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Los peritos independientes aseguran que Bankia presentaba pérdidas dos años antes de la fusión

  • El deterioro del banco no puede achacarse a la crisis económica, señalan
  • Han declarado ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu

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Los peritos creen que la situación económica no afectó al deterioro de Bankia

Los dos peritos independientes designados por el Banco de España que pusieron de manifiesto las irregularidades en la fusión y salida a Bolsa de Bankia han asegurado que el grupo, conformado en diciembre de 2010 por siete cajas de ahorro, ya presentaba pérdidas desde dos años antes.

Los expertos, Antonio Busquets y Víctor Sánchez Nogueras, han ratificado ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu los informes en los que apuntaban que la entidad salió a Bolsa sin ofrecer su "imagen fiel" a los inversores institucionales y los accionistas minoritarios, al tiempo que han apuntado que el deterioro de los estados financieros del banco no puede achacarse a la crisis económica, como defendieron los exdirectivos de la entidad presidida por Rodrigo Rato.

En relación con la situación del Banco de Valencia, que llevó a cabo un "desmesurado incremento" de su inversión crediticia entre 2004 y 2011 y asumió demasiados riesgos en el sector inmobiliario, los peritos han señalado que sus deterioros eran "conocidos" aunque no se quisieron abordar hasta la intervención de la entidad, en noviembre de 2011.

Los peritos, que han contestado en esta primera comparecencia a las preguntas del fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón y las acusaciones personadas en la causa, únicamente han discrepado en la cuantía de los activos fiscales que la entidad podría haber recuperado, que han cifrado en 1.428 y 1.900 millones de euros, respectivamente. "Se trata de una horquilla valorativa", han argumentado.

Las cuentas del equipo de Rato presentaban "errores contables"

Ambos han señalado que en la salida a Bolsa, que se produjo en julio de 2011, los inversores conocieron detalladamente las condiciones técnicas de la operación, contenidas en el folleto de salida a Bolsa, pero no así los estados financieros de la entidad.

En este sentido, han reiterado que las cuentas de 2011, que fueron aprobadas por el equipo de Rato en marzo de 2012, presentaban "errores contables" y que su reformulación en mayo de ese año, ya bajo la presidencia de José Ignacio Goirigolzarri, supuso el "reconocimiento" de esas equivocaciones y no "un cambio de estimaciones" en los balances.

Los peritos escribieron en sus informes que tanto en las cuentas de Rato, que presentaban unos beneficios de 309 millones de euros, como en las de su sucesor, que apuntaban a unas pérdidas de 2.979 millones, existían "ajustes de importancia material no contabilizados".

Los expertos han defendido que el Banco Financiero de Ahorros (BFA), matriz de la entidad, habría entrado "en causa de disolución" si hubiera reconocido el "deterioro contable" que habría provocado en sus balances el descuento en el precio de la acción en su salida a Bolsa, que se cifró en 3,75 euros tras una rebaja del 74% con respecto a su valor en libros.

Aunque apenas han sido preguntados por este asunto, los peritos también señalaban en su informe que los consejeros de Caja Madrid, una de las siete entidades que dieron origen a Bankia, tuvieron "voluntad de ocultación" con las tarjetas opacas de la entidad, ya que no declararon sus gastos a la Administración tributaria, a las auditorías interna y externa ni al experto independiente de la firma Garrigues.