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Centeno aspira a escribir "un nuevo guión" y "desafiar los equilibrios establecidos" desde la presidencia del Eurogrupo

  • El ministro de Finanzas portugués es el primer jefe de ese foro que viene del sur
  • El socialista ha criticado en muchas ocasiones las directrices del Eurogrupo
  • Los buenos datos económicos de su país le avalan ante los más ortodoxos

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El ministro portugués de Finanzas, Mário Centeno, ha sido elegido por sus homólogos de la zona euro para ocupar la presidencia del Eurogrupo

La elección del socialista portugués Mário Centeno como nuevo jefe de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona supone un cambio sustantivo, sobre todo, porque viene de un país del sur y, más aún, de uno de los miembros que tuvo que ser rescatado durante la crisis del euro. Aunque hay que recordar que Portugal es el alumno aventajado de ese grupo de países, sus buenas cifras macroeconómicas se han conseguido saliéndose en muchos casos de la austeridad más rígida impuesta desde Bruselas.

Desde que Centeno llegó a la cartera de Finanzas de Portugal en noviembre de 2015, su país ha desafiado y criticado algunas de las directrices marcadas desde ese foro, que trata de coordinar y profundizar la convergencia entre las 19 economías que participan en la moneda única.

Su militancia socialista y su procedencia del sur le han abierto las puertas de la jefatura del Eurogrupo, ya que los líderes europeos buscaban ese perfil para contrarrestar, por un lado, las presidencias conservadoras en la Comisión Europea y el Europarlamento, y por otro, la futura presidencia del Banco Central Europeo, que persigue Alemania.

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Centeno comparte familia política europea con el presidente saliente, el holandés Jeroen Dijsselbloem, ya que ambos son socialistas. Sin embargo, su distinta visión de las guías que deben salir del Eurogrupo quedó en evidencia este mismo lunes, en las ruedas de prensa que siguieron a su elección para el cargo.

"Generar consensos", pero también "desafiar los equilibrios establecidos"

En la primera comparecencia, realizada junto a Dijsselbloem, el ministro portugués destacó que su puesto implica buscar consensos, necesarios para seguir avanzando en la arquitectura del euro, y que tratará de dar "un nuevo guión" a la moneda única.

"Ser presidente del Eurogrupo significa sólo que ahora hay otra persona que tiene que generar los consensos necesarios para que Europa pueda seguir en esta senda de crecimiento y de reducción del desempleo. Y siempre hay alternativas. Hay que buscarlas, hay muchas ideas por ahí y vamos a tratar de cogerlas todas y poner un nuevo guión que pueda servir para el futuro de Europa", resumió Mário Centeno en un perfecto español.

El holandés le respondió con un velado aviso: hay que mantener el camino trazado "sin relajar" la estabilidad presupuestaria. Esto se unía a otra advertencia que había lanzado unas horas antes contra el riesgo de complacencia.

Centeno no recogió el guante y prefirió no responder. Pero en la siguiente rueda de prensa, ya en solitario y principalmente ante medios de comunicación portugueses, fue más concreto en lo que cree que debe ser su papel al frente del Eurogrupo: "Cuestionar, encontrar los errores, dar más apertura a estas discusiones", en resumen, "desafiar los equilibrios establecidos".

Grandes retos por delante para la eurozona

Centeno sustituirá el próximo 13 de enero a Dijssebloem y estrenará su cargo en la reunión del Eurogrupo prevista para el 22 de enero. A partir de ese momento, tendrá por delante grandes retos donde poner en práctica ese desafío a los equilibrios, en una época que se presenta de transición para la zona euro.

Para empezar, tendrá que cerrarse el tercer rescate concedido a Grecia, con una evaluación que podría desembocar en una quita de su inmensa deuda. Además se tendrá que aplicar la reforma de la eurozona, que busca profundizar la unión económica y monetaria, y que implicará cambios en el entramado institucional y en las reglas presupuestarias europeas.

Con ese panorama por delante, su nombramiento ha sido bienvenido por los más críticos con la gestión de la crisis que se ha realizado desde el Eurogrupo y ha generado muchas expectativas.

