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Condenan al financiero estadounidense Stanford por una estafa de 7.000 millones de dólares

  • Su caso es el mayor fraude financiero después del de Bernard Madoff
  • Stanford se enfrenta a una posible condena de 20 años de cárcel

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Stanford declarado culpable por estafa piramidal en Estados Unidos
Allen Stanford entra en la Corte Federal, en Houston, donde el jurado lo ha encontrado culpable por fraude y conspiración en una estafa piramidal.

El financiero estadounidense Allen Stanford ha sido declarado culpable por orquestar durante 20 años un fraude piramidal de 7.000 millones de dólares (5.334 millones de euros) a través de su banco en Antigua, según recogen los medios estadounidenses.

Un jurado compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres ha declarado a Stanford, que fue considerado uno de los hombres más ricos de Estados Unidos, culpable de 13 de los 14 delitos de los que se le acusaba, tras cuatro días de deliberaciones y cinco semanas de juicio.

Según el fallo, el financiero es culpable de fraude, conspiración para obstruir una investigación de la Comisión de Valores Bolsa estadounidense (SEC por sus siglas en ingles), obstrucción de una investigación de la SEC y conspiración para el blanqueo de dinero, entre otros delitos.

Tras la decisión del jurado, Stanford, que cumplirá 62 años en unos días, se enfrenta a un condena de hasta 20 años de prisión por los cargos más graves, que podría prolongarse si el juez David Hittner así lo decide.

Tasas de interés "inusualmente altas"

La Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) acusó a Stanford de vender fraudulentamente 7.000 millones de dólares en certificados de depósitos con tasas de interés inusualmente altas a través del Stanford International Bank (SIB), con oficinas centrales en Antigua.

En su demanda civil, la SEC acusó Stanford, a un antiguo compañero de universidad suyo y a tres de sus empresas de llevar a cabo un esquema Ponzi o fraude piramidal durante por lo menos diez años y de haberse apropiado indebidamente de al menos 1.600 millones de dólares de sus inversores en Estados Unidos, el Caribe y Latinoamérica.

El multimillonario estadounidense comenzó a labrar su fortuna en el sector inmobiliario a principios de los ochenta y convirtió la firma de su familia en una compañía global de administración de riquezas. Antes de que la SEC presentara cargos, su fortuna personal fue estimada en cerca de 2.200 millones de dólares (1.676 millones de euros) por la revista Forbes.