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Coronavirus

La OCDE sitúa a España como la economía más golpeada del G20 si hay un rebrote del virus

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La OCDE estima que España será el país más perjudicado por la pandemia si hay un rebrote

España será la economía más castigada por la crisis del coronavirus entre los países del G20 en el caso de que se produzca un rebrote este año, con un desplome del Producto Interior Bruto (PIB) del 14,4 %, y la cuarta con peores resultados si no hay una segunda oleada de casos, con una caída del 11,1 %, solo por detrás de Italia (-11,3 %), Francia (-11,4 %) y el Reino Unido (-11,5 %).

Así lo recoge la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe semestral de perspectivas publicado este miércoles, donde también augura que la tasa de paro, en el peor de los casos, se dispararía al 20,1 % este año, con un nuevo ascenso en 2021 hasta el 21, 9 %; si bien, en el escenario más favorable, el desempleo subiría al 19,2 % en 2020, antes de iniciar un leve descenso el año próximo hasta el 18,7 %.

Según el informe, la recuperación en 2021 será más lenta en el caso de que haya un rebrote, hasta el 5%, mientras que habrá un repunte del 7,5% en el escenario más favorable, dados los efectos más persistentes en los mercados laborales y la situación financiera de las empresas y los hogares.

"El Gobierno ha tomado medidas significativas para apoyar el empleo y proporcionar liquidez a la economía", señala la OCDE, si bien "la expansión de las capacidades hospitalarias y de pruebas y la rápida identificación de las personas infectadas serán cruciales para prevenir nuevos brotes".

En este sentido, el organismo propone que, a medida que comience la recuperación, será necesario implantar políticas en el mercado laboral para ayudar a las empresas y trabajadores en sectores con efectos negativos persistentes, así como el apoyo a la liquidez de empresas solventes, especialmente en sectores donde el cierre se retrasa.

Boletines RNE - La OCDE alerta de que España será el país que más sufrirá si hay un rebrote del coronavirus - Escuchar ahora

Estas previsiones son significativamente más pesimista que las del Gobierno, que calculan un descenso del PIB 9,2 y del 9,4 % este año, respectivamente, pero sí en línea con las presentadas este lunes por el Banco de España, que estiman una contracción de la economía del 11,6 % si la recuperación es gradual y del 15,1 % si es más lenta.

Según estos datos, los países que han pasado por una situación epidémica equivalente, con medidas de confinamiento estrictas y durante un largo periodo de tiempo, como España, Italia y Francia, se llevarán la peor parte de esta crisis, agravada por la paralización del turismo durante más de tres meses, un sector con un gran peso en estas economías.

El déficit se disparará al 12,5 %

La caída de la demanda interna -indicador que mide el gasto en consumo, bienes, servicios e inversión que hace un país- debido al confinamiento impulsó el desplome del 5,2 % en el PIB durante el primer trimestre del año. En concreto, se registró una fuerte contracción del consumo de los hogares, que en los tres primeros meses del año retrocedió un 7 %, su mayor caída desde que se dispone de datos trimestrales, y del 8 % en la inversión.

El mismo informe explica que la caída de la demanda interna, debido a la destrucción del empleo y el cierre de la actividad, es el factor clave de la contracción. Es por ello que la OCDE apuesta por una recuperación por la vía del consumo y de la inversión, aunque sobre eso planea una gran incertidumbre y las pobres perspectivas del turismo. Advierten, además, de que si hubiera un "segundo impacto" de la pandemia los efectos negativos serían más severos y persistentes por un alto número de quiebras y periodos de desempleo más largos.

En lo que respecta al déficit, la OCDE estima que en España se disparará hasta el 10,3 % del PIB este año en el escenario más favorable y que hará subir la deuda al 117,8 % del PIB; pero que podrían escalar al 12,5 % y al 129,5 %, respectivamente, en el caso de un nuevo brote epidémico.

Sin embargo, subrayan que la acción pública que se ha puesto en marcha para hacer frente a la crisis tendrá que continuar y ajustarse para reducir el riesgo de que el choque tenga efectos permanentes sobre la actividad.

Peor recesión mundial desde los años 30

A escala global, los datos también son desalentadores. Según el organismo, la economía mundial vive su peor recesión desde los años 30 con una caída de la actividad del 6 % en 2020 en caso de que no se produzca un rebrote de la pandemia, y del 7,6 % si eso sucediera de aquí a finales de año.

Los países de la moneda única europea en su conjunto sufrirán un recorte del PIB del 9,1 % en 2020 si se consigue mantener a raya la pandemia, pero en el escenario más desfavorable el bajón sería del 11,5 %. El Reino Unido se encuentra en una situación similar, con un hundimiento de su PIB podría alcanzar igualmente el 11,4 %. Aunque a distancia de este grupo, el descenso de la actividad en Estados Unidos también será muy significativo, del 7,3 % o del 8,5 % si se cumple una u otra hipótesis de trabajo.

Los datos indican que ninguna de las grandes economías mundiales se librará este año de la recesión, pero será China con diferencia la que menos retrocederá (-2,6 % y -3,7 % en los dos escenarios contemplados). Y también una de las pocas que en 2021 recuperará ampliamente el terreno perdido (+6,8 % y +4,5 %, respectivamente), junto con la India.

Recuperación global en 2021

Los autores del informe indican que aunque globalmente se espera un crecimiento el año próximo, que será más vigoroso si no hay un nuevo golpe de la pandemia en los próximos meses, eso no permitirá volver a los niveles de actividad anteriores a la crisis al acabar 2021.

En la práctica, la pérdida de ingresos será entonces superior a la que se produjo en cualquier otra recesión de los últimos 100 años, si se excluyen los periodos de guerra. Y el choque seguirá teniendo consecuencias a largo plazo para la gente, para las empresas y para los Gobiernos.

Para la OCDE, las inversiones públicas en tecnologías verdes y digitales para transformar la economía son ahora todavía más urgentes que antes de la crisis para acelerar la transformación de empresas y trabajadores que van a tener que reconvertirse. Como también son necesarias medidas que refuercen la confianza dentro de cada país, para estimular el consumo, pero también a nivel internacional en un momento de fuertes tensiones entre las dos grandes economías mundiales, Estados Unidos y China.