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Italia autoriza el desembarco de más de 500 migrantes rescatados por barcos humanitarios en el Mediterráneo

  • Ha indicado el puerto de Salerno para el desembarco de los 248 migrantes rescatados por el barco Geo Barents
  • Los 261 migrantes rescatados por el Humanity 1 han recibido autorización para desembarcar en Bari
  • Ha permitido el desembarco en la isla de Lampedusa de 33 migrantes salvados por la embarcación Louise Michel

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La entrada irregular de migrantes a la UE ha superado los niveles logrados en 2016, hasta ahora los más altos
Un grupo de migrantes rescatados por la ONG Médicos sin Fronteras.

Las autoridades italianas han dado permiso para atracar en sus puertos a tres naves humanitarias con más de 500 migrantes rescatados en el Mediterráneo central, en lo que implica un cambio de política tras el pulso a las ONG del pasado mes para forzar un reparto de solicitantes de asilo en la Unión Europea (UE).

"Por parte de Italia nunca faltará una respuesta solidaria pero es preciso que se respeten las reglas, también por parte de las ONG", ha dicho desde la Cumbre Euromediterránea de Alicante (España) el ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani.

Se trata del Geo Barents de Médicos Sin Fronteras (MSF), con 248 inmigrantes después de evacuar a un niño de 14 años y a una madre que dio a luz a bordo (junto a otros cuatro hijos); el Humanity 1 de la organización alemana SOS Humanity con 261 rescatados y la Louis Michel con 33.

Esta última, financiada por el artista urbano Banksy, pudo entrar la pasada madrugada en el puerto de Lampedusa, el enclave italiano más meridional, ante las costas de Túnez.

Más tarde, MSF ha recibido el permiso de las autoridades italianas para llevar al puerto de Salerno, al sur de Nápoles, a sus rescatados. Para ello tendrá que navegar 24 horas en condiciones meteorológicas adversas pero la ONG lo ha calificado de "buena noticia".

Y después la Humanity 1, que había solicitado en cinco ocasiones el permiso para atracar en Italia, ha recibido el beneplácito para hacerlo en la ciudad de Bari, en la región de Apulia, según han avanzado los medios locales.

Italia acusa a las ONG de fomentar el flujo migratorio

La rápida respuesta de hoy de Italia contrasta con la situación hace apenas un mes, cuando el Gobierno de Giorgia Meloni ignoró durante días las peticiones de las naves de las ONG, a las que acusan de fomentar el flujo migratorio desde África con su sola presencia.

Primero les prohibieron atracar pero después abrieron sus puertos para imponer desembarcos selectivos, es decir, aceptando solo a los migrantes vulnerables, aunque acabaría permitiendo bajar a todos. El pulso llegó incluso a provocar una crisis con París ya que una de las naves rechazadas entonces, la Ocean Viking de la organización SOS Méditerranée, tuvo que dejar atrás las costas italianas para poner rumbo al puerto galo de Tolón con 230 migrantes.

Apenas dos semanas después, la Comisión Europea presentó un plan de acción que aspiraba a reforzar el mecanismo de solidaridad pactado para ayudar a los países de la UE que reciben más migrantes irregulares.

Esta semana Meloni participó en una cumbre en Tirana entre la UE y los Balcanes Occidentales y celebró que "por primera vez" la cuestión migratoria era una "prioridad" para Bruselas. Pero puso el acento en un factor importante: Italia, por su posición geográfica, está en una "tenaza" entre el flujo migratorio del Mediterráneo central por el sur, desde las peligrosas costas africanas, y el que pasa por Europa del Este y llega a su frontera norte.