Así, el líder del Grupo Socialista y de los Demócratas del Parlamento Europeo, el italiano Gianni Pittella, ha calificado su elección como una victoria de "todos los que luchan para librarnos de la ceguera de la austeridad. Por fin vamos a superar la era de la austeridad ciega y estúpida".

En cuanto a la consecuencias que su nombramiento puede tener en el Gobierno portugués, Centeno ha rechazado que suponga "responsabilidades añadidas o nuevas". Así, por ejemplo, ante las recomendaciones fijadas por la Comisión Europea para Portugal de cara a 2018, el ministro ha asegurado que no supondrán ningún cambio en las políticas económicas del Ejecutivo de Lisboa.

"Hace un año estaba aquí, en Bruselas, para luchar por que el país no viese suspendidos sus fondos estructurales", ha recordado el titular de Finanzas portugués, quien ha añadido que su nuevo puesto representa "un nuevo nivel de esa exigencia".

Preguntado por las reticencias sobre el proyecto europeo de los dos partidos que apoyan al Gobierno de Costa -comunista y Bloco de Esquerda-, Centeno ha afirmado que las políticas "domésticas" se abordan en cada país y ha garantizado el compromiso del Ejecutivo del que forma con la construcción de la UE y la eurozona.

Un especialista en el mercado laboral

Centeno nació en 1966 en Olhòo, una localidad del sur de Portugal, y es licenciado en Económicas por Universidad Técnica de Lisboa y obtuvo su doctorado en la Universidad de Harvard en el año 2000, con una tesis titulada Ensayos sobre Economía del Trabajo. También tienen un máster en Matemáticas Aplicadas por el Instituto Superior de Economía de la universidad lisboeta.

Entre 2000 y 2004 fue economista del Banco de Portugal, donde ocupó el puesto de director adjunto del Departamento de Estudios económicos entre 2004 y 2013. En ese mismo período, también fue miembro del Comité de Política Económica de la Comisión Europea.

Centeno fue el encargado de elaborar el programa económico del Partido Socialista de Portugal para las elecciones de 2015. El socialista Antonio Costa fue nombrado primer ministro del país después de esos comicios, apoyado por los comunistas y el Bloco de Esquerda, y Centeno asumió entonces la cartera de Finanzas.

Ahora, el socialista se convierte en el tercer presidente del Eurogrupo, después del liberal-conservador luxemburgués Jean-Claude Junker y del socialdemócrata holandés Jeroen Dijsselbloem.

Especialista en el mercado de trabajo y con perfil "liberal", según los medios portugueses, ha señalado en varias ocasiones que la segmentación del mercado de trabajo es uno de los mayores problemas de la economía de Portugal. En este sentido, ha criticado durante la dualidad entre los trabajadores jóvenes -generalmente peor protegidos y con contratos a tiempo parcial- y los más veteranos, por lo que apuesta por establecer un contrato único para paliar este problema.

Portugal, alumno aventajado

Centeno llega a la presidencia del Eurogrupo avalado por los datos positivos de la economía de Portugal, seis años después de verse obligado a pedir un rescate de 78.000 millones de euros en mayo de 2011 -que cerró en 2014- y aplicando una receta distinta a la austeridad generalizada impuesta por los países acreedores del norte europeo y transmitida en los últimos años por Dijsselbloem.

Con los buenos datos económicos de Portugal, Centeno se ganó los elogios del anterior ministro de Finanzas alemán, el conservador y ultradefensor de la austeridad Wolfgang Schäuble, que le apodó como el "Ronaldo" del Ecofin, en referencia a la estrella de fútbol portuguesa.

Portugal salió del procedimiento por déficit excesivo de Bruselas en 2016, con Centeno al frente del Ministerio de Finanzas, después de haber cerrado ese año con un déficit de tan sólo el 2%. Ese desequilibrio de las cuentas públicas cerrará 2017 en un 1,4%, según las previsiones de Bruselas, que pronostican también un crecimiento de la economía del 2,6% y una tasa de paro del 9,2% cuando finalice este año.

Además, el país ha devuelto ya, adelantándose a los plazos, las tres cuartas partes del rescate concedido por el Fondo Monetario Internacional.

La nota negativa la pone la deuda pública, que aún alcanza el 130% del PIB, aunque se reduce año a año.