ser cristiana evangélica que por el simple hecho de ser mujer. MIRIAM ARUJO

"Me gustar decir que tuvimos que llamar feminismo a lo que se debió llamar cristianismo", declara Miriam. "Cuando Dios creó al hombre y a la mujer, lo hizo con la visión de que creó a dos seres diferentes", expone y agrega que "la diferencia no fue motivo de discriminación". Fue, en cambio, "una manera de representar su propia identidad en el hombre y la mujer […], todo lo que el hombre y la mujer como característica diferenciada tienen, provienen de su Creador". Por ello, incide en que, de alguna manera, Dios tiene los mismos principios que defendió el feminismo.

"El feminismo aún tiene muchas sinagogas a las que entrar"

Gabriel Izcovich reside en Barcelona y trabaja como periodista. Su familia proviene de Argentina, aunque tiene antepasados de Polonia, Ucrania y Rusia que migraron antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial. Profesa el judaísmo y, pese a que apenas ha pisado las manifestaciones del 8M, se considera feminista.

"La mujer en el judaísmo tiene un claro papel en la educación", expone Gabriel. "Los judíos tenemos a menudo una conexión especial con nuestras madres, que es incomparable a la que tenemos con nuestros padres", reflexiona.

Los judíos tenemos a menudo una conexión especial con nuestras madres, que es incomparable a la que tenemos con nuestros padres.

En su religión "es difícil decir que se combate la desigualdad", porque en la Torá, "Adán y Eva se quedaron sin Jardín del Edén por culpa de la mujer". En Israel, anota, los judíos ortodoxos tienen un comportamiento machista porque se pasan el día estudiando el libro sagrado mientras las mujeres se hacen cargo de los hijos.

Gabriel Izcovich pertenece a una comunidad judía liderada por una mujer rabino.

Gabriel Izcovich pertenece a una comunidad judía liderada por una mujer rabino. GABRIEL IZCOVICH

Pese a ello, Gabriel comenta que en el judaísmo reformista hay muchos judíos feministas y la mujer tiene un papel importante. Explica que rezan todos juntos y escuchan tanto a los hombres como a las mujeres.

Desde el punto de vista de Gabriel, "el feminismo aún tiene muchas sinagogas a las que entrar". En algunas, que funcionan como lugar de rezo y de vida comunitaria, se separa a mujeres y hombres para rezar. No obstante, Gabriel arroja algo de luz al asunto y revela que en su comunidad hay una mujer rabino, lo que, para él, no es habitual en religiones como el islam o el cristianismo. El hecho de que una mujer lidere un rezo "es una gran forma de hacer feminismo y de normalizar la figura de la mujer en altos puestos", expone.

"No creo que el judaísmo sea una religión contraria a la igualdad"

Hannah B. es otra joven judía, residente en Barcelona. Para ella, que se considera feminista, el 8M "es un día importante que tiene que seguir existiendo", pero incide en que "siempre hay que estar defendiendo el feminismo". Milita en la Federación de Jóvenes Judíos en España (FEJJE), desde donde trabajan en la sensibilización y visibilidad del feminismo a través de redes sociales.

Confiesa que ha vivido experiencias machistas por el hecho de ser mujer, pero nunca por el hecho de ser judía. "Mi identidad no es visible a simple vista a menos que lleve un símbolo que represente mi religión", explica a RTVE.es esta estudiante de Matemáticas.

"La Torá pone que todos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios", lo que significa que "cada persona tiene un valor único y que tiene que ser tratado con dignidad". En consecuencia, Hannah cree que el judaísmo defiende muchos valores que promueven la igualdad entre personas sin distinción de género. "Hay un principio que enseña a actuar con justicia y generar un impacto positivo en tu entorno", lo que para ella contribuye a la lucha por la igualdad.

