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El presidente de Pescanova prestó 9 millones a la empresa a un interés del 5%

  • Fernández Sousa había obtenido 32 millones de euros por la venta de acciones
  • El plazo de amortización fijado para el préstamo fue de tres meses
  • La dirección de la empresa solo garantiza los sueldos de abril

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Pescanova presenta el concurso de acreedores

El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, prestó 9,3  millones de euros a la compañía, a un interés del 5% anual, una parte de los  más de 32 millones de euros que obtuvo con la venta del 7% de sus acciones en la firma entre diciembre y  febrero pasados, una operación que realizó sin informar a la CNMV, como exige la ley.

Así lo ha comunicado este martes Pescanova, a requerimiento de  la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a través de un hecho  relevante en el que señala que el contrato del préstamo tiene fecha  de 7 de febrero y que el importe del mismo se desembolsó los días 7, 8  y 18 de febrero.

En concreto, el tipo de interés marcado para ese préstamo es un punto porcentual superior al fijado en  la Ley de de Presupuestos del Estado de este año.

Tres meses de plazo para devolverlo

El plazo para su amortización, según el contrato firmado, era de  tres meses contados a partir del 7 de febrero, según ha explicado la  compañía, que ha precisado que la CNMV fue informada de la existencia  de este préstamo este lunes, fecha en la que ha  recibido documentación sobre el mismo.

La compañía señaló el lunes que Fernández Sousa -que se mantiene como  el primer accionista de la compañía con una participación del 7,45%-  llevó a cabo esta venta de títulos, con "importantes pérdidas", con  el fin de "aportar liquidez" al grupo.

En el documento presentado al supervisor bursátil, Fernández  Sousa insistía en que, "preocupado por la situación de tesorería del  grupo y las dificultades que Pescanova tenía para financiarse,  decidió poner su patrimonio a disposición de la compañía para  resolver problemas urgentes de liquidez", dando instrucciones a los  administradores de sus sociedades para que "el dinero neto resultante  de la venta se utilizara de esta manera".

Pescanova subraya que su presidente aportó a la CNMV los  documentos que acreditan la entrega a la compañía de estos préstamos  a principios de febrero, lo que es "muy significativo", porque en  aquellos momentos "seguía intacta la imagen" de la empresa.

Una deuda oculta y ventas masivas de acciones

Pescanova solicitó el lunes entrar en concurso de acreedores y ha precisado que tiene "la firme voluntad" de presentar en el curso del procedimiento "una propuesta de convenio a sus acreedores  que posibilite el mantenimiento de la actividad y por, ende, el empleo y  la generación de valor". Pescanova considera que cuenta con  "importantes fundamentos" para sostener su actividad empresarial y  generación de valor.

La deuda total de Pescanova puede superar los 2.000 millones de  euros, es decir, unos 500 millones por encima de lo que  figura en el pasivo auditado de 1.522 millones, debido a que hay operaciones que no  están contabilizadas, según informaron hace unos días fuentes  financieras.

Esas mismas fuentes explicaron entonces que operadores que manejaban acciones de  Pescanova -entre ellos,  Ibersecurities o BBVA Bolsa- registraron  volúmenes "anormales y masivos" de órdenes de venta en los días  previos a la solicitud del preconcurso de acreedores "vinculados o  próximos" al consejo de administración de la firma gallega.

La dirección solo garantiza los sueldos de abril

Después de la solicitud del concurso de acreedores, la dirección ha informado al comité de empresa que  los sueldos del mes del abril se pagarán, aunque ha evitado  garantizar los salarios más allá, según ha confirmado el  presidente del comité, Francisco Puga, de CC.OO.

Puga ha señalado a Europa Press que, "hasta ahora, la empresa está cumpliendo con  los trabajadores", y que "no ha habido despidos".

"Ejecutivos de la  empresa nos han asegurado que el mes de abril se va a cobrar y, a  partir de ahí, ya se verá, porque un concurso no es ninguna broma",  ha señalado el presidente del comité de empresa.

Según ha apuntado Puga, la dirección de la  multinacional pesquera aún no ha respondido a su petición de reunión  y se comunica con los representantes de los trabajadores a través de  "intermediarios", que intentan trasladar a la plantilla un "mensaje  de tranquilidad".

Asimismo, ha insistido en que debe ser la dirección o el consejo  de administración el que informe a los empleados de la compañía. "El  comité lo que quiere es la viabilidad de la empresa y que se  garanticen los puestos de trabajo. Cuando se concrete el concurso,  veremos qué decisiones tomamos", ha añadido.

Por otra parte, CC.OO. -el sindicato mayoritario en la  representación de los trabajadores- ha confirmado que, una vez que se  admita la solicitud de concurso, se personarán en el procedimiento  como parte interesada. "Queremos así obtener la documentación e  información que ahora nos está negando el consejo de administración",  ha señalado Francisco Vilar, responsable de Alimentación del  sindicato. "El consejo y la dirección siguen desaparecidos", ha denunciado  Vilar.