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Coronavirus

La ocupación de las UCI desciende con la caída de los casos, pero aún tardará en salir de los niveles de riesgo

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La curva de las UCI desciende, pero más lenta que la de casos

La tercera ola de coronavirus en España va quedando atrás y las restricciones parecen surtir efecto en todo el país. El pico se registró el pasado 27 de enero, cuando los casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días estuvo a punto de alcanzar los 900. Ahora, el indicador se sitúa en los 219 contagios registrados, cerca de 700 puntos menos.

La incidencia de casos a nivel nacional cae ininterrumpidamente desde hace casi un mes. Y sin embargo, esta bajada no se reproduce automáticamente en los hospitales, especialmente en las unidades de cuidados intensivos: a día de hoy, la ocupación sigue siendo superior al 30 % en España.

El pico máximo de saturación de las UCI se alcanzó el 2 de febrero, con un 45,3 % de las camas ocupadas por pacientes COVID. Desde entonces ha bajado cerca de 15 puntos, hasta el 30,55 %, según el último informe del Ministerio de Sanidad. A pesar de esta caída, España sigue estando en nivel de riesgo extremo para este indicador, ya que el semáforo de Sanidad coloca esta etiqueta cuando el baremo sobrepasa el 25 %.

El coronavirus, una enfermedad de larga estancia

¿Por qué esta bajada no es tan pronunciada? Pedro Rascado, de la Sociedad Española de Medicina Intensiva (SEMICYUC), ha explicado en TVE que aún se tardarán varias semanas “en tener una recuperación de las unidades de cuidados intensivos”. “Las estancias suelen ser muy prolongadas, porque son enfermos muy graves que están mucho tiempo”, apunta Rascado.

Algunos pacientes llegan a estar más de un mes en las UCI. Y aunque la duración se ha reducido levemente en esta nueva ola por el perfil del paciente, más joven, ello tampoco ha ayudado a aligerar en exceso la situación preocupante de los hospitales.

Los pacientes jóvenes también pueden desarrollar síntomas graves. Lo ha advertido, también en TVE, Luis Díaz Izquierdo, médico de Urgencias del Hospital Severo Ochoa (Leganés, Madrid). “Empezaban a verse pacientes cada mes más jóvenes, que además no tenían ninguna patología y que venían con una enfermedad muy severa”.

Cierta mejoría, pero con la vista puesta en las restricciones

Díaz Izquierdo observa una mejoría de la situación en las últimas semanas, especialmente desde principios de febrero. “Vemos una disminución en la afluencia de pacientes de enfermedad COVID, y en ese sentido parece ser un poquito mejor”.

El riesgo ahora es que la relajación de las restricciones revierta la tendencia. Médicos como Rascado advierten de que una extremada flexibilización de las medidas por parte de las comunidades autónomas podría darle la vuelta a este panorama epidemiológico en muy poco tiempo. “Nos preocupa sin ninguna duda que la relajación de las restricciones que pueden llevar a un repunte de la incidencia”, avisa.

¿Y qué ocurre con los fallecidos? Al igual que en las UCI, los buenos datos empiezan a aparecer en torno a dos semanas después de la bajada en la incidencia. Así, la curva de hospitales y decesos suele ir de forma paralela, si bien las muertes suelen tardar algo más de tiempo en reducirse. En el caso de la tercera ola, el pico de fallecidos se alcanzó el 2 de febrero, casi dos semanas después del máximo en las UCI.