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El déficit cerró en el 3,7% el pasado año, por debajo del objetivo, según avanza Sánchez

  • En la sesión de control en el Congreso, el presidente del Gobierno asegura que se cumple con un margen de dos décimas
  • Los datos definitivos los publicará Hacienda el próximo 27 de marzo

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El déficit público cerró en el 3,7% del PIB en 2023
Billetes y monedas de euro GETTY IMAGES

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha avanzado este miércoles que España cerró 2023 con un déficit público del 3,7% del PIB, dos décimas por debajo del objetivo comprometido con Bruselas (3,9 % del PIB).

Durante la sesión de control al Gobierno, Sánchez ha subrayado que el Gobierno amplía derechos "con responsabilidad fiscal" y el buen desempeño económico ha permitido "cumplir con los objetivos (de déficit) que nos habíamos marcado".

Una tasa que, según Sánchez, supone cumplir con los objetivos fiscales que el Gobierno se había marcado previamente, en línea con un proyecto de país marcado por el "diálogo, la convivencia, la responsabilidad fiscal, el crecimiento económico, la creación de empleo y derechos". "Eso es gobernar, y por cierto, gobernar bien", ha remachado el presidente.

Crecimiento del PIB

Sánchez ha recordado que ha sido el propio comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, quien ha dicho que España "está en mejor forma que la Unión Europea", de modo que el país crece "cinco veces más que la media de la zona del euro", cuenta con uno de los datos de inflación más bajos, con casi 21 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social y una tasa de temporalidad del 16%. 

El déficit público se calcula en relación al Producto Interior Bruto, así la diferencia entre los ingresos y gastos del Estado en valor absoluto es menor porcentualmente cuanto mayor es la riqueza que mide el PIB.

De acuerdo a la agenda del Ministerio de Hacienda, el próximo 27 de marzo se publicarán los datos de cierre de ejecución presupuestaria de 2023, el último año en que permanecen en suspenso las reglas fiscales europeas. 

El dato avanzado este miércoles ahonda en la corrección del déficit experimentada desde la pandemia, cuando el desfase presupuestario llegó a alcanzar el 10,1% del PIB en 2020, para después reducirse al 6,7% del PIB en 2021 y el 4,7% del PIB en 2022. El crecimiento económico ha disparado la recaudación tributaria, y todo apunta a que perderá intensidad ante la moderación del PIB y el incremento de partidas como el salario de los empleados públicos o los intereses de la deuda.

Objetivo del 3 % del PIB para 2024 

El objetivo de déficit público para este año, recogido tanto en el programa de estabilidad remitido a Bruselas en abril como en el plan presupuestario enviado en octubre, es el 3% del PIB, lo que supone cumplir con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (que no permite un desfase por encima de esa cifra).

Este objetivo comprometido con la Comisión Europea se mantiene aunque el Senado haya tumbado la senda de estabilidad, que solo afectaba al reparto del déficit por subsectores pero no a la cifra general.

Tampoco se ve afectado por la decisión del Gobierno de no presentar presupuestos en 2024, un hecho que, coinciden los expertos, podría incluso ayudar a cumplir el objetivo, ya que la prórroga presupuestaria congela partidas de gasto y dificulta que se adopten nuevas inversiones.

Reactivación de las reglas fiscales 

El cumplimiento del objetivo de déficit es especialmente importante en 2024, ya que es el año en el que se reactivarán las reglas fiscales europeas, suspendidas desde 2020, lo que suponía que no había metas vinculantes ni, por tanto, consecuencias en caso de incumplimiento. En cualquier caso, se trata de un ejercicio de transición, ya que se espera que en 2025 entren en vigor las nuevas reglas fiscales acordadas por los Veintisiete, todavía pendientes de aprobar.

Estas nuevas reglas, que pretenden ser más flexibles y fáciles de aplicar, mantienen los topes del 3% y del 60% sobre el PIB del déficit y de la deuda, pero dan más libertad a los países para diseñar sus planes de ajuste, que serán a cuatro años -siete si se hacen ciertas inversiones-. 

El primero de estos planes se tendrá que presentar en septiembre de este año y se baraja la posibilidad de que también se retrase hasta después de verano la presentación del programa de estabilidad (que habitualmente se entrega en abril) ante el retraso en la aprobación de las reglas y las inminentes elecciones europeas.

Para 2024 la Comisión Europea fijó una recomendación específica para España de que el gasto primario neto nacional no se incremente por encima del 2,6%, una limitación que según el programa de estabilidad se cumplirá.