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Las Bolsas chinas recuperan parte de lo perdido gracias al empuje de Wall Street

  • Los mercados confian en que se aplace la subida de intereses en EE.UU.
  • Shanghai sube un 5,34% y recupera parte del 20% perdido los últimos días
  • El Nikkei de Tokio repunta un 1%, tras el fuerte avance del miércoles

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Un inversor, atento a la pantalla de cotizaciones en una casa de valores de Pekín
Un inversor, atento a la pantalla de cotizaciones en una casa de valores de Pekín.

Las Bolsas chinas han subido este jueves y han recuperado una parte del más del 20% perdido en su cotización en las cinco sesiones. Detrás de este leve respiro de los mercados del gigante asiático está el fuerte rebote del miércoles de Wall Street, impulsado por la expectativa de que la Reserva Federal estadounidense aplazará la subida de intereses que se anunciaba para septiembre debido a la crisis bursátil vivida este verano en China. Ese mismo ánimo ha llevado a un cierre en positivo de las Bolsas europeas.

Este miércoles, los mercados de valores chinos no reaccionaron con suficiente entusiasmo ante las medidas monetarias adoptadas por el banco central del país y volvieron a registrar pérdidas. Este jueves, sin embargo, sí han respondido con energía a la fuerte subida de la Bolsa estadounidense, alentada por las declaraciones del presidente de la Reserva Federal en Nueva York, Wiliam Dudley, quien señaló que la subida de tipos parece "menos imperativa" ahora que hace unas semanas.

La Bolsa de Shanghai, la más importante de China, ha concluido la sesión de este jueves con un avance del 5,34%, mientras que la Bolsa de Shenzen, el segundo mercado más relevante y en el que predominan los valores tecnológicos, ha repuntado un 3,33%.

Por su parte, el parqué de Hong Kong ha terminado la jornada con un avance del 2,8%.

Subidas en Asia y en la apertura europea

El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio ha cerrado con una subida del 1,08%, que se une al fuerte avance del miércoles.

También ha recuperado terreno por segundo día consecutivo el indicador Kospi del mercado surcoreano, que ha terminado la sesión con un alza del 0,73%.

En el resto de la región Asia-Pacífico las subidas han sido unánimes, destacando la de Indonesia (un alza del 4,55% en su índice principal), pero con cifras también sólidas en Tailandia (un repunte del 2,87%), Singapur (un avance del 2,52%), Filipinas (un 2,24%), Vietnam (1,82%), Malasia (1,35%) y Australia (1,17%).

La fuerte subida del miércoles en Wall Street también ha animado la apertura de los mercados del Viejo Continente.

El IBEX 35 de la Bolsa de Madrid ha comenzado la sesión de este jueves con un alza del 2,47%. En Fráncfort, el Dax se apuntaba un rebote del 2,74%, mientras que el selectivo parisino CAC 40 subía un 2,47%, el FTSE 100 de Londres avanzaba un 1,91% y el FTSE Mib de Milán recuperaba un 1,66%.

China crecerá más lento, pero no se parará

El pesimismo de los inversores chinos sobre el futuro de la economía de la segunda potencia mundial parece haber dado un respiro a las ventas de acciones.

Así, parecen haber asimilado las predicciones de la mayoría de los economistas, que estiman que la actividad del gigante asiático dejará de crecer exponencialmente, pero no se parará. Estos analistas insisten además en que el comportamiento de las Bolsas chinas tiene más que ver con el estallido de la burbuja bursátil creada desde mediados del año pasado que con la realidad económica del país.

El hombre más rico de China y propietario del conglomerado empresarial Dalian Wanda, el magnate Wang Jianlin, ha advertido este jueves que China debe renunciar a la "fantasía" de crecer más de un 7% y aceptar tasas de crecimiento más lentas, "sostenibles y seguras".

"El pesimismo de los mercados sobre las perspectivas a corto plazo del cuadro macroeconómico de China es, probablemente, exagerado", ha señalado este jueves en una nota la agencia de calificación Fitch.

Para Fitch, las autoridades de Pekín siguen teniendo "un margen significativo" para bajar más los tipos de interés (la tasa actual del banco central de China está en 4,6%), además de considera que tienen "munición sustancial" en el campo fiscal para dinamizar el crecimiento.

La mayoría de los economistas coinciden en que las autoridades chinas deben reequilibrar su economía, encauzándola hacia un modelo de crecimiento más lento pero más sostenible, en el que aumente el peso del consumo interno, se favorezca el auge de los servicios y el sector privado, se reorganicen los grupos estatales para mejorar su eficiencia y se promueva una producción industrial de mayor calidad.