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La "catástrofe" medioambiental y económica de la Sierra de la Culebra: "Puede tardar una generación en ser lo que era"

  • Hasta 10 manadas de lobos de las 297 que hay en España habitan en esta Reserva Regional de Caza
  • Estos animales son también un importante atractivo para el turismo, que podría verse gravemente perjudicado

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El incendio de la Sierra de la Culebra arrasa con la forma de vida de muchos vecinos

Los pájaros ya no cantan en gran parte de la Sierra de la Culebra. El olor a verano ha desaparecido en muchos kilómetros, ahora calcinados y cubiertos de negro, y corzos y jabalíes cambian su rumbo al pisar las todavía calientes cenizas. “El campo está de luto”, lamenta el vecino de Zamora y biólogo Javier Talegón. El incendio declarado el pasado miércoles ha arrasado más de 30.000 hectáreas y ha dejado un doloroso silencio. Una "catástrofe" de la que posiblemente cueste años recuperarse por completo, opina la coordinadora provincial de Ecologistas en Acción en Zamora, Cristina Zelich. "Esto puede tardar una generación en ser lo que era antes", asegura.

El incendio ha llegado en un terrible momento para los cientos de animales que estaban en temporada de cría, como los vulnerables lobos. Muchas camadas podrían haberse quemado junto con la vegetación y otros tantos adultos podrían haber perecido intoxicados. Pero las pérdidas de este desastre no impactarían únicamente en la biodiversidad, sino también en la economía, que depende en cierta medida del turismo que recibe la sierra. A los vecinos de las 41 localidades aledañas, que se han quejado de la falta de previsión y actuación de la administración, "les han arruinado la vida", afirma Zelich.

"Se ha ido todo al garete", reconoce, por su parte, Lorenzo Jiménez, el alcalde de Villardeciervos,"el corazón de la sierra". Las cifras concretas del efecto del incendio aún se desconocen, pero los expertos temen que el fuego haya acabado con los beneficios que los castaños o las setas proporcionaban a la zona, por ejemplo. No obstante, y sobre todo, lamentan que se trataba de un fuego anunciado.

El peor incendio forestal del siglo XXI: "Podría haberse evitado"

La Sierra de la Culebra es una Reserva Regional de Caza que cuenta con 65.000 hectáreas, como recuerda la portavoz de Ecologistas en Acción y recogen datos de la Junta de Castilla y León. Es decir, al desaparecer unas 30.800 hectáreas con el fuego provocado por los rayos de una tormenta seca, "se ha quemado más de un tercio". Casi la mitad del espacio que sirve de hábitat a desde aves rapaces hasta murciélagos.

Ola de incendios en España

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Se trata del peor incendio del siglo XXI y todavía no se ha extinguido por completo, aunque permanece estabilizado. Según las Estadísticas de Incendios Forestales de España, su devastación está por delante de la que provocó el que quemó en 2004 las Minas de Ríotinto (Huelva), carbonizando 29.867 hectáreas.

"Se ha calcinado todo, desde las peñas hasta las riberas", señala el biólogo Javier Talegón. Su magnitud, explica, ha sido "brutal", "con negritas y en mayúscula", y podría compararse con la extensión de 60.000 campos de fútbol. Ha arrasado también más terreno que el de Navalacruz (Ávila) en 2021, que se llevó consigo unas 22.000 hectáreas y fue declarado el cuarto peor de la historia, de acuerdo al Fondo Mundial para la Naturaleza.

Era una catástrofe anunciada

Sin embargo, "era una catástrofe anunciada que podría haberse evitado", opina Zelich. Comparten este sentimiento los vecinos con los que Ecologistas en Acción ha tenido contacto al visitar la zona: "En los pueblos están superenfadados", afirman y critican que, en medio de una ola de calor, el operativo antiincendios no funcionase adecuadamente. Los puestos de vigilancia y las plantillas de trabajadores estaban al 25%, afirma la ecologista. "Y ya hubo un incendio a principios de año en Sanabria que anunciaba lo que podría pasar", añade a RTVE.es.

