Enlaces accesibilidad

Elon Musk sufre un boicot en los países nórdicos por los derechos sindicales de los trabajadores de Tesla

  • El multimillonario lleva cinco años negando un convenio colectivo a 130 empleados en Suecia
  • Solo representan el 0,1% de su plantilla, pero las consecuencias se extienden hasta a grandes inversores del entorno

Por
Elon Musk se enfrenta a Suecia por los derechos sindicales de los trabajadores de Tesla

Elon Musk se enfrenta a un boicot en defensa de un grupo de trabajadores de Tesla en Suecia. El multimillonario, poco amigo de convenios y sindicatos, se ha dado de bruces con el modelo laboral del norte de Europa. El dueño de Tesla, Space X o la red social X, entre otros,  lleva cinco años negando un convenio colectivo a 130 trabajadores de la empresa automovilística en Suecia.

Representan el 0,1% de su plantilla en todo el mundo, así que, probablemente, Musk lo consideró un conflicto menor. Pero lo que empezó como una huelga en siete talleres suecos se ha convertido en un paro internacional.

En Dinamarca, Finlandia y Noruega los estibadores han respondido al magnate nortamericano impidiendo que los coches de Tesla entren en los puertos. Empleados de empresas eléctricas se niegan a mantener sus estaciones de carga, el servicio postal no entrega las placas de las matrículas y, a partir del 24 de diciembre, el de limpieza tampoco le recogerá la basura.

El método de Musk choca con entorno laboral nórdico

"Lo que tiene que hacer es sentarse a negociar un convenio colectivo", explica un huelguista. En Suecia,  nueve de cada diez trabajadores están amparados por estos acuerdos. Es la clave de la paz social.

"La mayoría de las veces se reclaman mejoras salariales pero aquí tenemos un empresario que ni siquiera tiene convenio, es una situación realmente excepcional", explica la directora del instituto de mediación sueco.

El problema se le va haciendo cada vez más grande a Elon Musk, porque ahora un grupo poderoso de inversores nórdicos le ha dado un aviso. Le han mandado una carta defendiendo el modelo del mercado laboral sueco, es decir, los convenios colectivos, y pidiéndole que reconsidere su enfoque hacia los sindicatos. El mayor fondo de pensiones de Dinamarca ha dado un paso más y ya ha vendido todas sus acciones de Tesla.