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Biden y Scholz exigen a Rusia "medidas reales de desescalada" para evitar el conflicto con Ucrania

  • El presidente de EE.UU. y el canciller alemán se han reunido este miércoles en una llamada telefónica
  • Ambos mandatarios han coincidido en que Rusia deberá esperar "consecuencias extremadamente graves" en caso de invasión

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Un tanque de las Fuerzas Armadas de Ucrania se prepara para participar en un simulacro
Un tanque de las Fuerzas Armadas de Ucrania se prepara para participar en un simulacro

El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el canciller alemán, Olaf Scholz, han exigido este miércoles a Rusia que tome "medidas reales de desescalada" para evitar el conflicto con Ucrania. Asimismo, los mandatarios han amenazado a Moscú con imponer sanciones.

En una conversación telefónica, ambos líderes han coincidido en que, "en caso de una nueva agresión militar contra la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, Rusia debe esperar consecuencias extremadamente graves". La llamada se ha producido un día después de que Scholz se reuniera en Moscú con Putin, y cuatro días después de que Biden conversara por teléfono con el presidente ruso.

Desde este martes, el Ejecutivo ruso ha dicho haber ordenado una retirada parcial de los más de 100.000 soldados concentrados en las fronteras de Ucrania. Occidente ha recibido estos signos de apaciguamiento con cautela.

El riesgo de una nueva agresión militar persiste

Según ha manifestado la cancillería alemana en un comunicado, "el riesgo de una nueva agresión militar rusa contra Ucrania persiste", por lo que "es necesaria la mayor vigilancia". "Hasta ahora no se ha observado una retirada significativa de las tropas rusas", han advertido.

Un alto responsable del Gobierno estadounidense ha subrayado incluso que Rusia ha enviado este miércoles 7.000 nuevos soldados. En los últimos días, EE.UU. ha incrementado sus estimaciones de militares rusos concentrados cerca de Ucrania hasta los 150.000 efectivos, frente a los 100.000 de hace unas semanas, e insiste en que podría atacar el país vecino "en cualquier momento".

La OTAN tampoco observa una desescalada

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha asegurado también este miércoles que de momento no se ha confirmado una desescalada en la frontera de Ucrania con Rusia, pese a que este martes Moscú aseguró que parte de sus unidades militares habían vuelto a sus cuarteles.

"Ha incrementado el número de tropas y más tropas están de camino, no hay desescalada. Pero a la vez escuchamos mensajes sobre diplomacia y estamos dispuestos a comprometernos en una negociación con Rusia", ha dicho Stoltenberg en Bruselas, donde se ha celebrado una reunión de los ministros de Defensa de la Alianza.

Por su parte, Biden y Scholz han destacado la importancia de reforzar el flanco oriental de la OTAN por parte de Moscú, de acuerdo con un comunicado de la Casa Blanca. Los mandatarios han reafirmado su compromiso con "la soberanía y la integridad territorial de Ucrania".

Asimismo, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Hebestreit, ha expresado la necesidad de la "máxima vigilancia" ante la todavía presencia importante de tropas rusas.

"Los esfuerzos diplomáticos deben continuar"

Sin embargo, tanto Biden como Scholz han acogido con satisfacción las declaraciones del presidente ruso, Vladímir Putin. "Ahora se trata de perseguirlos con determinación", han añadido al respecto.

Los mandatarios han coincidido también en la importancia de avanzar hacia la aplicación de los acuerdos de paz de Minsk, negociados por Rusia, Ucrania, Francia y Alemania en 2015.

El canciller viajó este lunes a Kiev para entrevistarse con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y, al día siguiente, a Moscú para reunirse con Putin. A su regreso a Berlín, afirmó que en la aguda crisis entre Occidente y Moscú había "suficiente base para discutir" con Rusia y que era necesario "utilizarla".

El sábado, los ministros de Asuntos Exteriores de los países del G7, del que forma parte Estados Unidos, celebrarán una reunión sobre la crisis ucraniana al margen de la Conferencia de Seguridad de Múnich. Sin embargo, no se espera que asista ningún representante del gobierno ruso.