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Rusia

Varios miles de personas protestan en Moscú para exigir la liberación de Navalny

  • Al menos 1.770 personas han sido detenidas en las marchas celebradas, según el portal OVD-Info
  • Las protestas coinciden con el discurso del estado de la nación de Putin en el que insta a la población a vacunarse

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Varios miles de personas protestan en Moscú para exigir la liberación de Navalny

Las fuerzas de seguridad de Rusia han detenido al menos 1.770 personas en un centenar de ciudades rusas para exigir la liberación del líder opositor Alexéi Navalny, que se encuentra en prisión desde enero y en huelga de hambre desde el 31 de marzo, para exigir su liberación, según ha informado el portal OVD-Info, especializado en el seguimiento de arrestos y la defensa de detenidos.

Horas antes, la Policía ha detenido a la ‘número dos’ de Navalny, Liubov Sobol, y a su portavoz, Kira Yarmish, según han informado los abogados de las activistas, y ha llevado a cabo registros en varias ciudades del país en busca de aliados del opositor, activistas y periodistas.

La marcha coincide con el discurso sobre el estado de la nación del presidente ruso, Vladímir Putin, desde el palacio de congresos del Manezh, frente a las murallas del Kremlin, el lugar elegido por la oposición para celebrar las protestas en Moscú.

La policía ha acordonado la plaza, por lo que los opositores se han congregado frente a la Biblioteca Lenin, la calle Tverskaya y la Duma o cámara de los diputados.

Varios miles de personas participan en la protesta en la capital rusa, pese a que el Ministerio del Interior les amenazó con medidas firmes si intervenían en actos no autorizados.

Más de 500 de detenidos

Más de 500 personas fueron detenidas hoy en Rusia en las marchas convocadas en un centenar de ciudades para exigir la liberación del líder opositor Alexéi Navalni, según el portal OVD-Info, especializado en el seguimiento de arrestos y la defensa de detenidos.

El mayor número de detenciones se ha producido por el momento en la ciudad de Ufá, capital de Bashkiria, mientras la policía ya ha detenido a una treintena de personas en Moscú y San Petersburgo.

En la ciudad de Novosibirsk, donde en el acto a favor de Navalny se reunieron 4.000 personas, según datos del portal Taiga.info, la protesta se celebró de forma pacífica y sin que se registrara ninguna detención.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ya advirtió hace unos días de que "si comienzan manifestaciones no autorizadas, automáticamente serán calificadas como ilegales". "Las fuerzas del orden actuarán conforme a la legislación rusa", subrayó.

Un "plan de intercepción"

Uno de los abogados del opositor, Vladimir Voronin, ha informado a través de su cuenta en la red social Twitter de la detención de Liubov Sobol. "La Policía ha organizado un plan de intercepción y sacaron a Liubov del taxi junto al metro Avtozavodskaia. Según ella, la detuvieron muchos agentes uniformados", ha detallado.

Además, el abogado ha explicado que Sobol se encuentra en un minibús delante de una comisaría, una estrategia empleada para ganar tiempo porque, mientras no se tramita su detención formalmente, no empiezan a contar las horas que la puedan mantener detenida.

La portavoz de Navalny, Kira Yarmish, también ha sido detenida en el portal de su casa cuando se disponía a ir a una tienda dentro de la hora que le permiten salir a la calle. Yarmish se encuentra bajo arresto domiciliario por violar las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus al participar en las protestas del 23 de enero.

La marcha coincide con el discurso anual de Putin

El equipo de Alexéi Navalny ha llamado a sus seguidores a acudir este miércoles a partir de las 16.00 horas a las principales plazas de más de un centenar de ciudades para exigir la liberación del político, quien está en huelga de hambre en prisión desde hace tres semanas y que este lunes fue trasladado a un hospital para reclusos.

Según ha informado la agencia de noticias RIA, cuatro médicos que no pertenecían al servicio penitenciario federal de Rusia visitaron este martes a Navalny y aseguraron que no encontraron problemas de salud graves. Sin embargo, varios expertos de Derechos Humanos de Naciones Unidas han pedido este miércoles que permitieran que el opositor sea enviado al extranjero para recibir "un tratamiento médico urgente", ya que sostienen que su vida está en "grave peligro".

Esta marcha nacional coincide con el discurso sobre el estado de la nación en el que el presidente Putin ha llamado a la población rusa a vacunarse contra la COVID-19 para conseguir la inmunidad de rebaño en otoño. En Rusia se han inoculado a 10,6 millones de personas con la primera dosis (7,24% de la población) y a 6,3 millones con la segunda (4,32% de la población).

"Vuelvo a llamar a todos los ciudadanos a vacunarse. Solo así podemos lograr frenar la pandemia. La otra vía es peor: contagiarse con consecuencias poco previsibles", ha indicado Putin. "La vacunación tiene ahora la mayor importancia y pido a todos los jefes de las regiones, al Gobierno, que trabajen cada día en esto. Y para otoño necesitamos formar la inmunidad de rebaño", ha aseverado el mandatario.

El presidente ruso también ha advertido en su discurso a Occidente de que "lamentará" cualquier provocación contra los intereses de Rusia y ha señalado que la respuesta será "asimétrica, rápida y dura". Putin ha llamado a los países occidentales a no cruzar "las líneas rojas" y no confundir "las buenas intenciones" del Kremlin con "debilidad".

Asimismo, el mandatario ha asegurado que Rusia se comporta de forma "contenida" y que "a menudo" no responde a actos "inamistosos" e incluso ejemplos de "desfachatez". La semana pasada Moscú expulsó a diez diplomáticos de Estados Unidos, en respuesta a una medida similar impuesta por Washington, entre otras cosas por injerencia en los últimos comicios presidenciales en los que resultó electo el demócrata Joe Biden. También tuvo un conflicto diplomático con República Checa, que acusó a Rusia de estar implicada en la explosión de un depósito de armas en 2014 y expulsó a 18 diplomáticos rusos. Moscú respondió declarando "persona non grata" a 20 diplomáticos checos.