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Coronavirus

La quinta ola entra en las residencias: aumentan los contagios entre dudas sobre la duración de la inmunidad

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Los brotes en residencias aumentan las medidas dentro de ellas

Fueron el epicentro de la pandemia cuando irrumpió el coronavirus y el símbolo de la esperanza cuando comenzó la vacunación, pero ahora, en plena quinta ola, las residencias de ancianos vuelven a protagonizar rebrotes y restricciones. Los casos se han multiplicado por 16 en un mes y ya son más de 1.000 en 300 centros, lo que ha llevado a algunas comunidades, como Madrid, a suspender las visitas en los lugares afectados.

La situación es, sin embargo, radicalmente distinta a los primeros embates de la COVID-19, que llegó a provocar 10.000 muertes en estos centros entre marzo y junio del año pasado. Gracias a la vacunación, prácticamente completa entre los mayores de 70, "parece que no está habiendo gravedad" entre los ancianos que se contagian, explica a RTVE.es Matilde Cañelles, inmunóloga e investigadora del CSIC.

"En Estados Unidos están viendo que entre personas vacunadas como ancianos en residencias no se está produciendo muertes". En España, a pesar de que "están subiendo los casos muchísimo y también las hospitalizaciones, el pronóstico es mucho mejor. Los ancianos están pasando la enfermedad asintomáticos o con muy pocos síntomas y al que lo hospitalizan no tiene que ingresar en la UCI", añade.

Coincide con Cañelles José Augusto García, presidente de la Sociedad Española de Geriatría: "La mayoría de casos tienen afectaciones leves, algunos pocos requieren traslado al hospital y hay escasísimos casos que requieren ingreso en UCI".

En la última semana con datos, entre el 19 y el 25 de julio, fallecieron 37 personas, un aumento respecto a la segunda semana de ese mes, cuando no murió ningún residente. Aun así, son números alejados de los más de 700 fallecidos semanales de mediados de enero, durante lo peor de la tercera ola, y cuando la vacunación daba sus primeros pasos. En cuanto a los casos, han pasado de 123 a 1.029 entre principios y finales de julio, según los datos del Imserso.

Incertidumbre sobre la duración de la inmunidad en ancianos

Los datos de las comunidades también constatan un aumento progresivo de los casos. En Cataluña hay actualmente 672 residentes positivos en 129 centros, la gran mayoría de ellos asintomáticos o con síntomas leves. Madrid ha registrado 166 contagios de residentes y 56 de trabajadores en ocho centros, en los que ha suspendido las visitas.

Además, recomienda a aquellos que no hayan recibido la pauta completa de vacunación que no acudan a los centros. Otras autonomías también endurecen unas medidas que se habían relajado en los últimos meses. Mientras que en Baleares solo se podrá acceder con una prueba negativa o con la inmunización, en Andalucía se exigirán test semanales a todos los trabajadores no vacunados. Castilla-La Mancha se plantea además que la mascarilla vuelva a ser obligatoria.

Cañelles alerta de que aunque los mayores estén vacunados casi al 100%, "hay una gran incertidumbre sobre hasta cuándo van a conservar la inmunidad", algo que no se sabía ya al inicio de la crisis sanitaria y que la variante Delta, ya predominante en España, ha empeorado.

"El problema de la variante Delta es que se transmite con muchísima más facilidad. Se encuentran muchos más virus en las personas que la contraen, entonces producen más síntomas", explica.

Qué pasará de aquí a tres meses o seis meses, esa es la gran duda que tenemos

Además, como "ya hace más tiempo que las personas mayores fueron vacunadas se está viendo el problema de que en muchos de ellos bajan los anticuerpos". Entre los jóvenes, esto no es tan problemático porque la vacuna induce otro tipo de inmunidad, las "células de memoria", pero entre los ancianos hay evidencias de que "cuesta mucho más montar esta memoria", asegura la investigadora del CSIC.

"Qué pasará de aquí a tres meses o seis meses, esa es la gran duda que tenemos", se planea Cañelles. Otra de las causas del aumento de los casos en residencias es la relajación de medidas por parte de la ciudadanía, señala: "Como ya se supone que los ancianos están vacunados, la gente tiene menos cuando está a su alrededor".

¿Tercera dosis para los mayores de 60?

Ante este panorama, cada vez más expertos piden aplicar una tercera dosis de la vacuna, si no a toda la población, sí a los mayores de 60. Cañelles es una de ellas, y recuerda que esta dosis adicional "va a ser lo que se va a imponer, más que nada porque ante la incertidumbre es mejor protegerse antes de que haya problemas".

A pesar de que la OMS ha pedido retrasar la tercera dosis hasta que haya vacunas suficientes en los países menos desarrollados, en Israel ya se está inoculando por tercera vez a mayores de 60, Alemania lo hará a partir de septiembre y en España la ministra de Sanidad aseguró que "todo apunta" a que será necesaria Desde la Sociedad Española de Geriatría reclaman que en el caso de que se apruebe tengan prioridad los usuarios de residencias.

Por el momento, el Gobierno no ha tomado ninguna decisión al respecto, pero el Consejo Interterritorial de Salud sí ha encomendado a la ponencia de alertas la proposición de nuevas medidas, según anunció el miércoles Darias.

Algunas de estas restricciones, como las que ya se aplican en centros con contagios, suponen el aislamiento de los residentes, lo que no viene exento de efectos negativos sobre la salud de los ancianos. "Los residentes demasiado han sufrido el aislamiento físico y emocional como para que esto todavía continúe más", critica Jesús Sastre García, de la Plataforma por la Defensa de la Dignidad de los Mayores en Residencias.

Organizaciones como la suya defienden la vacunación obligatoria de los trabajadores para reducir la gravedad de episodios como el de Guarnizo, en Cantabria, donde una empleada de la residencia con síntomas compatibles con coronavirus provocó un brote con 28 positivos.

Desde marzo de 2020 hasta ahora la COVID-19 ha dejado casi 30.000 muertes en las residencias, la mayoría de ellas en los primeros meses de la pandemia, que se cebó con estos centros. Los fallecidos en todas las residencias de servicios sociales suponen el 40% del total de muertos del inicio de la pandemia. En cuanto a los contagios, un estudio del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona los cifra en más de 90.000, de nuevo concentrados en la fatídica primera ola.