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Johannes Klaebo: el 'Pogacar del esquí de fondo' camino a otra gesta en Milano-Cortina

  • El noruego es el gran dominador de su disciplina y una de las estrellas de los próximos Juegos de Invierno
  • El ciclismo es otra pasión de esta leyenda del deporte de la nieve, que entrena a veces con el equipo Uno-X
Johannes Klaebo, en la reciente Copa del Mundo de Davos de esquí de fondo.
Johannes Klaebo, en la reciente Copa del Mundo de Davos de esquí de fondo EFE/EPA/GIAN EHRENZELLER

Si Tadej Pogacar es el símbolo del dominio casi absoluto en el ciclismo mundial —capaz de ganar el Tour de Francia y las clásicas más importantes una y otra vez imponiéndose en casi todos los terrenos—, en las pistas de esquí de fondo ese papel le corresponde a Johannes Høsflot Klæbo.

El noruego será una de las grandes atracciones de los próximos Juegos de Milano-Cortina 2026, donde puede elevarse al rango de leyenda del olimpismo. Porque la figura de Klæbo excede al deporte de la nieve... y el ciclismo también es parte de la historia de este esquiador.

Una trayectoria de cine

Klæbo, nacido en Trondheim (Noruega) en 1996, es ya uno de los grandes de la historia del esquí de fondo a sus 29 años. Es el primer hombre que alcanza las cien victorias en la Copa del Mundo de esquí de fondo, un hito que solo alcanzó antes su compatriota Marit Bjørgen en categoría femenina.

Johannes Klaebo posa con sus seis medallas de campeón del mundo en Trondheim 2025 y una corona

Johannes Klaebo, gran campeón del Mundial 2025 de esquí de fondo Christian Bruna / Voigt / Getty

El palmarés de Klæbo incluye por tanto una colección de globos de cristal (el premio de la Copa del Mundo) y de medallas internacionales, incluido el increíble pleno de seis oros en el Mundial de Trondheim 2025. Fue profeta en su tierra.

Además de sus éxitos en competición, Klæbo ha trascendido al terreno cultural y ha protagonizado un documental que explora su vida, su preparación y el sacrificio familiar que hay detrás de su fenomenal carrera y que fue estrenado en salas de cine en Noruega hace solo unas semanas.

En esta campaña 2025-26 Klaebo ha logrado resultados dispares, pero llegará a Milano-Cortina 2026 con el cartel de favorito en muchas pruebas, desde las más explosivas hasta las más largas. Su objetivo en la sede de Val di Fiemme será consolidarse como el referente absoluto de la disciplina y acercarse o incluso superar el récord de ocho oros olímpicos del equí de fondo.

En sus anteriores participaciones en los Juegos sumó cinco medallas de oro, una de plata y otra de bronce, por lo que tiene a su alcance ya ese tope histórico en la que debe ser su tercera participación en la máxima cita del deporte de invierno.

Y después de los Juegos, ¿qué?

Fuera de la temporada de esquí, Klæbo entrena de forma habitual con el equipo noruego de ciclismo Uno-X, que compite en la élite mundial, aunque él no ha llegado a ponerse el dorsal en ninguna carrera profesional.

Eso sí, la afición de Klæbo al ciclismo es tal que saludó a Pogacar en la última etapa del Tour de Francia 2024 y la admiración del escandivano por el líder del UAE tuvo su reciprocidad con los elogios que recibió del manager del equipo Mauro Gianetti. El director del esloveno se refirió a él como "el Pogacar del esquí de fondo" por su dominio técnico y su competitividad... e incluso le hizo un guiño para que se uniera a su formación emiratí, la más poderosa del pelotón.

El propio Klæbo ha alimentado las especulaciones sobre su posible incursión en el ciclismo profesional después de los JJ.OO. de 2026.

Curiosamente, sería el camino inverso al de otros grandes ciclistas que hicieron sus pinitos en el esquí nórdico, como el también esloveno Primoz Roglic —que compitió en saltos— o el caso menos conocido, pero más ilustrativo, de Sepp Kuss. El estadounidense hacía esquí de fondo desde niño y descubrió el ciclismo entrenando para ser mejor sobre la nieve, como explicó en una entrevista con La Vanguardia.

Y es que los campeones de estos dos deportes tienen características comunes: son grandes fondistas con una magnífica capacidad de recuperación.

Así es el esquí de fondo

Noruega es la cuna del esquí de fondo. La necesidad de desplazarse lejos por terrenos nevados hizo que allí surgiera este deporte a finales del XIX y sus deportistas han dominado y dominan la gran disciplina del esquí nórdico, con Klæbo como su máxima expresión.

Hay que combinar la resistencia física con la estrategia y con el dominio de las dos técnicas de deslizamiento sobre los esquíes, que solo van fijados a la bota por la puntera. Hay dos estilos principales, el clásico (con los esquíes en paralelo a través de carriles marcados en la nieve) y el libre (donde se avanza de manera similar al patinaje) y de hecho la técnica marca cada una de las carreras; y en el caso del esquiatlón se alternan las dos.

Dentro del programa olímpico hay seis pruebas para cada género y en Milano Cortina se igualará por primera vez la de mayor distancia en 50 kilómetros para hombres y mujeres con salida en masa y que esta vez se disputará en estilo clásico. (Los estilos de las pruebas se alternan en las sucesivas ediciones de las grandes competiciones).

Las otras carreras, para cada sexo, son sprint clásico, sprint libre por equipos, salida masiva libre a intervalos 10 km, esquiatlón 10 km + 10 km y relevo 4 x 7,5 km.