En cualquier grupo o comunidad, pueden existir diferentes opiniones y posturas sobre el feminismo, pero Hannah no cree que sea una religión contraria a la igualdad. Tal y como explica, los valores del feminismo encajan con lo que el judaísmo siempre ha defendido. "Para nosotros los judíos, es parte de nuestra responsabilidad como personas luchar por la igualdad", expresa.

Hoy en día hay muchas mujeres que llevan sinagogas, que dan clases en ellas, que se encargan de eventos y ese rol de la mujer es igual de importante que el del hombre, pero es diferente.

La presencia femenina en instituciones judías se va haciendo cada vez más común. "Hoy en día hay muchas mujeres que llevan sinagogas, que dan clases en ellas, que se encargan de eventos y ese rol de la mujer es igual de importante que el del hombre, pero es diferente", explica Hannah.

"En el Corán, se otorgan derechos a la mujer"

Nawal (nombre ficticio), nació en Zaragoza y es hija de inmigrantes marroquíes. Esta enfermera es feminista y celebra el 8M, aunque destaca que lo más importante es que vota y actúa en consecuencia. Por otro lado, se considera independiente y empoderada. "Nada de esto entra en conflicto con mi fe, el islam, que me da los valores para ser mi mejor versión", manifiesta a RTVE.es.

Esta joven determina que el islam no es incompatible con el feminismo. "En el Corán, se otorgan derechos a la mujer, como por ejemplo el derecho a la educación, a la propiedad privada, a trabajar, a elegir cónyuge y al divorcio e incluso a votar", explica Nawal, y recalca que conseguir esos derechos fuera del islam llevó más tiempo.

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Feminismo e islam en la antesala del 8M

En el islam, la mujer "puede tener el papel que quiera o que Dios le haya destinado". "Hay ciertos mandatos sobre hábitos de vida, conducta, vestimenta, oración... que se alienta a seguir para mujeres y para hombres", indica esta joven enfermera.

"La mezquita no espera nada de ti", expresa Nawal. "No hay una jerarquía de poder dentro de la religión ni está representada por una entidad", agrega. En este lugar, "son todos iguales ante Dios", aclara la joven y especifica que hay "unos con más conocimientos que otros, que se encargan de difundir la palabra de Dios basándose exclusivamente en los textos originales". Por otro lado, la joven no quiere declarar sobre qué pensaría Alá sobre el feminismo.

"Creo que se ha llegado muy lejos pero que todavía nos queda lucha", opina. Además, espera que "el auge de ciertos movimientos políticos que niegan la necesidad del feminismo no cale entre la juventud y deshaga tanto camino ya recorrido".

Defensores y críticos con el feminismo

Para Nawal, el feminismo se ha construido durante tantos años "a las espaldas de mujeres que sacrificaron mucho para que otras que venimos después lleguemos donde queramos llegar". Por ello, y coincidiendo con María, es un movimiento que "no puede estar de moda". Miriam discrepa al considerarlo "desgraciadamente" una moda y critica que se defienda el feminismo pero que luego sus defensores no puedan llevar a su realidad diaria el discurso que elaboran.

Para Hannah, la presencia del movimiento en redes sociales "es una señal de que cada vez hay más conciencia sobre la importancia de la igualdad de género". Gabriel considera que "es bueno y esencial para avanzar", aunque "debemos avanzar de forma paulatina". También alerta de que "vuelven ideas franquistas entre los jóvenes", muchos de los cuales reniegan del feminismo. Por su parte, Martín concluye que va a seguir haciendo el ruido que pueda y continuará yendo a las manifestaciones.

En el pasado, Teresa de Jesús, Seneca de Falls, Regina Jonas o Nawal al-Saadawi lucharon por el feminismo dentro de sus respectivas religiones. Ahora, estos seis jóvenes llevan el feminismo por bandera dentro de sus religiones, pese a que no siempre sea fácil. Martín, María, Miriam, Gabriel, Hannah y Nawal son solo un ejemplo en el presente, pero la lucha por la igualdad, ya sea en instituciones religiosas o en la sociedad en general, continúa otro 8M más.