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La firma sueca de automóviles Saab se declara insolvente y Audi reduce su producción

  • Saab podría salvarse mediante una unión con la alemana Opel
  • Suecia descarta nacionalizar la firma y critica a General Motors
  • Audi fabricará este año 12.500 vehículos menos para ajustarse a la demanda

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El fabricante sueco de automóviles SAAB se ha declarado insolvente

La crisis sigue castigando duramente al sector del automóvil, el fabricante sueco Saab, filial del grupo estadounidense General Motors, ha presentado la declaración de insolvencia ante su práctica quiebra, aunque continuará por ahora con la producción de vehículos.

  

Así lo ha anunciado el consejo de control de la firma Saab, empresa fabricante de automóviles de gama alta, en venta desde 2008 y deficitaria desde hace años. La supervivencia del segundo fabricante sueco tras Volvo podría estar en su unión al fabricante alemán Opel, filial igualmente de General Motors y también en situación crítica.

  

El Gobierno de Suecia ha reiterado su rechazo a la nacionalización de Saab para evitar su quiebra, pese al riesgo de desaparición de la marca. La ministra de Industria, Maud Olofsson, ha señalado que el Ejecutivo estaría dispuesto a avalar un eventual crédito del Banco Europeo de Inversiones, pero descartó la compra del fabricante sueco u otro tipo de ayudas reclamadas también por General Motors.

  

La titular de Industria afirma que se siente "muy decepcionada" con GM y critica duramente la manera como el mayor grupo mundial de automoción pretende deshacerse de Saab después de dos décadas como propietario mayoritario.

Olofsson apunta que "no han tomado ninguna responsabilidad como dueños de Saab y ahora pretenden trasladar esa responsabilidad a los contribuyentes suecos". Saab, que el pasado año produjo unos 94.000 vehículos, da empleo a unos 4.100 trabajadores en Suecia, la gran mayoría en la fábrica de Trollhättan, al suroeste del país.

Audi reduce la producción

En Alemania, Audi, filial de Volkswagen, va a detener la producción de la planta de Ingolstadt durante toda la semana de Semana Santa.

  

La medida, similar a la que ya aplican otros fabricantes de automóviles como respuesta a la crisis que vive el sector, afectará a unos 17.000 trabajadores.

Los paros parciales en la producción para ajustarla a la demanda supondrán fabricar este año unos 12.500 vehículos menos aproximadamente.

  

El jefe de Recursos Humanos de Audi, Werner Widuckel, ha indicado que tienen "una crisis de mercado, no una crisis de Audi".