Enlaces accesibilidad

Los acreedores de Argentina rechazan el cambio de jurisdicción de la deuda

  • El Senadó argentino ha aprobado un plan para el pago local de la deuda
  • La ONU creará un marco común para la reestructuración de deuda soberana
  • Impulsado por el G77 más China, ha sido rechazado por EE.UU. y la UE

Por
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman y la embajadora de Argentina ante las Naciones Unidas, María Cristina Perceval, aplauden tras conocer la noticia.
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman y la embajadora de Argentina ante las Naciones Unidas, María Cristina Perceval, aplauden tras conocer la noticia.

La mayoría de los tenedores de la deuda de Argentina rechazan la propuesta del Gobierno argentino de cambiar la jurisdicción para ejecutar el pago de la deuda del país, según ha explicado en el Congreso el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof. Esto supone que no quieren acogerse al plan presentado en agosto para pagar la deuda reestructurada en Argentina, lo que ofrecía a los acreedores la posibilidad de trasladar sus deudas a la jurisdicción del país sudamericano y sortear así el bloqueo establecido a esos pagos por un tribunal de Estados Unidos.

“Hasta donde yo sé, la mayoría de los tenedores no desea un gran cambio en la juriscidcción”, ha explicado Kicillof.

La ONU quiere impulsar un marco jurídico multilateral

Por su parte, la Asamblea General de la ONU, espoleada por el conflicto entre Argentina y los fondos especulativos estadounidenses, ha aprobado este martes una resolución para impulsar un marco legal internacional que regule los procesos de reestructuración de deuda soberana.

La resolución apuesta por convertir en una prioridad para los próximos meses la adopción de "un marco jurídico multilateral para los procesos de reestructuración de deuda soberana" y señala que, ya antes de fin de año, deberían estar definidas las modalidades de negociación intergubernamental para ello.

La iniciativa ha partido de los países en desarrollo y emergentes que forman el grupo G77 más China y ha obtenido un apoyo mayoritario (124 votos a favor, 11 en contra y 41 abstenciones), aunque se ha encontrado con la oposición de Estados Unidos, Japón y varios países de la Unión Europea (UE).

"Los pueblos del mundo hemos hablado y decidimos que es hora de comenzar a trazar conjuntamente el camino ético, político y jurídico capaz de ponerle freno a la especulación desenfrenada", ha señalado el canciller argentino, Héctor Timerman, tras la votación.

“Eficiencia” y “estabilidad”

El objetivo es, según el texto, mejorar la "eficiencia" y "estabilidad" del sistema financiero internacional y permitir un crecimiento económico sostenido, incluyente y equitativo".

La resolución, según Timerman, es "el fiel reflejo de la relevancia y la urgencia que la clara mayoría de las naciones del mundo le asignan a una realidad que nos encuentra desprotegidos ante el uso y abuso que hacen los especuladores", que, según ha subrayado, se aprovechan precisamente de la ausencia de un marco internacional.

El canciller argentino ha recordado que su país está sufriendo las consecuencias del problema y ha avanzado que el Gobierno de su país está trabajando ya para presentar al G77 una propuesta de marco jurídico, que luego será negociada con el resto de miembros de la ONU con vistas a su aprobación en el plazo de un año.

Su discurso fue respaldado por los representantes de una gran mayoría de estados, que subrayaron la necesidad de actuar para garantizar a todos los países la posibilidad de un crecimiento económico duradero.

EE.UU. y la UE, en contra

Del otro lado, el más contundente en contra de la propuesta ha sido Estados Unidos, que ha advertido que la creación del mecanismo que pide la resolución crearía "incertidumbre en los mercados financieros" y podría cortar o dificultar las vías de financiación para los países.

Washington ha defendido además que la ONU no es el foro adecuado para esta discusión, un argumento que también utilizaron otros países como Italia, que ha hablado en nombre de la Unión Europea (UE) y ha criticado además la, a su juicio, excesiva urgencia con la que se ha planteado el texto.

El embajador de Bolivia ante Naciones Unidas y presidente de turno del G77 más China, Sacha Llorenti, ha respondido en conferencia de prensa a ambas críticas, señalando que la Asamblea General es el "lugar más legítimo" para abordar la cuestión y que, más que de forma prematura, la resolución llega "demasiado tarde".

Tanto Llorenti como el canciller argentino han subrayado su voluntad de diálogo en la preparación de la futura convención, en especial con aquellos países que se han pronunciado en contra.

Fernández: “Hartos de los halcones y de los buitres”

La presidenta argentina, por su parte, ha destacado la decisión como “un día muy especial para todos los argentinos” y ha dicho sentirse "orgullosa como argentina por sentar doctrina internacional en esta materia".

Sobre los que votaron en contra, Fernández ha señalado que “algún día comprenderán que necesitamos un mundo más equilibrado, más justo, con más palomas y menos buitres, no solo en la economía, sino también en lo militar”.

Pese a la reticencia de los acreedores, Fernández ha aprovechado para pedir a la oposición que dé su voto afirmativo al proyecto para el pago local de la deuda como alternativa para aquellos inversores que no pueden cobran en Estados Unidos.

La iniciativa, que ya fue aprobada por el Senado del país, será debatida este miércoles en la Cámara de Diputados argentina.

Argentina fue demandada ante tribunales de Estados Unidos por varios fondos de inversión que poseen deuda argentina sin reestructurar -por lo que está en mora desde la suspensión de pagos del país de 2001- y reclaman unos 1.300 millones de dólares, más intereses.

El juez neoyorquino Thomas Griesa, que se pronunció a favor de los demandantes en un fallo que fue luego ratificado por la Corte Suprema estadounidense, ha impedido que los tenedores de deuda argentina reestructurada puedan cobrar en EE.UU. los vencimientos pagados por Buenos Aires.