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Reino Unido

Carlos III viaja a Alemania en un intento por construir puentes con sus socios europeos tras el 'Brexit'

  • Tenía prevista una primera parada en Francia, pospuesta por las protestas que vive este país
  • Es la primera visita de Estado de un monarca británico desde 2015

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El rey Carlos III de Gran Bretaña y el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier
El rey Carlos III de Gran Bretaña y el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier

A poco más de un mes de su coronación, Carlos III de Inglaterra viaja este miércoles a Alemania, en la que será su primera visita de Estado como rey. El monarca tenía prevista una primera parada de tres días en Francia, que finalmente ha sido pospuesta por las protestas que afronta el país contra la reforma de pensiones de Macron. Ambos destinos son considerados por los expertos como un intento de construir puentes con Europa tras el ‘Brexit’ y mostrar unidad frente a Rusia ante el conflicto en Ucrania.

Los viajes a estas dos potencias europeas se planearon, según Buckingham, por invitación de los países anfitriones y petición del gobierno británico. En Alemania, Carlos III se reunirá con refugiados ucranianos y visitará a una unidad militar conjunta británica-alemana. También se dirigirá a los miembros del Bundestag, el parlamento alemán, algo que también tenía previsto en la Asamblea Nacional francesa.

Fue el Ejecutivo británico el que trasladó la petición al monarca y "esto es muy relevante, porque en Reino Unido y no tiene un papel directo en ella", explica a RTVE.es la profesora de Historia en la Universidad de St. Andrews y comentarista real, Chandrika Kaul. "El monarca puede aconsejar a los políticos, pero no es parte del sistema, y aquí es donde vemos que la influencia del monarca es importante".

La elección de los destinos "quiere indicar que la cooperación entre los países más grandes de Europa es esencial si queremos abordar cualquiera de los grandes problemas a los que nos enfrentamos", expone el profesor de Historia de la Universidad de Cambridge, Jon Parry, que destaca entre los asuntos más urgentes la guerra en Ucrania y la lucha contra el cambio climático.

Relaciones tras el 'Brexit' y una demostración de unidad

Buckingham anunció las dos visitas previstas pocos días después de que Carlos III se reuniera con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y apenas unas semanas más tarde del anuncio, tras muchas disputas, del acuerdo entre Reino Unido y la UE sobre el nuevo protocolo para Irlanda del Norte en la era post ‘Brexit’.

"Simboliza el objetivo de posicionarse realmente con el resto de Europa y, por supuesto, reparar algunos de los daños causados por el 'Brexit', aunque, sobre todo, creo que se trata de una demostración de unidad ante el conflicto en Ucrania", apunta la profesora de la Universidad Royal Holloway y coautora del libro ‘Royal Fever’, Pauline Maclaran.

Kaul destaca la combinación entre la "continuidad" y el "cambio". Por un lado, en un momento en el que la guerra en Ucrania crea un trasfondo similar al de la Segunda Guerra Mundial, aunque esta vez con Alemania en su mismo bando, "la continuidad es importante y está simbolizada en el acto conmemorativo en San Nicolás, en Hamburgo, y el que iba a celebrarse en el Arco del Triunfo".

Por otro lado, "es un nuevo monarca que lleva mucho tiempo hablando de temas importantes como la sostenibilidad, las tecnologías verdes y el cambio climático" y la visita al puerto de Hamburgo para conocer las tecnologías verdes empleadas en él, o la prevista a un viñedo ecológico en Burdeos también simbolizan esa transición.

El profesor de Cambridge cree, por su parte, que la visita tiene una "lógica sólida” independiente del Brexit y la UE. "Carlos no querrá dar a entender que está posicionándose con respecto al ‘Brexit’. Está diciendo que debemos ser ‘buenos europeos’ pero que podemos serlo sin reabrir ese debate”, apunta Parry. Como gran conocedor de la historia europea, añade, el monarca quiere mostrar su respeto por los lazos culturales entre Reino Unido y Europa desarrollados a lo largo de los siglos.

