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Fitur afronta 2010 con la sensación de que lo peor ya ha pasado

  • El sector ha sufrido una dura sacudida por culpa de la crisis
  • Sin embargo, en la feria creen que se está en el camino de la recuperación

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Fitur, termómetro de la crisis

La XXX edición de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) ha servido de termómetro para conocer cómo va a afrontar el sector el reto de 2010 y superar la crisis que viene arrastrando desde el último trimestre de 2008.

Madrid ha sido durante una semana el barómetro de lo que será el desarrollo en los próximos meses del turismo, que, pese a resistir mejor que otros, ha sido sacudido con virulencia por la crisis económica.

Primero, la Organización Mundial del Turismo (OMT) dio sus cifras en rueda de prensa en la capital de España, anunciando que se había producido un descenso de más de un 4% en el turismo mundial; más tarde, Exceltur, con el V Foro de Liderazgo Turístico, abordó la situación; y por último Fitur abrió sus puertas.

En estos tres eventos todos los especialistas del sector han puesto de manifiesto que hay un "moderado optimismo" y que se está en el camino de la recuperación, al tiempo que 2010 será algo mejor que 2009.

La feria ha servido para que los representantes de 170 países y más de 11.500 empresas intercambien esperanzas e ilusiones y, tal y como señaló el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, que hubiese "caras menos serias".

Veo a la gente mucho más ilusionada que el año pasado

"Veo a la gente mucho más ilusionada que el año pasado y un deseo de dejar atrás el pesimismo", dijo Mesquida, que ha añadido que como una sensación subjetiva "he apreciado que hay más ruido".

Menos pabellones, pero más alegría

En cuanto a la feria en sí, este año ha superado con creces las expectativas que había creado, mejorando la edición XXIX que sorprendió a todos por su "pobreza", y aunque se ha ocupado menos espacio, 76.000 metros cuadrados por 80.000 en 2009, lo cierto es que la alegría ha vuelto al recinto ferial Juan Carlos I.

En los diez pabellones dispuestos se ha podido apreciar durante cinco días cómo se puede viajar con la imaginación sin salir de casa y cómo todos los países se han lanzado con la esperanza como bandera a presentar lo mejor que tienen y que puede atraer a cualquier turista del mundo.

Los pabellones impares, dedicados a España, han estado repletos de visitantes, que han podido ver en primera persona aquellas ofertas que hay más allá del sol y la playa, desde el turismo de cultura y de peregrinación, en el caso del Año Xacobeo, hasta el Año Santo de Caravaca, pasando por el turismo verde de Asturias y Cantabria, o por el de los pueblos blancos andaluces.

Tampoco hay que olvidarse de la fuerte apuesta de otras comunidades, como la madrileña con su oferta cultural, o la canaria y balear, que quieren volver a recuperar el brillo que han perdido en el último año.

El contraste domina los pabellones internacionales

En los pares es donde el visitante podía encontrar un mayor contraste, ya que tan pronto se veía a un representante de Japón "jugando" con las katas u ofreciendo quimonos a las personas que se los querían probar, como un árbol que se movía y que recordaba que Costa Rica es un paraíso verde.

Los sombreros chinos, el ron de Panamá, la Cuba tradicional, los recuerdos de República Dominicana eran algunos de los souvenirs que combatían pacíficamente entre ellos para atraer turistas, al igual que demostraciones de países como Kenya, Senegal, Guatemala y sus indios mayas, los árabes de Marruecos o Argelia...

No obstante, hay que reconocer que uno de los expositores más visitados ha sido el que ha situado Paradores de Turismo en el pabellón 10, en el que se podía visionar el último anuncio realizado por esta sociedad en 3D.

Hasta allí acudieron los Reyes el día de la inauguración, quienes tras guardar un minuto de silencio por las víctimas del terremoto en Haití y tener un encuentro con la embajadora de ese país en España, no dudaron en aceptar la invitación del presidente de Paradores, Miguel Martínez, y ponerse unas gafas para ver el anuncio.

La XXX edición de Fitur finaliza con la presencia de más de 220.000 visitantes entre profesionales y público en general, y los organizadores ya están trabajando en la próxima, manteniendo en la cabeza ese lema que hizo famoso en 1830 el capitán británico, destinado en Gibraltar, Charles Rochfort Scott, de "España es diferente".