Lobeznos quemados, colmenas vacías y otras posibles consecuencias

Entre las posibles consecuencias aún por valorar mediante los datos oficiales, los expertos señalan un gran peligro para el lobo ibérico. Este animal, conocido también como Canis lupus o lobo gris, está incluido en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial desde el pasado septiembre. Quedan en España 297 grupos, según el último censo oficial de 2014, y la mayoría de ellos viven al norte del Duero. Concretamente, diez manadas habitan en la Culebra.

La Sierra de la Culebra es mundialmente conocida por su población de lobos, defiende el alcalde de Villardeciervos. Ahora se habrían calcinado ocho de los diez territorios que frecuentan, poniendo en peligro sus alimentos, sus refugios y su supervivencia, valora Talegón, responsable de un proyecto turístico y educativo en torno a estos animales. Son lugares en los que crían, dice, y en los que posiblemente se hayan quemado muchos lobeznos e incluso algunos adultos, previamente intoxicados o que trataron de salvar a los cachorros. "Tenemos miedo de que haya pasado eso", reconoce también Jiménez.

Los lobos, no obstante, no son los únicos que se han quemado o han tenido que huir. La biodiversidad del paraje es rica y cuenta con, por ejemplo, 14 especies diferentes de anfibios y el escarabajo más grande de Europa, el ciervo volante.

Árboles calcinados en la Sierra de la Culebra

Árboles calcinados en la Sierra de la Culebra ECOLOGISTAS EN ACCIÓN

Cada árbol, dice el biólogo, era un "pequeño ecosistema" en los que vivían murciélagos "singulares en la Unión Europea", rapaces nocturnas, pájaros como el trepador azul o ardillas. Las abejas, además, serían otras de las grandes perjudicadas al quedarse sin plantas. Sin ellas y sin la polinización no hay vida en la Tierra, pero los apicultores se están encontrando muchas colmenas vacías, y otras tantas calcinadas.

Asimismo, los incendios provocan también efectos sobre el suelo, como la erosión por el exceso de agua usada para extinguirlos, la pérdida de nutrientes, la alteración de la vegetación, la disminución de la materia orgánica y la contaminación del aire debido al humo liberado a la atmósfera. Sin bosques, de hecho, se pierde uno de los mayores sumideros de CO₂.

Una devastación también para el turismo que podría tardar años en recuperarse

El lobo y otros animales encontraron en la Sierra de la Culebra un magnífico refugio, pero este paraje halló igualmente en ellos un insuperable atractivo. Es más, aparte de una reserva de caza, la Culebra fue declarada Biosfera por la Unesco. Esta distinción no la convierte en un parque natural, pero sí simboliza un certificado de “calidad ambiental” beneficioso para la promoción del desarrollo económico, del empleo y, por ende, también del turismo.

No sabemos si alguien va a querer venir, está todo calcinado

Para Talegón, que lleva a cabo un proyecto de ecoturismo y senderismo, el incendio supondrá "un golpe muy fuerte" al número de visitantes, que acaba de recuperarse de la pandemia. "Muchas de las áreas en las que hacemos rutas para observar lobos, ciervos o aves se han quemado", explica, "y ni siquiera sabemos si alguien va a querer venir porque está todo calcinado". Una situación que podría afectar, a su vez, a la hostelería y a la restauración.

El alcalde de Villardeciervos, sin embargo, se muestra positivo respecto al futuro. Tiene "fe y esperanza" en poder retomar el ritmo de la economía y devolver a la vida "la admirable biodiversidad que teníamos". "Los ayuntamientos vamos a poner todo de nuestra parte para seguir siendo un referente a nivel mundial", asegura a RTVE.es. "Y los lobos son más listos que nosotros, saldrán adelante", bromea. Pero el biólogo y la responsable de Ecologistas en Acción hablan de un periodo de hasta 70 años para una completa recuperación.

"Algunas especies van a tardar muchísimos años", como los robles y los castaños, detalla Talegón, por lo que la Culebra podría no volver a ser la de antes hasta dentro de 40, 50 o 70 años. "Una generación entera", aporta también Zelich. Por eso, apuntan que quizás lo más necesario sea la prevención. Crear nuevos planes de gestión forestal que tengan en cuenta el cambio climático y el aumento de las temperaturas en épocas más tempranas, ejemplifican, sería una buena opción.