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Volkswagen llega a un acuerdo con los proveedores y reanudará la producción en sus fábricas gradualmente

  • Seis fábricas se han visto afectadas por la falta de componentes
  • Las dos partes han llegado a un pacto tras más de 20 horas de negociación

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Vista del logo de Volkswagen delante de un edificio lleno de vehículos nuevos en una planta de Volkswagen en Wolfsburgo
Vista del logo de Volkswagen delante de un edificio lleno de vehículos nuevos en una planta de Volkswagen en Wolfsburgo.

Volkswagen ha anunciado este martes que ha llegado a un acuerdo con los dos proveedores que dejaron de suministrarle algunos componentes, motivo por el que ha tenido que parar la producción del Golf y el Passat en seis plantas alemanas, una medida que afecta a casi 28.000 trabajadores. De esta forma, se iniciará "en breve" la entrega de las piezas y "las fábricas afectadas van a reiniciar de nuevo paulatinamente la producción", ha asegurado un portavoz de Volkswagen, que no ha ofrecido más detalles.

Las dos empresas suministradoras con las que Volkswagen ha llegado a un acuerdo tras más de 20 horas de negociación son Car Trim y Es Automobil Guss -ambas del grupo Prevent-, que proveen a la compañía alemana de fundas para los asientos y componentes para motores, como cajas de cambio. Ambas partes han acordado guardar silencio sobre los detalles del acuerdo.

El Gobierno alemán exigió a Volkswagen y a los dos suministradores de componentes que lleguen a una solución rápida en su disputa, que también afecta a otras compañías automovilísticas. El responsable de Economía en el Gobierno de Baja Sajonia, Olaf Lies, también miembro del Consejo de Vigilancia de la empresa aseguró que el conflicto estaba golpeando a la empresa "en el peor momento posible".

Y es que solo la interrupción de la producción en la fábrica de Wolfsburgo -una de las seis afectadas- durante una semana reduciría los ingresos de Volkswagen unos 100 millones de euros brutos, según cálculos de analistas del banco suizo UBS.

Volkswagen registró en 2015 una pérdida neta atribuida de 1.582 millones de euros, frente a las ganancias de 10.847 millones que obtuvo en 2014, debido principalmente a las provisiones realizadas para hacer frente a los costes derivados de la manipulación de emisiones de los vehículos diésel y que ascienden a 16.200 millones.