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Turismo

Viajar en una Semana Santa marcada por la inflación: "Todo está más caro, pero no vamos a cambiar nuestro plan"

  • El precio por noche será de 155 euros, un 22% más que en la temporada del año pasado, según el portal eBooking.com
  • El sector prevé que la buena meteorología y las reservas de última hora impulsen los niveles de ocupación

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Viajar en una Semana Santa marcada por la inflación: "Todo está más caro, pero no vamos a cambiar nuestro plan"
Unos bañistas en una playa de la localidad barcelonesa de El Masnou.

Cada vez queda menos para que comience la Semana Santa y, a pesar de los ecos de la inflación -que se ha moderado en marzo hasta el 3,3%-, muchos ultiman sus planes de viaje. Andrea y Carlos están terminando de organizar una escapada a Valencia con menos de una semana de antelación. "Nuestra intención es irnos tres o cuatro días", cuenta ella, y ahora están centrados en comparar la oferta que ven en las webs de hoteles y apartamentos turísticos: "Hemos visto que todo está más caro, pero eso no va a hacer que cambiemos nuestro plan: ni el destino ni el hecho de irnos de vacaciones".

En su caso, no han podido planearlo con más antelación por motivos laborales. Van a ir en coche y, para mayor comodidad, quieren un alojamiento que también incluya desayuno, pero es ahí donde se les dispara el presupuesto. "Hemos visto una diferencia de 40 euros para dos noches entre la opción que incluye el desayuno y la que no, y nos parece bastante", explica Andrea. A pesar de ello, cuenta que llevan cinco meses sin irse de vacaciones y, por tanto, han reservado dinero y ganas para esta escapada: "Vamos a poner por delante descansar y disfrutar antes que mirar cuánto nos vamos a gastar".

"Vamos a poner por delante descansar y disfrutar antes que mirar cuánto nos vamos a gastar"

En este escenario, desde el sector destacan la importancia de las reservas de última hora. "La mayoría de reservas se están produciendo con plazos de entre 14 días y 24 horas antes de la fecha de entrada", cuenta a RTVE.es Nuria Montes, secretaria general de la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (HOSBEC).

Las agencias, por su parte, no creen que la inflación vaya a lastrar la demanda y esperan que las reservas suban entre un 10 y un 15% con respecto a la Semana Santa de 2022, según la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVe).

Esto, sumado a que esta temporada es muy sensible a la previsión meteorológica, hace que el sector espere que la ocupación pueda seguir aumentar en los próximos días. "Si hay sol y buen tiempo, creemos que será una Semana Santa exitosa, a pesar de que los precios han subido de media un 20% con respecto al año pasado", matiza Nuria Montes.

Ganas de salir y, al mismo tiempo, asumir que viajar será más caro. Esta es la filosofía de aquellos que han decidido irse de vacaciones en una Semana Santa en la que precio por noche será de 155 euros de media, un 22% más que los 127 euros de la temporada del año pasado, según datos de eBooking. com, que también revelan que el 72% de las reservas son a destinos nacionales y que se concentran en Madrid, Sevilla, Granada y Barcelona.

Más antelación y nuevas fórmulas de viaje para ahorrar en vuelos y hoteles

Carla y Pablo también han decidido irse cuatro días fuera de España, desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Pascua. Van a hacerlo mediante Drumwit, una modalidad en la que han escogido la fecha y el número de noches, pero no sabrán el destino al que van a ir hasta dos o tres días antes del vuelo. "Lo elegimos porque ya lo conocíamos y nos gustó y, además, nos ha salido mucho más barato", explica Carla a RTVE.es.

No obstante, no era su primer plan y estuvieron mirando destinos concretos como Londres, Roma y París, pero los vuelos se disparaban. "A cada uno nos costaba 600 euros sin incluir hotel y otros gastos, una locura", cuenta, "pero al final con esta opción pagamos 330 euros cada uno por los vuelos de ida y vuelta y las tres noches de hotel".

"Sabíamos que si lo cogíamos a última hora iba a ser imposible y no queríamos descartar o cambiar el plan"

Carla explica que lo reservaron a finales de febrero para evitar, dentro de lo posible, los elevados precios de Semana Santa, que es temporada alta: "Sabíamos que si lo cogíamos a última hora iba a ser imposible y no queríamos descartar o cambiar el plan".

Ahora, a falta de unos días para viajar, reconoce que ya están preparando sus bolsillos para el destino que finalmente les toque: "Vamos a salir menos y evitar cenar fuera estos días para poder tener algo de dinero extra para la comida y lo que queramos comprar en el viaje".

Para otros, una opción descartada por los precios

A María y a Francisco les habría gustado la idea de irse unos días en Semana Santa a Lisboa o a otra ciudad europea, pero ya habían descartado esa opción hace semanas porque van a tener gastos importantes en los próximos meses. "No nos vamos porque estamos invitados a una boda en Puertollano [Ciudad Real] en junio y después, en noviembre, celebramos la nuestra", explica María a RTVE.es.

