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La OCDE insta a aumentar la inversión pública al constatar una mayor ralentización de la economía mundial

  • Rebaja por segunda vez en menos de tres meses sus previsiones
  • Recorta con fuerza el crecimiento esperado en EE.UU., Canadá y la zona euro
  • Advierte a China por "el rápido aumento de la deuda privada"
  • Considera "urgente" una "actuación política colectiva más decidida"

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Obras públicas de construcción de nuevas estaciones del Metro de Río de Janeiro, en Brasil
Obras públicas de construcción del Metro de Río de Janeiro, en Brasil, donde se espera una profunda recesión este año.

El crecimiento económico global será este año menor al de 2015, debido a una mayor ralentización de la esperada en muchos países emergentes y a la "modesta recuperación" de los más avanzados. Es la advertencia lanzada este jueves por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que subraya los riesgos que encierran el abaratamiento de las materias primas y la caída del comercio, los salarios y los precios en una coyuntura de inestabilidad financiera. Ante esa situación, la OCDE considera "urgente" una "acción política colectiva más decidida", que apueste por la inversión pública para tratar de impulsar la demanda y asentar el crecimiento económico.

Esas son las conclusiones de la revisión de su Informe de Perspectivas semestral presentada este jueves en París y en las que se han rebajado con fuerza las previsiones realizadas por ese organismo internacional hace tan sólo tres meses, cuando también las recortó respecto a junio.

Fuertes rebajas del crecimiento en EE.UU. y la zona euro

Así, rebaja con fuerza sus estimaciones de crecimiento para este año de EE.UU. (ahora espera un 1,5%, medio punto menos que en noviembre) y la eurozona (ahora un 1,4% de avance, cuatro décimas menos), así como la de países como Canadá (calcula un alza del 1,4%, seis décimas menos que hace tres meses) y Brasil, país para el que adelanta una recesión más profunda de lo esperado, ya que espera una caída del 4% de su PIB (2,8 puntos menos de lo previsto en noviembre).

Para la tercera potencia económica, Japón, estima un repunte del 0,8% en 2016, dos décimas menos de lo esperado en noviembre.

Entre los emergentes, y aparte del hundimiento de Brasil, este organismo destaca la mejora de India, cuya previsión aumenta una décima para dejarla en un 7,4%.

En cuanto a China, a pesar de que mantiene sin variación su previsión de hace tres meses (6,5%), lanza una advertencia por el grave riesgo que supone "el aumento rápido de la deuda privada" que están elevando el endeudamientos "hasta máximos históricos".

Preocupación por Europa

Dentro del euro, la OCDE resta cinco décimas a su previsión de crecimiento de Alemania (la deja en 1,3%), cuatro décimas a la de Italia (que avanzaría un 1%) y una décima a Francia (cuya economía crecería un 1,2%).

Además, la organización muestra su preocupación por la situación de Europa e insta a sus miembros a "hablar con una sola voz para promover la unidad y el crecimiento". Entre los principales problemas del bloque, cita explícitamente las divergencias surgidas por la crisis de los refugiados, "las amenazas exteriores a la seguridad, la impopularidad de las medidas de austeridad y las fuerzas centrífugas en algunos países", una referencia implícita a casos como el de Cataluña en España o el debate sobre la salida de Reino Unido de la UE.

"Estas incertidumbres políticas amenazan con frenar aún más las inversiones y podrían conducir a unas condiciones financieras aún más complicadas", advierte.

"Las políticas monetarias por sí solas se han mostrado insuficientes"

Para remediar ese frenazo en el crecimiento, la OCDE pide una actuación más decidida por parte de los Gobiernos para afrontar "de forma más efectiva" la debilidad del crecimiento. "Las políticas monetarias por sí solas se han mostrado insuficientes para impulsar la demanda y producir un crecimiento satisfactorio", señala.

La OCDE también recomienda revitalizar las reformas estructurales, que a ojos de la organización pasan por un momento de relajación, y por alejarse de las políticas de austeridad vigentes en la mayoría de economías avanzadas, con reducciones del gasto público y aumento de la presión fiscal.

"Un compromiso para aumentar colectivamente la inversión pública daría un impulso a la demanda, siempre que se mantuviera un ritmo presupuestario sostenible", subraya la organzación en su informe.

Según ha destacado la economista jefe de la OCDE, Catherine Mann, "se necesita una respuesta de política fiscal más fuerte para apoyar el crecimiento y proporcionar un entorno más favorable a la innovación y el cambio como impulsores de la productividad, sobre todo en Europa".

"El foco debería ponerse en políticas con beneficios en el corto plazo y que también contribuyan al crecimiento a largo plazo", ha especificado Mann.