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La tasa de actividad de las mujeres españolas es 12 puntos inferior a la de los hombres

  • La brecha de género en la tasa laboral es de 27 puntos a nivel mundial
  • Son datos del informe Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo de la OIT

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Trabajadora en una cadena de montaje de automóviles
Trabajadora en una cadena de montaje de automóviles

La tasa de actividad de las mujeres en el mercado laboral de España en 2017 se sitúa en un 52,1%, 12,1 puntos porcentuales inferior a la de los hombres (64,2%), según el informe Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias del empleo femenino 2017, presentado este miércoles.

Según el estudio, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), "las brechas de género constituyen uno de los mayores desafíos que afronta la comunidad mundial en el mercado de trabajo", dado que las mujeres tienen considerablemente menos posibilidades que los hombres de tener un empleo o de estar buscando un trabajo.

En el caso de España, la brecha salarial es "significativamente" inferior al promedio mundial, que se sitúa en 26,7 puntos porcentuales.

El texto recuerda que, en 2014, los líderes del G20 se comprometieron a lograr el objetivo "25 para 25", que implica reducir la brecha en las tasas de actividad de los hombres y las mujeres en un 25% para el 2025.

En el caso de España, la OIT estima que reducir la brecha de género en un 25% generaría a la economía española una ganancia de 34.500 millones de dólares (30.700 millones de euros).

Además, según los cálculos de la entidad, ello supondría un incremento de 3 puntos porcentuales en la tasa de actividad femenina, lo que a su vez significaría 500.000 mujeres entrarían en la mano de obra, y un aumento del PIB en un 1,9%.

11.700 millones de euros más en ingresos fiscales

Adicionalmente, si se redujera la brecha de género un 25%, se generarían 13.100 millones de dólares (11.700 millones de euros) en ingresos fiscales.

Para conseguirlo, no obstante, es necesario promover la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor; combatir las causas subyacentes de la segregación profesional y sectorial; y transformar las instituciones para prevenir y eliminar la discriminación, la violencia y el acoso a mujeres y hombres.

Asimismo, el estudio sugiere abordar factores socioeconómicos que influyen en la participación, como la prestación de servicios de cuidado de terceros; emprender políticas mejoradas centradas en promover el equilibrio entre el trabajo y la familia; y crear y proteger empleos de calidad en la economía del cuidado de terceros.