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¿Por qué el diésel ya es más caro que la gasolina?

  • La reducción del diésel que llega de Rusia ha agravado un problema global de escasez
  • El gasóleo ha subido un 23% desde el inicio de la guerra frente al 13% de la gasolina

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Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - ¿Por qué el diésel está más caro que la gasolina?

El precio de los carburantes se está abaratando en los últimos días, pero el litro de gasolina se ha encarecido unos 20 céntimos desde que comenzó la guerra en Ucrania mientras que el litro de diésel cuesta 34 céntimos más. Las razones no se circunscriben a España; unicamente en seis países de la Unión Europea el precio de la gasolina sigue superando al del diésel.

Para Antonio Turiel, científico del CSIC, el problema de fondo es estructural. “El diésel es cada vez más difícil de producir”. El especialista en mercados energéticos señala que cada vez se obtiene menos petróleo crudo convencional, el idóneo para obtener el diésel y, de hecho, el pico de producción mundial de gasóleo se alcanzó en 2015. “Existe una escasez de oferta de gasóleo en todo el mundo. La recuperación tras la pandemia ha hecho que la demanda de diésel esté disparada. Es un combustible que no se utiliza únicamente para el transporte sino también para la calefacción y para la industria”, añade Ignacio Rabadán, director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicios (CEEES).

Europa depende del gasóleo ruso

Ahora la guerra en Ucrania no ha hecho más que empeorar esta situación ya de por sí precaria. Europa es más dependiente de Rusia en diésel que en gasolina. “Las fuentes de donde procede el gasóleo se están secando en parte por las sanciones impuestas por la comunidad internacional a Rusia y en parte por las sanciones autoimpuestas por las empresas que han decidido dejar de comprar gasóleo y crudo semiprocesado de origen ruso”, explica Ignacio Rabadán.

A finales de marzo, el periódico Financial Times organizó un foro sobre materias primas en el que participaron varios operadores de petróleo, entre ellos, Vitol. Allí su director ejecutivo, Russell Hardy, lanzó una señal de alarma: “Lo que más preocupa a todo el mundo es el suministro de gasóleo. Europa importa cerca de la mitad de su gasóleo de Rusia y cerca de la otra mitad de Oriente Medio”. La ministra francesa para la Transición Ecológica, Barbara Pompili, ya ha advertido de que la disponibilidad del diésel “va a plantear un problema real” en el continente.

De momento, la posibilidad de racionar el diésel no está sobre la mesa de los países europeos, aunque el consejero delegado de Cepsa, Marten Westselaar, alertaba la semana pasada de que podría haber desabastecimiento “en un escenario hipotético en el que el flujo de diésel ruso se detuviera por completo porque sería difícil responder al momento e importarlo de otros países”.

Alemania y varios estados del Este serían los principales perjudicados. En Sri Lanka la escasez de diésel ha sido uno de los detonantes de las protestas y disturbios de los últimos días. Sin embargo, Europa tiene la ventaja de que, si Moscú cerrara el grifo, cuenta con músculo financiero para resolver la situación más pronto o más tarde pagando un precio más alto. El experto Antonio Turiel cree que en este caso la Comisión tomaría medidas para “compartir la carga del problema y eso implicaría que también afectaría a España”

Sin riesgo de desabastecimiento en España

Las petroleras españolas descartan que pueda faltar diésel en las estaciones de servicio del país, incluso en los escenarios más pesimistas. “España tiene muy diversificado su suministro y es exportadora neta de gasolina y de gasóleo”, explica Inés Cardenal, portavoz de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).

Esto no evita que la fuerte subida del precio del diésel en los mercados internacionales lleve tiempo reflejándose en las gasolineras. “Tradicionalmente el del gasóleo es un mercado muy ajustado entre oferta y demanda. Cualquier reducción en la oferta provoca una fuerte subida de precios. Lo malo no es que ahora mismo el diésel esté muy caro, sino que todo indica que seguirá estando muy caro”, concluye Ignacio Rabadán.