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Coronavirus

Décima jornada de caceroladadas contra el Gobierno en Madrid y otras ciudades españolas

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Las caceroladas contra el Gobierno se extienden mientras Iglesias y Vox se cruzan reproches por los escraches

Las caceroladas y concentraciones en protesta contra la gestión del Gobierno central en la crisis del coronavirus se han repetido por décimo día consecutivo, no solo en Madrid, sino también en diferentes ciudades del país como Toledo o Valencia, donde se han manifestado más de un millar de personas.

Los asistentes, al grito de "libertad" y en su mayoría ataviados con la bandera española, han reclamado la dimisión del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y de varios miembros de su gabinete.

Estas concentraciones, que no cuentan con autorización de la Delegación del Gobierno, han estado rodeadas en todo momento por un amplio dispositivo policial, que ha pedido a los asistentes que mantuvieran las medidas de distanciamiento y que no cortaran el tráfico de las calzadas.

Refuerzo en el dispositivo policial

En Alcorcón, el Ayuntamiento ha cerrado por decreto la Plaza de los Príncipes de España, en el barrio de Parque Lisboa, tras la tensión vivida este lunes en el municipio al coincidir una cacerolada contra el Ejecutivo central y una contraprotesta, que defendía el lema "Alcorcón antifascista".

El germen que surgió en el madrileño barrio de Salamanca se ha ido repitiendo una semana después de las primeras convocatorias. Como viene siendo habitual, los ciudadanos se manifiestan por la zona de Núñez de Balboa en contra de la gestión del Gobierno de Sánchez frente al coronavirus.

Este martes, el paseo de la Habana ha sido la zona donde se han reunido más personas, varios centenares, mientras que en otras como Montecarmelo, Sanchinarro, Pinar de Chamartín o Aravaca y en municipios de la periferia como Arganda, Majadahonda, Las Rozas o Pozuelo, ha reinado la tranquilidad y ha disminuido el número de asistentes respecto a otras jornadas.

Aumentan las protestas en Ferraz

También se han repetido las concentraciones ante la sede del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid,  por cuarto día consecutivo.

En esta ocasión no se ha cortado ese trozo de la vía al tráfico, por lo que los manifestantes han estado en permanente movimiento por las aceras siguiendo las recomendaciones de los agentes. También ha aumentado las medidas de seguridad, con cuatro 'lecheras' de la Policía Nacional y un helicóptero sobrevolando la zona.

La 'cacerolada' de la calle también ha sido apoyada por algunos vecinos desde los balcones, que han colgado carteles en los que también se reclamaba a Inés Arrimadas que no "traicionara" a Madrid con el pacto de la prórroga del estado de alarma y se apoyaba la labor de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y del alcalde, José Luis Martínez-Almeida.

Un millar de manifestantes en Valencia

Las movilizaciones se han ido extendiendo a otras ciudades españolas. Este martes, en Valencia, un millar de personas se ha vuelto a concentrar en pleno paseo de la Alameda, frente al cuartel del Ejército de San Juan de Ribera, para asistir al arriado de la bandera de España y exigir la dimisión del presidente.

El acto ha contado con numerosa presencia policial en la calle y desde el aire con un helicóptero para evitar que los asistentes -entre los que se encontraba el diputado de Vox en Les Corts Valencianes José María Llanos- incumplieran las medidas de distanciamiento social, sin que se haya producido ningún incidente.

Cruce de reproches por los escraches

Algunas de las protestas se han llevado estos días a los domicilios de algunos miembros del Gobierno como el del ministro Ábalos o el de Pablo Iglesias, lo que ha provocado un cruce de reproches entre Vox y el vicepresidente segundo. Pablo Iglesias advertía este martes de que los escraches también pueden afectar a políticos del PP y Vox y desde el partido de Abascal le acusan de señalarles como objetivo.

La Guardia Civil ha reforzado este martes el dispositivo de seguridad desplegado en la urbanización de Galapagar (Madrid) donde se ubica la vivienda de Pablo Iglesias y la ministra de Igualdad, Irene Montero, con la colocación de vallas y el acceso limitado únicamente a residentes.

Asimismo, se ha registrado una pintada en la casa de la alcaldesa de la localidad valenciana de Alborache, Paqui Collado, en la que le llaman "vendida". Según han indicado los socialistas de la localidad en su cuenta de Facebook, la primera edil ha denunciado ante la Guardia Civil, y han indicado que ha habido otras pintadas en dependencias públicas.