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El PP insiste en la investidura "difícil pero no imposible" de Feijóo y mueve ficha tras el 'no' de Sánchez

  • Dirigentes populares valoran como un "avance" los primeros contactos y seguirán negociando la próxima semana
  • Pese a ello, Feijóo reconoce que "es posible" que no gobierne y culpa a Sánchez por sus "pactos anti-Estado"

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El PP insiste en la investidura de Feijóo y mueve ficha tras el no del PSOE
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a su llegada a la reunión con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez

El PP se mueve estos días entre la confianza en dar un golpe de efecto que permita a Alberto Núñez Feijóo conseguir los apoyos necesarios para su investidura y la posibilidad real de fracasar en el intento, una negociaciones que paralelamente han coincidido con el anuncio de un pacto para gobernar en la Región de Murcia cediendo a las peticiones de Vox y evitar así una repetición electoral. A poco menos de un mes de la celebración del Pleno del Congreso, el líder popular sigue sin tener amarrados los cuatro votos que le faltan y, tras el ‘no’ del PSOE, seguirá negociando con los grupos -a excepción de EH Bildu- para salvar la investidura y formar gobierno.

Los populares creen que la primera semana de contactos culmina con “avances importantes”, después de la reunión con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y la conversación con el lehendakari, Íñigo Urkullu. Para el coordinador general del PP, Elías Bendodo, con estos encuentros Feijóo ha demostrado tener "altura", anteponiendo los intereses de España por encima de los partidistas. "España necesita cambiar de rumbo, dejar de estar centrada en los intereses de los independentistas por los de los españoles", señaló a su vez el vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta, Borja Sémper.

Feijóo sigue apostando por su estrategia de hablar con todos y “defender la igualdad de los españoles”, aunque eso "le cueste la Presidencia del Gobierno". Y es que el presidente del PP ya reconoce que “es posible” que no gobierne, algo que ha atribuido a los "pactos anti-Estado" del presidente del Gobierno en funciones para mantenerse en el cargo.

“Es difícil, pero no imposible”, apuntan desde la dirección del partido, que se reunirá el próximo lunes en Génova para seguir trabajando en la hoja de ruta para la investidura, aunque aún no han concretado fechas para los siguientes encuentros. De momento, Vox ha anunciado una reunión entre Feijóo y Abascal, sin decir cuándo. Y Sumar ha avanzado que irá a la ronda de contactos del PP, aunque no su líder, sino la portavoz en el Congreso, Marta Lois.

De momento, el PP cuenta con 172 votos atados -tras el ‘sí’ de los diputados de Coalición Canaria y UPN y el apoyo “sin condiciones” de Vox-, a solo cuatro de la mayoría absoluta.

La abstención del PSOE, una opción inviable

La semana arrancaba con un anuncio: Feijóo llamaría a Sánchez para concertar una reunión "al más alto nivel institucional y político” para hablar de la investidura. Coincidiendo con la formación de los grupos parlamentarios en el Congreso, el Comité de Dirección del PP creyó conveniente cerrar un encuentro con el líder de la segunda formación más votada con el fin de "allanar un camino nuevo en la política española".

La intención no era otra que pedir al PSOE una abstención que facilitase la investidura de Feijóo, algo que de antemano ya habían rechazado los socialistas. Sánchez aceptó la invitación dentro de la “absoluta normalidad democrática” y, tras intercambiar algunos mensajes de texto, la cita quedó fijada para el miércoles en el Congreso.

Tal como se esperaba y tras una hora reunidos, el encuentro terminó sin avances. Feijóo pidió a Sánchez que se abstuviera a cambio de una legislatura de dos años basada en el cumplimiento de seis pactos de Estado, a lo que el jefe del Ejecutivo en funciones respondió proponiendo la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) antes del 31 de diciembre, con independencia de quién sea elegido finalmente presidente.

Ambas propuestas cayeron en saco roto y, como en encuentros previos, terminaron en reproches cruzados a uno y otro lado. "He ofrecido pactos de Estado, pero Sánchez prefiere acuerdos con el independentismo. He pedido centrar la legislatura en la economía de las familias, sobre su empleo (...) pero él prefiere negociar sobre amnistías y referéndums”, criticó Feijóo. "Para cumplir seis pactos de Estado, hay que cumplir el más básico: el pacto de la Constitución, es decir, renovar el CGPJ", respondió la portavoz del PSOE, Pilar Alegría.

El diálogo con los socialistas era una de las opciones preferidas por los populares, en esa búsqueda de un acuerdo por "la centralidad" que desactive la influencia de los independentistas, si bien dentro del partido también hay voces críticas. La última, la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha calificado de "bisoños" los intentos de Feijóo de negociar con el PSOE.

En busca del ‘sí’ del PNV

Tras el rechazo del PSOE a una hipotética abstención, la alternativa de los populares pasa por conseguir el apoyo del PNV. Y es que el ‘sí’ de los cinco diputados de la formación vasca serían suficientes para llevar a Feijóo a La Moncloa en primera vuelta.

