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Arabia Saudí

EE.UU. señala en un informe al príncipe saudí como responsable del asesinato de Khashoggi

  • El documento señala que Mohamed bin Salman consideró al periodista una "amenaza para el reino"
  • Riad rechaza "categóricamente" las acusaciones y considera las conclusiones del documento "injustificadas e incorrectas"

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La CIA acusa al príncipe heredero de Arabia Saudí como responsable del asesinato de Khashoggi

Estados Unidos ha hecho público el informe de los servicios de Inteligencia que señala que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, autorizó el asesinato del periodista Jamal Khashoggi dentro del consulado saudí en Estambul en 2018. Unas acusaciones que, horas después, el Gobierno saudí ha rechazado "categóricamente".

"Consideramos que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, aprobó una operación en Estambul, Turquía, para capturar o matar al periodista saudí Jamal Khashoggi", señala el informe.

La Administración de Joe Biden ha entregado el informe, basado en un documento de máximo secreto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, al Congreso del país, después de que el presidente mantuviera este jueves una conversación telefónica con el rey saudí, Salman bin Abdelaziz al Saud.

Una "amenaza para el reino"

El informe, titulado 'Evaluación del papel del Gobierno saudí en el asesinato de Khashoggi', asegura que el príncipe heredero tiene "control absoluto" de las operaciones de Inteligencia y Seguridad de Arabia Saudí, por lo que "es muy poco probable que los funcionarios saudíes llevaran a cabo una operación de esta naturaleza sin la autorización del príncipe heredero".

Asimismo, Bin Salman "consideró a Khashoggi como una amenaza para su reino y apoyó ampliamente el uso de medidas violentas si fuera necesario para silenciarlo".

El documento indica que la Inteligencia de Estados Unidos tiene una lista de 21 personas que consideran "con alta confianza" que fueron cómplices o responsables de la muerte de Khashoggi y que el equipo que llegó a Estambul el 2 de octubre para matar al periodista había funcionarios que "trabajaban o estaban relacionados con el Centro Saudí para Estudios y Asuntos de los Medios de Comunicación en la Corte Real".

La "Prohibición Khashoggi": Washington impone sanciones

Después de que se hiciera público el informe, Estados Unidos ha anunciado restricciones de visados a 76 ciudadanos saudíes, acusados de "amenazar a disidentes en el extranjero", incluido al periodista Jamal Khashoggi.

Estas sanciones forman parte de una nueva norma que el Departamento de Estado ha llamado "Prohibición Khashoggi", en homenaje al periodista, que niega la entrada a Estados Unidos a cualquier persona acusada de atacar a disidentes o periodistas en el extranjero, según ha informado secretario de Estado, Antony Blinken.

La prometida del periodista saudí, Hatice Cengiz, ha publicado a través de su cuenta en la red social Twitter una fotografía de Khashoggi y el mensaje #Justiceforjamal (#Justiciaporjamal, en español), tras la publicación del informe por parte de Estados Unidos.

Las relaciones entre EE.UU. y Arabia Saudí

La publicación del informe sobre el asesinato de Khashoggi marca un nuevo capítulo en las relaciones de Estados Unidos con Arabia Saudí y una clara diferencia entre la política de la Administración Biden y la del exmandatario Donald Trump.

La portavoz de la Casa Blanca, Jane Psaki, afirmó que la nueva Administración de Estados Unidos está "recalibrando" las relaciones bilaterales con Riad como parte de un cambio de rumbo en Oriente Próximo.

El mandatario estadounidense retiró, pocos días después de tomar posesión, el apoyo a la ofensiva liderada por Arabia Saudí en Yemen y abrió la puerta a retomar las conversaciones con Irán sobre su programa nuclear, como parte de las medidas adoptadas para revocar las políticas de Trump. Los gobernantes saudíes, en especial el príncipe heredero, mantuvieron estrechos lazos con el magnate neoyorquino y su yerno, Jared Kuschner.

Asimismo, el secretario de Estado, Antony Blinken, transmitió este jueves a su homólogo saudí, Faisal bin Farhan al Saud, su preocupación por los derechos humanos en el resto.

Arabia Saudí rechaza "categóricamente" las acusaciones

Horas más tarde, el Gobierno de Arabia Saudí ha rechazado "categóricamente" el informe publicado por los servicios de inteligencia de EE.UU.

"El Gobierno del reino rechaza categóricamente lo que se afirma en el informe (...) sobre el crimen del asesinato del ciudadano Jamal Khashoggi, que Dios se apiade de él", señala un comunicado del departamento de Exteriores saudí difundido por la agencia de noticias estatal, SPA.

Según el Ministerio de Exteriores, que también ha publicado el comunicado en su cuenta oficial de Twitter, las "conclusiones" del informe son "injustificadas e incorrectas" y "no pueden ser aceptadas de ninguna manera".

"El Reino rechaza cualquier cuestión que pueda afectar a su liderazgo, soberanía e independencia de su Poder Judicial", dice la nota del Ministerio.

Asimismo, ha señalado que la investigación que se llevó a cabo en país concluyó que este "crimen atroz constituyó una flagrante violación de las leyes y valores del reino y fue cometida por un grupo que violó todas las regulaciones" y que las autoridades ya tomaron "todos los procedimientos judiciales necesarios".

El departamento de Exteriores ha recordado que ya "se emitieron sentencias judiciales definitivas" contra los supuestos perpetradores del crimen y aseguró que la familia del periodista y disidente Khashoggi, asesinado en 2018 en la embajada de su país en Estambul, acogió los veredictos "con satisfacción".

El asesinato de Khashoggi

El 2 de octubre de 2018, Jamal Khashoggi acudió al consulado de Arabia Saudí en Estambul para conseguir los documentos del divorcio de su primera esposa y contraer matrimonio con su prometida turca, Hatice Cengiz. Khashoggi nunca salió del edificio. Su cuerpo fue descuartizado y sus restos no se han encontrado nunca.

El periodista dirigió la cadena de noticias Al Arab en Arabia Saudí y en 2017 se marchó a un exilio autoimpuesto en Estados Unidos, donde colaboraba como columnista del The Washington Post. En sus publicaciones, Khashoggi se mostraba crítico con la monarquía saudí. 

Inicialmente, Arabia Saudí negó su responsabilidad en la muerte del periodista y finalmente reconoció que fue asesinado dentro del consulado por funcionarios saudíes, aunque negaron que el príncipe Mohamed bin Salman estuviera implicado.

En 2019, la investigadora de derechos humanos de la ONU, Agnes Callamard, acusó directamente a Arabia Saudí de una "ejecución deliberada y premeditada" de Khashoggi. La Justicia saudí condenó a cinco personas a pena de muerte por el asesinato y liberó a uno de los principales sospechosos, Saud al Qahtani, exasesor del príncipe heredero. Más tarde, la Fiscalía General saudí redujo la condena a penas de 20 años de cárcel.