Antes de Navidad, viajaron a Bruselas y entonces ya notaron que todo había subido. "Hemos visto que los vuelos y hoteles están muchos más caros, no solo ahora, sino desde hace meses", cuenta. Por tanto, su plan para Semana Santa será ir en coche a Córdoba para visitar a la familia de Francisco y quedarse a dormir en casa de sus padres. Como dice María, llevan sin viajar a la ciudad andaluza desde diciembre por el encarecimiento del combustible y unos precios “imposibles” del tren, y su plan se centrará en visitar la ciudad y quedar con otros amigos: "No haremos ninguna otra escapada, hay que ahorrar".

"Hemos reservado una noche en una pensión por 50 euros, es lo único que había por ese precio"

Cuando el factor precio se une al hecho de reservar a última hora, muchos adaptan sus planes lo mejor posible para evitar quedarse en casa. Adrián va a viajar a Ávila con su padre del 7 al 8 de abril para ver cómo viven allí estas fechas y conocer mejor la ciudad. "Hemos reservado una noche en un hostal por 50 euros, es lo único que había por ese precio", cuenta a RTVE.es. El resto de opciones, indica, superaba los 100 euros y para ellos no era viable.

Han organizado el plan con poca antelación, pero no es un problema porque van a ir en su coche y no tienen que encajar horarios de tren ni de autobús. No buscaban una larga estancia, sino poder salir de Madrid un par de días. "Si no hubiéramos encontrado esto habríamos cambiado de lugar, pero nos habríamos ido igualmente porque solo buscamos una noche de alojamiento, no tres ni cuatro", dice Adrián.

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El sector confía en el buen tiempo y las reservas de última hora

Aunque la Semana Santa todavía no ha empezado y, por tanto, el sector no tiene todavía datos oficiales de ocupación, se muestra optimista y vigila expectante dos aspectos que podrían impulsar la demanda en los próximos días: la previsión meteorológica y las reservas de última hora.

En la Comunidad Valenciana vienen de una temporada de Fallas donde los negocios han disparado sus ventas. Según los últimos datos disponibles de la primera quincena de marzo, Valencia y Benidorm han superado el 70% de ocupación, como explica Montes y refleja un estudio de HOSBEC sobre la evolución de la ocupación en marzo en esta comunidad. Ahora, de cara a los próximos días, el sector hotelero busca mantener este impulso. "Los sistemas de reservas de hoteles ya tienen el 70% de su capacidad vendida para Semana Santa, y se eleva al 75% en el caso del Jueves Santo al Lunes de Pascua", cuenta Montes.

"Si el tiempo atmosférico nos respeta, alcanzaremos del 80 al 85% de ocupación en los cuatro días de fiesta"

Aunque reconoce que los precios han subido entre un 10 y un 20% según el destino de esta comunidad, señala que esta temporada es "muy sensible" a la meteorología y que es un factor que condiciona las reservas de última hora: "Si el tiempo atmosférico nos respeta, alcanzaremos del 80 al 85% de ocupación en los cuatro días de fiesta".

Estas estimaciones responden a un escenario en el que, aunque los precios llevan meses subiendo, también lo ha hecho la demanda. En febrero, hubo 16,8 millones de pernoctaciones en instancias hoteleras, un 23,6% más que el mismo mes de 2022. Por otro lado, la facturación media de estos negocios fue de casi 100 euros por habitación ocupada, un 13,2% más que en febrero del año pasado, según el último informe Coyuntura Turística Hotelera publicado por el INE.

España, ante unas vacaciones de Semana Santa más caras

Con el foco puesto en el turismo nacional... y también en el internacional

En este contexto, la secretaria general de HOSBEC cree que un motor importante es la demanda nacional, que en Semana Santa suele estar impulsada por un público familiar y profesional. No obstante, también pone el foco en el turismo extranjero, sobre todo el procedente de Reino Unido, seguido de Bélgica, Países Bajos, Alemania y países del este como Polonia y Rumanía. "Hay tres destinos que recogen hasta el 55% del turismo internacional en nuestra comunidad: Benidorm, la ciudad de Alicante y la ciudad de Valencia", asegura la secretaria general de HOSBEC.

Esto no solo se resume a la Comunidad Valenciana, sino que también está dentro de las previsiones del sector hotelero a nivel nacional e internacional. La cadena Meliá indica que sus ventas de Semana Santa a finales de febrero ya estaban un 22% por encima de las de 2019 por el aumento de tarifa media de estancia y la recuperación del turista británico, alemán y el nacional.

El Grupo Hesperia prevé finalizar los días festivos con una ocupación por encima del 90% en sus hoteles de Bilbao, Córdoba y Fuerteventura -entre otros-, y prevé que el ingreso medio por habitación -conocido como ADR- sea un 35% mayor que el de 2019. La hotelera NH, por su parte, también confía en mejorar los datos de años anteriores, con destinos internacionales a la cabeza como Roma, Milán y el Algarve portugués, y ciudades españolas como Marbella, Barcelona y Madrid.

De esta manera, aunque el tablero vacacional de cara a esta Semana Santa está condicionado por la subida de precios, el sector turístico no prevé que vaya a lastrar el consumo. La demanda, por su parte, se debate estos días entre las ganas de viajar y el hecho de asumir unos precios más elevados en una Semana Santa marcada por la inflación.