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Operación Kitchen

El investigador de Gürtel relata al juez de Kitchen que recibió presiones para que "Rajoy no apareciera en el informe"

  • Morocho, que este viernes continúa con su declaración, contó al juez que todavía hoy existen presiones
  • Asegura que trataron de apartarle del caso ofreciéndole nuevos destinos y que incluso le sobrecargaron de trabajo

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El investigador de la Gürtel relata al juez las presiones que sufrió para dejar fuera dirigentes del PP

El inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y principal investigador del caso Gürtel, Manuel Morocho, ha relatado al juez que investiga la Operación Kitchen, sobre el presunto espionaje "parapolicial" al extesorero del PP Luis Bárcenas, que recibió órdenes de sus superiores para que quitara de sus informes nombres de altos cargos del PP, entre ellos el del entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Así consta en el audio de su declaración el pasado martes como testigo ante el magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón y al que ha tenido acceso RTVE.

"A mí se me conminó a que no pusiera en el cuerpo del informe ningún nombre de responsable político y concretamente se me expresó el nombre de Mariano Rajoy, que no querían que apareciera", declara el inspector, quien pensaba citar al expresidente del PP como "perceptor" de "determinadas contraprestaciones y determinadas compras de ropa".

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"¿Por qué iba a usted a ponerlo?", le pregunta el magistrado a Marocho, a lo que este responde que si se ponían los donantes, "lo normal" era identificar y citar también a los perceptores. Sin embargo, señala que "simplemente se puso que había personas vinculadas a la formación política", sin expresarse quiénes eran porque no le dejaron ponerlo.

Aún así, el inspector asegura que al juez instructor le llegaron esos nombres "en un anexo" y que también él mismo le advertió de lo que le habían obligado a quitar.

Preguntado sobre quiénes daban esas órdenes, Morocho señala a "toda la cadena de mando", que iba desde el Comisario General de Policía Judicial José García Losada al que fuera jefe de la UDEF Manuel Vázquez y a sus superiores directos.

Presiones para que no investigara

En su declaración, Morocho asegura que durante esa etapa recibió presiones para que no investigara, algo que dice que todavía hoy persiste. Entre esas presiones, está la sobrecarga de trabajo, como el traslado durante un año y medio a la Dirección Adjunta Operativa (DAO) para que realizara una labor de apoyo. El inspector ha asegurado que tenía la impresión de que ello se hizo para que no avanzara en la investigación sobre Gürtel.

Además, también recibió del exjefe de la UDEF José Luis Olivera diferentes ofertas de destinos, como en la ONU o la de marcharse de oficial de enlace a Lisboa, para apartarle del caso. En la reunión que tuvo con Olivera en junio de 2013 en la que le ofreció los nuevos destinos, Morocho asegura que el jefe de la UDEF recibió la llamada del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para interesarse sobre si el inspector había aceptado la oferta.

Morocho asegura que declinó esas ofertas porque estaba "sometido a lo que dijera el juez" de la Gürtel y que tenía que seguir la investigación. Precisamente este jueves Olivera fue imputado en la causa tras las revelaciones realizadas por Morocho.

El investigador relata también que se creó un clima de desconfianza con sus superiores que llegó hasta tal punto que tuvo que tomar medidas de "seguridad interna", como por ejemplo ocultar el registro de la sede del PP, porque cree que de haberse conocido, no habría obtenido ningun resultado.

Según Morocho, las presiones se incrementaron "exponencialmente" a raíz de la publicación en prensa de los llamados 'papeles de Bárcenas'. También aumentaron con la entrada del extesorero del PP en la cárcel cuando sus superiores de manera "constante" le preguntaban por si Bárcenas tendría "recibís de Rajoy, Soraya (Sáez de Santamaría), Cospedal o (Javier) Arenas".

Y presiones para que cambiara sus informes

También relata presiones y sugerencias de retoques en sus informes para que restara importancia a la supuesta contabilidad paralela del PP y que incluso Losada le insistió en que "no se trataba de una caja b', sino que eran los papeles de este señor", en alusión a Bárcenas. "Se trató de que yo no estableciera una vinculación entre los pagos a los responsables políticos o cargos del PP y las salidas de fondos que aparecían en esa contabilidad (b del partido)", ha advertido.

El nombre de Rajoy no es el único que le obligaron a quitar. Entre otros nombres, ha señalado que le instaron a no poner el de la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, el de su marido, Ignacio López del Hierro, o el de la exdirigente del PP Ana Mato.

En el caso de Cospedal, explica que le hicieron quitar el nombre de la relación de apoderados de la cuenta desde la que se pagaron las obras de la sede del PP y en la que figuraba junto a otros apoderados como Bárcenas y el extesorero fallecido Álvaro Lapuerta.

Asimismo ha indicado que quien más repasaba sus informes era el jefe de sección Álvarez Luna que era quien "decía los párrafos que había que eliminar" y "aportaba texto alternativo" sobre todo en el apartado de conclusiones y en el resumen ejecutivo.

Monitorizar "la vertiente política" que tenía

Además, denuncia que sus superiores tenía "prejuicios" respecto a él y que le "querían monitorizar para ver qué vertiente política tenía", e incluso relata que fue investigado por Asuntos Internos junto a otros compañeros del grupo porque creían que él era la persona que filtraba a la prensa la investigación.

"Pero en ningún momento filtramos ninguna información o documentación. Se buscaba una palanca para introducir una distorsión en la investigación y encontrar una vía de apartarme que era la disciplinaria o la penal si hubiera habido una contraprestación", señala.

"Me deja un panorama desolador", le reconoce el juez García-Castellón ante estas declaraciones. A lo que Morocho responde que se lo puede "dejar peor todavía". Entonces, el magistrado le agredece su honestidad.

La declaración del martes del inspector, que se alargó por más de tres horas, continúa este viernes, ya que en la primera jornada sólo pudieron interrogar el magistrado y los fiscales.