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La entrada en prisión de Dirceu estrecha el cerco político en el escándalo de Petrobras

  • Nuevas revelaciones aumentan la implicación del expresidente Collor de Mello
  • Cinco directivos de la constructora OAS, condenados a penas de prisión
  • La implicación de más políticos aumenta la presión sobre la presidenta Rousseff

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El exministro brasileño  Jose Dirceu llega en un coche policial a un centro de retención en la ciudad de Curitiba.
El exministro brasileño Jose Dirceu llega en un coche policial a un centro de retención en la ciudad de Curitiba.

La investigación sobre el escándalo en Petrobras sigue avanzando tanto en el frente político como en el empresarial con la entrada en prisión del exministro Dirceu; nuevas revelaciones sobre el senador y expresidente de Brasil Fernando Collor de Mello, acusado de obtener unos 6,8 millones de euros con la corrupción petrolera; y con la condena de cinco exdirectivos de la empresa constructora OAS.

Según documentos enviados por la Fiscalía a la Corte Suprema, el senador de la coalición que apoya al Gobierno de la presidenta, Dilma Rousseff, recibió ese dinero entre 2010 y 2014 a través de un "sofisticado sistema de blanqueo de capitales" en el que presuntamente participaron algunas empresas de su propiedad y otras en las que figura como socio.

Los documentos sostienen que algunas de esas empresas sólo existen sobre el papel y no tienen ni empleados ni ninguna actividad económica conocida, de lo que se deduce que fueron creadas para "lavar el dinero" obtenido de la corrupción en Petrobras.

Las empresas, oficinas y hasta las residencias de Collor de Mello ya fueron objeto de un amplio registro el pasado 14 de julio, cuando la Policía Federal se incautó de numerosos bienes y documentos que habrían agravado su situación.

Una de las propiedades registradas fue la Casa da Dinda, una lujosa mansión que Collor posee en Brasilia, que usó en sus tiempos de presidente como residencia oficial y que ya había sido objeto de una operación similar en 1992, antes de su renuncia al cargo. Allí, fueron incautados un Ferrari, un Lamborghini y un Porsche, cuyo valor se calcula en unos seis millones de reales (1,8 millones de euros) y que, según la Fiscalía, fueron producto de la corrupción petrolera.

Dirceu vuelve a prisión

Por otra parte, pero por este mismo caso, esta semana ha vuelto a prisión el exministro José Dirceu, el "hombre fuerte" del Gobierno en el primer mandato de Lula da Silva y considerado una "leyenda viva" de la izquierda brasileña.

El exministro ya cumplía una condena a once años y diez meses por su responsabilidad en un caso de sobornos parlamentarios denunciado en 2005, durante la primera gestión de Lula, de quien fue siempre un fiel escudero.

Dirceu, de 69 años, ya había pasado doce meses en prisión, pero a fines del año pasado obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria y cumplía la pena en su residencia de Brasilia. Sin embargo, ese beneficio le fue suspendido porque, según la Fiscalía, aún bajo arresto recibía comisiones ilegales de la corrupción petrolera.

Sobornos de 7,8 millones de euros

En el plano empresarial, la Justicia federal brasileña ha condenado este miércoles a penas de entre cuatro y 16 años de prisión a cinco exdirectivos de la constructora OAS por su participación en la red de corrupción que operó en la estatal Petrobras. Las sentencias han sido dictadas por el juez Sergio Moro y las más duras han recaído sobre José Aldemário Pinheiro y Agenor Medeiros, exdirectivos de la empresa.

En la misma decisión, Moro ha dicatado una pena de once años de prisión contra los exdirectivos Mateus Coutinho de Sá Oliveira y José Ricardo Nogueira Breghirolli, y ha castigado con cuatro años a Fernando Stremel, quien también integraba la directiva de OAS.

La constructora forma parte de una veintena de grandes empresas investigadas por una red de corrupción que durante la última década se apropió de unos 2.000 millones de dólares de Petrobras, mediante fraudes con contratos y licitaciones.

Según la sentencia publicada hoy por el juez Moro, en el caso de OAS se comprobó que la empresa pagó en sobornos cerca de 30 millones de reales (unos7,8 millones de euros) y que se benefició de ese modo con contratos para obras en una refinería de Petrobras, entre otros negocios.

Por las corruptelas en Petrobras ya han sido condenados a prisión otros empresarios, entre los que figuran tres exdirectivos de la firma Camargo Correa, y medio centenar de políticos, en su mayoría de la coalición que apoya a Rousseff, están siendo investigados.

Además, la investigación intenta determinar si el dinero de la corrupción en Petrobras también llegó al comité de campaña de Rousseff. Unas sospechas que han llevado a sectores minoritarios de la oposición a pretender que Rousseff sea sometida a un juicio político con fines de destitución, aunque hasta ahora no han encontrado el respaldo necesario en el Parlamento.