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De los pactos de Aznar con PNV y CiU a Vox como única opción para Feijóo: el PP busca pero no encuentra

  • El rotundo 'no' del PNV deja al PP sin opciones de articular una mayoría a pesar de que se reivindica como la fuerza ganadora
  • En 1996 Aznar llegó a La Moncloa de la mano de CiU y el PNV y Rajoy arrancó el apoyo de los vascos a sus presupuestos

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Feijóo conversa con Abascal en el desfile del Día de la Fiesta Nacional el pasado 12 de octubre
Feijóo conversa con Abascal en el desfile del Día de la Fiesta Nacional el pasado 12 de octubre

Desde que el PP ganara las elecciones generales del 23J con una mayoría insuficiente que no le permite gobernar solo, reivindica cada día ese triunfo y se erige como el partido que debe mandar en el país. Pero se topa con una tozuda realidad parlamentaria que no permite su objetivo. El callejón sin salida sigue para el PP.

No encuentra, por más que busca, otro aliado fuerte que no sea Vox y, atado a la extrema derecha ya en cuatro comunidades autónomas (Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura y Aragón) y cientos de ayuntamientos, el rechazo por parte del resto de fuerzas políticas es total y absoluto. Y ese resto lo conforman en el arco parlamentario partidos nacionalistas e independentistas.

En España de forma tradicional PP y PSOE han pactado con estas fuerzas en diferentes legislaturas. Lo han hecho Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Pero el 'no' con el que se encuentra ahora Alberto Núñez Feijóo es rotundo por parte del PNV. Se ha abierto incluso el PP a negociar con Junts "en el marco de la Constitución".

El PP carga de forma virulenta contra el 'gobierno Frankenstein' que pretende Sánchez, de la mano de un pacto multipartito con Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG y pone el grito en el cielo al remarcar que Sánchez está en manos del expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, prófugo de la justicia española, cuyos votos son efectivamente claves y definitivos para que el PSOE se mantenga en el poder.

Cuando el PP sí pactaba con nacionalistas

Pero no es la primera vez que una fuerza de corte nacionalista tiene en su mano facilitar el gobierno de la nación. Y mientras el PP sí encontró aliados por ese flanco en 1996, de la mano de Aznar, y en 2016, de la de Rajoy, ahora Feijóo se topa con un muro en el que pone 'no'.

En 1996 José María Aznar unió los votos del PP a los de CiU, PNV y Coalición Canaria para llegar a La Moncloa. En una suma que ahora parece imposible e impensable, PP, CiU, PNV y CC obtuvieron 181 votos a favor frente a los 166 en contra de PSOE, IU y Grupo Mixto.

Aznar firmó así el Pacto del Majestic gracias a diputados de CiU y PNV que años atrás hicieron presidente también a Felipe González. Eran tiempos en los que esas fuerzas podían mirar a derecha y a izquierda sin problema si obtenían réditos políticos a cambio.

El PNV se abstuvo en la investidura de Rajoy de 2012, a pesar de la mayoría absoluta del PP. El exlíder del PP también consiguió alcanzar acuerdos con los nacionalistas y en la legislatura que arrancó en 2016 el PP sacó varios presupuestos generales del Estado con el apoyo de un PNV que ahora le dice 'no' al solo hecho de sentarse a hablar con Feijóo. El motivo no es otro que Vox, partido que ha llegado a amenazar con la ilegalización de fuerzas independentistas.

Desde el PNV ven como un suicidio acercarse a un PP atado a Vox a un año de las elecciones autonómicas en el País Vasco. Y Vox apunta ahora a una mayor radicalización con la salida de Iván Espinosa de los Monteros y la caída de la balanza hacia el sector más radical y conservador en el que Jorge Buxadé marca el paso.

Ya en 2015 comenzaron los problemas en el PP para configurar mayorías parlamentarias. Rajoy ganó las elecciones con 123 diputados, catorce menos que los que tiene ahora, y encontró serias dificultades para buscar los apoyos para ser investido. Tantas que por primera vez un candidato vencedor de unos comicios declinó el ofrecimiento del rey para acudir al pleno de investidura. Ahora no parece que Feijóo vaya a rechazar ese ofrecimiento del rey e iría a una investidura, aunque esta fuese fallida.

En ese momento Rajoy, en la misma línea que lo planteado ahora por Feijóo, llamaba a una mayoría constitucional y en esa mayoría él incluía entonces a PP, PSOE y Ciudadanos. Pero ahora ese tercer actor político en el sector de derecha ya no es Ciudadanos, sino que es Vox y eso todo lo cambia.

Rajoy no fue capaz entonces de consolidar una mayoría y finalmente se repitieron las elecciones generales en 2016. El PP subió entonces a 137 escaños, exactamente los mismos que ha logrado ahora Feijóo, y solo con una traumática abstención del PSOE, Rajoy fue ese año investido presidente del Gobierno. Ahora el PSOE ni se plantea dicho escenario y culpa al PP de haberse vinculado a Vox con sus pactos de gobierno.

Desde entonces, el PP ha aumentado su dificultad para encontrar socios parlamentarios, mientras el PSOE ha conseguido configurar lo que primero se denominó el bloque de la moción de censura para, en 2018, hacer presidente a Sánchez y tumbar a Rajoy; y después, el bloque de la investidura, tras ganar Sánchez las dos elecciones generales de 2019.

25 diputados claves para la investidura y ninguno dispuesto a pactar con PP

Ahora de nuevo hay 25 diputados de fuerzas independentistas y nacionalistas- ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6) y PNV (5)- que decidirán con su voto hacia donde va el país.

De momento no hay nada cerrado, pero mientras que Sánchez sí tiene opciones de fraguar una más que complicada y enrevesada mayoría, Feijóo parece abocado a no poder sumar, por mucho que insista el PP en su legitimidad para gobernar por ser la lista más votada.

El PP solo podría sumar sus 137 diputados a los 33 de Vox y los dos de UPN y CC, que se quedan en 172, a cuatro de la mayoría absoluta. El PSOE trabaja para poner bajo un mismo paraguas, el del 'sí' a su investidura, a todos los demás, lo que le llevaría a los 178 diputados a favor, superando en dos la mayoría absoluta.