Primera visita de Estado de un monarca británico desde 2015

Los dos países europeos son el destino elegido para la que es la primera visita de Estado de un monarca británico desde 2015, ya que Isabel II, que hizo más de 120 viajes de este tipo en sus siete décadas de reinado, dejó de viajar al extranjero en sus últimos años de vida. La última vez que la reina viajó a Francia fue en 2014 y a Alemania en 2015.

Para Parry, el aspecto más interesante es el momento elegido, porque se produce incluso antes de la coronación de Carlos, que se celebrará el próximo 6 de mayo en la emblemática Abadía de Westminster. "Demuestra la importancia que se concede a la monarquía para promover unas buenas relaciones internacionales. También demuestra su energía y su ritmo de trabajo", puntualiza el profesor. "Quizás sea consciente de que a sus 74 años no dispone de mucho tiempo para establecer su propia agenda".

Por otro lado, la visita, según el profesor de Cambridge, puede indicar que el nuevo monarca piensa que Europa es más prioritaria para Reino Unido que las regiones de la Commonwealth. "Carlos cree firmemente en la Commonwealth, pero no está tan comprometido con ella como su madre. Ha indicado que cree que las antiguas colonias necesitan tiempo y libertad para establecer su propia relación con Reino Unido", argumenta.

"Estoy segura de que va a dedicar tiempo a la Commonwealth, pero es un asunto delicado ahora que varios países quieren renunciar a la monarquía como jefatura de Estado", argumenta Maclaran, que cree que el monarca probablemente considere que lo más importante es "acertar primero cerca de casa". La profesora cree que estos encuentros servirán para tratar de conseguir una "fuerza renovada" en Europa y ser vistos como "una fuerza contra la guerra en Ucrania y la crisis climática".

La profesora de St. Andrews, por su parte, defiende que el papel del monarca como Jefe de la Commonwealth y cree que continuará apoyando e incrementándolo. "Espero que Carlos haga muchas más visitas a estos países y hable sobre temas de la Commonwealth, como hizo el 13 de marzo en la Abadía de Westminster", añade la profesora en referencia al mensaje que lanzó el monarca en el Día de la Commonwealth, cuando se comprometió a continuar con el compromiso de su madre con la Mancomunidad de Naciones.

Un inicio de reinado que ha superado las expectativas

Las primeras visitas de Estado del monarca llegan tras siete meses de reinado en los que Carlos III ha contado con una mejor acogida de la esperada, según los expertos consultados. De hecho, antes de la muerte de Isabel II, el actual monarca contaba con una valoración positiva del 19% que ahora se sitúa en el 37%, según datos de YouGov de marzo, superando el escándalo por la publicación de las memorias de su hijo Harry, que todavía se desconoce si acudirá a su coronación.

"En general, se considera que el reinado de Carlos ha comenzado muy bien", señala Parry, que recuerda que antes de que accediera al trono, todavía había mucha ambivalencia sobre su figura, principalmente debido a la cobertura periodística de los años de Diana, pero tal y como explica el profesor, el monarca "ha superado las revelaciones sobre el príncipe Harry y da una imagen de ser alegre y bienintencionado".

Tal y como apunta la catedrática de Royal Holloway, Carlos III "lo ha hecho mejor de lo que la gente esperaba" proyectando una imagen positiva en el público general. "Ha enfrentado acusaciones de ser demasiado privilegiado y distante, y creo que está haciendo un gran esfuerzo para intentar superar esas percepciones".

"Creo que la percepción es muy positiva porque, hasta ahora, Carlos no ha dado un paso en falso", señala Kaul. El monarca, explica, se ha mostrado como alguien que respeta el legado de su madre y que honrará su compromiso con todas las causas en Reino Unido y el extranjero, pero, al mismo tiempo, "tiene su propia agenda, que incluye la Commonwealth y cuestiones como la biodiversidad y el cambio climático, y está decidido a cumplirla".

"La mayoría de los británicos tienen una opinión positiva de la monarquía, siempre que los miembros de la realeza parezcan trabajadores, de espíritu público, ajenos a los escándalos y no excesivamente extravagantes. Algunos le critican por esto último, pero en general hay una fuerte sensación de que está haciendo un buen trabajo", concluye Parry.