Los de Andoni Ortuzar, sin embargo, han cerrado la puerta al PP en varias ocasiones. Según alegan, Feijóo ha "cruzado una línea roja al meter a Vox en las instituciones", por lo que el PNV no entrará "de ninguna manera" en dicha ecuación. Ni siquiera se lo plantearon ante el hecho de que la formación de Santiago Abascal decidiese no formar parte de un hipotético Gobierno.

Pese a ello, desde el PP no desisten de su empeño y seguirán trabajando en el ‘sí’ de la formación vasca. Esta semana, el líder del PP mantuvo una conversación con el lehendakari -tras el rechazo a reunirse presencialmente-, que Feijóo tildó de "franca y provechosa". En ella, Urkullu le instó a hablar con su partido para tratar el debate de investidura, si bien volvió a mostrar reticencias por su relación con la formación de extrema derecha.

Consciente de la importancia que en general los partidos nacionalistas tienen en esta investidura, y en particular el PNV, el lehendakari planteó este jueves celebrar una convención constitucional que permita "pactar una interpretación de la Constitución" sobre la cuestión territorial y "avanzar en el carácter plurinacional del Estado". Dicha propuesta ha introducido un nuevo elemento en las conversaciones del PP y PSOE con las demás fuerzas de cara a la investidura, si bien las dos principales fuerzas políticas muestran reticencias por el momento.

El PP no tira la toalla…

Pese a la falta de resultados tangibles, para el PP ambas citas representan “avances importantes” y creen que ese es el camino a seguir durante el mes que resta hasta el pleno de investidura.

"Con el lehendakari se ha avanzado, podemos seguir dando pasos, y creo que es bueno que el PNV escuche nuestras propuestas", declaró Bendodo en una entrevista en Onda Cero. En lo que respecta a Sánchez, el coordinador general del PP sacó pecho de la "madurez" y el "impulso democrático" de su presidente, frente a un Sánchez que a su juicio solo busca "seguir atornillado al sillón de la Moncloa".

En el PP son conscientes de lo "difícil" que será sacar adelante la investidura de Feijóo, si bien rechazan "quedarse de brazos cruzados". "La alternativa es mucho peor y además no cumpliría con el mandato de las urnas, en las que a nosotros nos han votado más de ocho millones de personas", puntualizó Sémper en una entrevista en Cadena Ser.

El dirigente del PP recordó que tienen el mandato del rey de intentar conformar gobierno y que intentarán en el "poco menos de un mes" restante hasta la sesión de investidura obtener el resto de votos favorables necesarios. "Yo en esta vida no doy nada ni por perdido ni por ganado", espetó.

En caso de que Feijóo finalmente no consiga el apoyo del PNV, les quedaría una última baza: el ‘sí’ de Junts per Catalunya. Pese a las críticas al PSOE ante un hipotético pacto con “un prófugo de la justicia” -en referencia al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont-, los populares no rechazan ahora sentarse con ellos para conseguir su apoyo: "No hablamos de negociar con Junts, sino de intentar una investidura", remarcó Sémper. Ni las duras críticas del líder del PP en Cataluña, Alejandro Fernández -quien ve inviable que los populares negocien con los posconvergentes-, han frenado la vía del diálogo con el partido de Puigdemont: "¿Por qué les molesta tanto que estemos abiertos a escuchar?", remarcaba Feijóo.

Precisamente esta semana, Puigdemont negó que esté manteniendo negociaciones con algún partido, ni tampoco que se haya presentado algún proyecto de amnistía. Y anunció que el próximo martes, 5 de septiembre, hablará en Bruselas sobre el marco que fija JxCat para abrir negociaciones, consciente de que sus votos son necesarios tanto para Feijóo como para Sánchez.

… aunque Feijóo admite que "es posible" que no gobierne

Ante este contexto, y pese al optimismo de su equipo, el líder del PP ya admite que “es posible” que no consiga el respaldo del Congreso para ser investido presidente del Gobierno.

Feijóo, que sigue defendiendo su derecho de acudir a la investidura por ser el "ganador de las elecciones", irá a la misma a exponer su alternativa al "chantaje" que en su opinión representa el presidente del Gobierno en funciones. Y lo hará, dijo en el acto de inauguración del curso político, aunque esta posición le cueste el "no" de la Cámara Baja, que recibirá con "dignidad" y "determinación".

Para ese hipotético escenario, no obstante, aún quedan más de tres semanas. Hasta que se celebre la investidura los días 26 y 27 de septiembre, los populares seguirán intentando recabar apoyos entre los grupos parlamentarios, apurando la ronda de contactos hasta el último momento y ampliándola a los presidentes autonómicos. El líder de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, ya ha descartado la reunión y, en cuanto al resto, todavía no se conocen detalles. Solo los dirigentes del PP han confirmado su disposición.

“Este proceso de investidura puede no llevarme a la presidencia del Gobierno, pero defender la igualdad de todos los ciudadanos merece la pena. No voy a adquirir una deuda que perjudique a los intereses de los españoles mientras me beneficie a mí”, concluyó. Está por ver si el PP esconde algún as bajo la manga.