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La UE inyecta 75.000 millones al FMI para frenar la crisis y pide al resto que doble su aportación

  • Los líderes de la UE eligen la prudencia en su respuesta fiscal a la crisis
  • Se enfrentan con Rusia al estrechar lazos con los países de Europa del Este
  • Han acordado subir a 50.000 millones los fondos para asistir a socios con problemas
  • La cumbre sobre el empleo del 7 de mayo, anulada por presiones de Sarkozy

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Los 27 han decidido anular la Cumbre que habían programado para hablar del empleo

Los líderes de los 27 han acordado conceder al Fondo Monetario Internacional (FMI) un crédito de 75.000 millones de euros y han pedido a los líderes del G20 y de las economías emergentes que doblen su aportación a este organismo para luchar contra la recesión mundial hasta alcanzar una cifra total de 500.000 millones de dólares.

El FMI lleva meses pidiendo un aumento de sus recursos para garantizar que puede asistir a los países más golpeados por la crisis.

La institución con sede en Washington ha prestado ya 50.000 millones de dólares a Gobiernos con problemas y dispone de otros 200.000 millones, pero calcula que sus necesidades pueden llegar a 500.000 millones.

En el contexto de los preparativos de la próxima reunión del G20, el 2 de abril en Londres, los líderes de la UE han decidido anunciar cuál será la aportación europea, que en el caso de España rondará los 3.000 millones de dólares.

Más ayuda a los países con problemas

Además, ha decidido doblar el fondo contra la crisis para países miembros hasta los 50.000 millones de euros con el objetivo de asistir a los países socios con graves desequilibrios en su balanza de pagos.

Bruselas descarta que los fondos (quedan 15.400 millones de euros, tras los créditos concedidos a Hungría y Letonia) estén cerca de agotarse, pero cree que aumentar el umbral será una señal clara de la voluntad de la UE de apoyar a los socios que atraviesan dificultades

Además de los créditos a Hungría (6.500 millones de euros) y Letonia (3.100 millones) -que se suman a otras aportaciones, principalmente del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial-, la UE está en negociaciones para facilitar asistencia a Rumanía.

Medidas polémicas para EE.UU. y Rusia

Estos son los principales acuerdos del consejo europeo de primavera, en el que los líderes europeos han apostado dar un puñetazo encima de la mesa ante Estados Unidos y Rusia con dos medidas polémicas: por un lado, su negativa a aprobar nuevos planes de estímulo, tal y como defiende la Administración Obama y, por otro, fortalecer sus lazos con los países del entorno de la antigua Unión Soviética.

"Ahora es tiempo de implementar los paquetes aprobados , no creo que sea el momento de aprobar nuevos paquetes", ha recalcado ante los periodistas el primer ministro estonio, Andrus Ansip.

En este sentido, el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbruck, ha puntualizado que la Unión Europea (UE) no está dispuesta a entrar en una competición con Estados Unidos por ver quién lanza el mayor plan de estímulo de la economía.

Por su parte, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha expresado su convencimiento de que el plan de actuación que marcará la reunión del G-20 de Londres contará con el acuerdo de Estados Unidos y de la Unión Europea.

En cuanto a los países del este, la Unión Europea dará una ayuda total de 600 millones de euros de aquí a 2013 para seís países del entorno de Rusia, entre ellos Georgia y Ucrania, para mejorar la cooperación con ellos en materia energética.

Aunque la estrategia aprobada por la Unión Europea no ofrece perspectivas de adhesión a los 27 sí es probable que irrite a Rusia en cuanto Moscú lo ve como su ámbito de influencia estratégica.

Anulada la cumbre sobre el empleo

Por último, las presiones del presidente francés, Nicolás Sarkozy, que fue apoyado por la canciller alemana, Angela Merkel, y por el primer ministro británico, Gordon Brown,  han llevado a la anulación de la cumbre extraordinaria de líderes europeos sobre el empleo que había sido convocada por el primer ministro checo, Mirek Topolanek, y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, para el 7 de mayo en Praga.

En su lugar, se celebrará una reunión de la presidencia checa y la Comisión con los interlocutores sociales. Lo más probable es que, como ya ocurrió en la cumbre social tripartita que se celebró este jueves, participe también el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, en su calidad de futuras presidencias de la UE.